miércoles, 31 de octubre de 2012

INUNDADOS Pcia. de BUENOS AIRES: CÓMO AYUDAR



En Lomas de Zamora, la Fundación Si reúne donaciones.

Cómo colaborar con los inundados del Conurbano

El temporal de ayer afectó los barrios y las viviendas de miles de familias. El partido con más evacuados fue La Matanza, luego Lomas de Zamora, Cañuelas, Quilmes y Escobar. Las municipalidades y varias ONGs o grupos voluntarios juntan donaciones. INFOsolidaria te informa dónde acercarlas.



El temporal de ayer pasó y dejó un panorama desolador en algunos puntos del conurbano bonaerense. Los barrios con infraestructura precaria fueron los más castigados. Según el Consejo Provincial de Emergencias (CPE), que depende del ministerio de Desarrollo Social bonaerense, los anegamientos, inundaciones y desbordes de arroyos obligaron a la evacuación de 3.453 personas. 

Del total de evacuados, 1.600 corresponden a La Matanza y el resto a Lomas de Zamora, Cañuelas, Quilmes y Escobar. También hay vecinos asistidos en Florencio Varela, Lanús, Pilar, Suipacha, Las Heras, Ezeiza, Chivilcoy, Navarro, San Miguel y Hurlingham.

Si bien los municipios y la Provincia se están encargando de asistir a los perjudicados, la ayuda del resto de la sociedad nunca está de más porque muchas de las familias regresarán a sus hogares y habrán perdido pertenencias básicas tales como colchones, sábanas, ropa, calzado y demás. 

INFOsolidaria se comunicó con las delegaciones municipales y ONGs y armó la siguiente guía. Si sabés de algún lugar más en el que necesiten colaboraciones para sumarlo, escribí a infosolidaria@infonews.com o dejá un comentario en el Facebook de INFOsolidaria.

* Palermo, Capital Federal. La Fundación Si estará reuniendo alimentos, ropa y calzado hoy de 9 a 20 en Ángel Carranza 1962. Lo recaudado se donará a los inundados del conurbano. Teléfono: 4858-0154.
                                                               Virrey del Pino quedó bajo el agua.

* Virrey del Pino, La Matanza.La Coordinadora de esa localidad, María Cristina, informó que se puede acercar ropa y calzado a las escuelas de la localidad. El resto de los productos (medicinales, alimentos, de higiene, etc.) los provee el Municipio

* Máximo Paz, Cañuelas.Necesitan ropa para chicos. Acercarla al Centro de Evacuados montado en el Polideportivo de esa ciudad y en el Centro de Integración Comunitaria de Máximo Paz. "Por el resto - medicamentos, alimentos específicos, ropa de abrigo- están bien asistidos por el Municipio, la Provincia y la Nación", aseguró a este medio Gabriel Gerónimo, director de prensa de Cañuelas.

* Lomas de Zamora. La Fundación Si Lomas de Zamorajunta colchones, ropa de chicos, zapatillas, pañales, frazadas y botas de lluvia. "Ayer el agua llegó hasta más del metro de altura", comentaron. Para donaciones, escribir alomasdezamora@fundacionsi.org.ar.

También el grupo voluntario "1 litro de leche X mes Temperley" está reuniendo alimentos y ropa para la gente de la Ribera de Quilmes. Contactarse con ellos a través de su Facebook por mensaje privado.



                                               El Comedor de Soledad recoge donaciones para los vecinos del barrio.



* Florencio Varela. "El Comedor de Soledad", que brinda la merienda a 60 chicos por día, necesita donaciones con urgencia para las familias del barrio que perdieron muchas pertenencias en el temporal. Ropa, frazadas, calzado, pañales grandes y medianos y alimentos no perecederos, sobre todo harina, serán bien recibidos. El comedor queda en Kabul Nº 958 y para comunicarse con su titular, Soledad Silveira, llamar al 15-5809-3457 o dejar un mensaje en el grupo de Facebook. Para ayudar desdeCapital Federal, el jueves pasará un flete por varios puntos de la ciudad.
* Marcos Paz. Se junta ropa, calzado y alimento a la dirección de Acción Social, Melgar 1946.


Fuente:

martes, 30 de octubre de 2012

2a CARTA DE MARINA JARA DESDE EL PENAL DE LA PLATA: "¡QUE SE ABRAN O SE ROMPAN ESTAS REJAS!"



SEGUNDA CARTA DE MARINA JARA DESDE EL PENAL

de Libertad Para Ailénymarina, el El Lunes, 29 de octubre de 2012 a la(s) 13:06 ·



Unidad 8 de Los Hornos, La Plata, Martes 16 de Octubre del 2012 

Me presento. Soy Marina Jara. Supongo que ya me conocen gracias al grupo de personas que encontré por casualidad y en este lugar, que no es fácil encontrar personas que hacen una “revolución” por mi “libertad”, el tiempo que se toman por nosotras…

Yo no soy de escribir textos u opiniones. Me gusta mucho leer en mi tiempo libre, aunque en este lugar tengo tiempo de sobra para pensar y escribir. Bueno en este momento tengo mis ocupaciones. Tengo mis dos trabajos, el colegio y el curso. Pero llega el engome (me encierran en mi celda) En estas horas engomada me pongo a pensar muchas cosas. Una de ellas es valorar y agradecer todo lo que hacen por nosotras.

Acá a pesar del lugar donde me encuentro, siento que crecí de golpe. Yo caí a los 18 años. Bueno… no es mucha la diferencia, porque ahora tengo 19 años, estoy por cumplir los 20. Digo que crecí de golpe porque acá estoy viendo y viviendo mi realidad, cosa que en la calle no me daba cuenta de muchas cosas. Hablo de las más mínimas.

Una de ellas es la más valiosa, que es la “libertad”. Porque yo estando en la calle estaba libre de cuerpo, pero no de pensamientos y de realidades. No me daba cuenta del valor y el esfuerzo de mi mamá ella es lo único que tengo, la única que no me va a dejar sola. Bueno ahora ustedes están junto a ella y le dan mucha fuerza, tanto a ella como a nosotras. También pienso que ahí afuera sé que no tengo amigos, porque te dicen ser tus amigos, pero en los momentos más difíciles no se acuerdan de uno. O se acordarán pero no le dan importancia, porque no saben lo que es la palabra “Amistad”; mucho menos lo que es estar de este lado.

Yo no tengo reproches, ni resentimientos, solo digo lo que pienso. Y ¿saben qué? Les doy gracias a todos los que dicen ser mis “amigos” por que me hicieron ver la realidad, de que mi única amiga es mi mama. Ella va a estar en los buenos y malos y peores momentos de mi vida. No me va a dejar morir. Disculpen mi forma de hablar. Ustedes me entienden lo que quiero decir, porque ustedes son mis compañeros, porque ustedes son mi realidad. Mis compañeros, por que están en esta lucha junto con nosotras.

Otra de las cosas: a pesar de que estoy acá yo también conocí personas malas. Por suerte me alejé de ellas, como también conocí personas de un gran corazón. Me acerqué y me encariñé con mis compañeras. Nosotras, que estamos unidas en los buenos y en los malos momentos, nosotras somos “Rancho”. Esa es la definición carcelaria. Yo las quiero y les deseo su pronta libertad, como nosotras la deseamos.

Ellos nos juzgan por lo que hizo cada una, pero nunca se ponen a ver cómo realmente fueron las cosas. Solo juzgan y te condenan. Siempre le ven el lado malo, pero nunca toman conciencia y no consideran lo que es justo. No se ponen a pensar, a analizar por qué lo hizo. Solo dicen: “Lo hiciste. Sos culpable.”

Pero bueno yo estoy de este lado y voy a hacer todo lo posible para que ahí se vea como son realmente las cosas…Y cuando vean que se equivocaron al juzgarme me voy a sentir libre de cuerpo y alma…

Ahora estoy libre de pensamientos y de expresión porque sé que muchos de ustedes me van a escuchar y me están escuchando

Solo espero que les hayan gustado mis líneas. Fue una linda forma de expresarme para que de alguna manera me sepan entender.

Gracias por prestarme un ratito de atención

Será justicia.

¡Que se abran o que se rompan estas rejas!

Marina.

Aguante la calle, o mejor, La libertad!




AILÉN Y MARINA JARA:TU FIRMA PARA SU LIBERTAD!!



Foto: Libertad para Ailén y Marina
29 de Octubre de 2012
Compañeras/os,

Hemos iniciado una campaña para lograr la excarcelación de Ailén y Marina Jara. En este momento se encuentran detenidas con prisión preventiva esperando llegar a juicio el 18 y 19 de Marzo de 2013. En breve presentaremos un Habeas Corpus para que sea revocada la prisión preventiva para poder preparar la defensa con las chicas en libertad lo que mejoraría sustancialmente las posibilidades de conseguir la absolución. Para apoyar el pedido de excarcelación presentaremos firmas y adhesiones. 

Petitorios y adhesiones

Adjuntamos planilla del petitorio para juntar las firmas. Es importante juntar la mayor cantindad de firmas a la brevedad. Estamos hablando de miles de firmas. Quienes quieran colaborar juntando firmas pueden imprimir la planilla. Después coordinaremos para que lleguen a nosotros. Por otro lado solicitamos a las organizaciones sociales, ONGs, agrupaciones, partidos políticos, instituciones una carta de adhesión formal, ya que la justicia no solo toma en cuenta la cantidad de firmas sino asímismo la "importancia" de quienes firman y en representación de qué organizaciones o instituciones y de su "prestigio". (es así, la cosa) 

Cómo hacernos llegar las planillas y las cartas de adhesión

Para hacernos llegar las firmas y las cartas de adhesión pueden contactarse con la comisión a través de este mail (libertadaylenymarina@hotmail.com) y así poder coordinar.

(Por favor NO Facebook)


Sin presión política y social es imposible conseguir la libertad de las compañeras.
Depende de todas y todos nosotrxs

Comisión por la Libertad de Ailén y Marina


https://www.facebook.com/ailenymarina.jara

Se necesitan firmas para ayudar a Ailén y Marina Jara a que recuperen su libertad!!! Baja la planilla en la pag Libertad Para Ailénymarina podes encontrarla. 


Sin presión política y social es imposible conseguir la libertad de las compañeras.
Depende de todas y todos nosotros





Comisión por la Libertad de Ailén y Marina

Libertad para Ailén y Marina



29 de Octubre de 2012 



Compañeras/os, 



Hemos iniciado una campaña para lograr la excarcelación de Ailén y Marina Jara. En este momento se encuentran detenidas con prisión preventiva esperando llegar a juicio el 18 y 19 de Marzo de 2013. En breve presentaremos un Habeas Corpus para que sea revocada la prisión preventiva para poder preparar la defensa con las chicas en libertad lo que mejoraría sustancialmente las posibilidades de conseguir la absolución. Para apoyar el pedido de excarcelación presentaremos firmas y adhesiones. 


Petitorios y adhesiones 

Adjuntamos planilla del petitorio para juntar las firmas. Es importante juntar la mayor cantidad de firmas a la brevedad. Estamos hablando de miles de firmas. Quienes quieran colaborar juntando firmas pueden imprimir la planilla. Después coordinaremos para que lleguen a nosotros. Por otro lado solicitamos a las organizaciones sociales, ONGs, agrupaciones, partidos políticos, instituciones una carta de adhesión formal, ya que la justicia no solo toma en cuenta la cantidad de firmas sino asimismo la "importancia" de quienes firman y en representación de qué organizaciones o instituciones y de su "prestigio". (es así, la cosa) 

Cómo hacernos llegar las planillas y las cartas de adhesión 


Para hacernos llegar las firmas y las cartas de adhesión pueden contactarse con la comisión a través de este mail (libertadaylenymarina@hotmail.com) y así poder coordinar. 



(Por favor NO Facebook) 



Sin presión política y social es imposible conseguir la libertad de las compañeras.

Depende de todas y todos nosotros 



Comisión por la Libertad de Ailén y Marina



lunes, 29 de octubre de 2012

LIBERTAD PARA AILÉN Y MARINA JARA: VICTIMAS DEL PODER Y LA IMPUNIDAD EN ARGENTINA





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https://www.facebook.com/ailenymarina.jara

http://desalambrar.com.ar/Entre-rejas

POR LA LIBERTAD DE AILÉN Y MARINA JARA

Entre rejas


Martes, 12 de junio de 2012


Dos mujeres, víctimas de acoso sexual, están detenidas por haberse defendido del ataque de un hombre vinculado con la venta de droga en el barrio Sanguinetti. Marina y Ailén quedaron apresadas por el maldito sistema que las imputa con la figura de tentativa de homicidio. La justicia les ofrece un juicio abreviado siempre que las jóvenes asuman la culpabilidad.

La Comisión por la Libertad de Ailén (21 años) y Marina (19 años) busca hacer visible un caso muy propio, para nada único, lamentablemente. Se trata de dos adolescentes que sufrieron acoso sexual durante dos años. Allí en Sanguinetti, un hombre mayor que estaría vinculado con la venta de droga y de sólidos lazos con la policía, utilizó la fuerza para alcanzar su aborrecible cometido. El último intento de violación fue con un arma de fuego. El 19 de febrero de 2011, aproximadamente a las 7 de la mañana, Ailén fue interceptada. Marina extrajo un cuchillo Tramontina para defender y defenderse del acosador. Hirió al atacante y así pudieron salir del intento de violación. Marina entregó a la policía el cuchillo que utilizó por entender que “su accionar fue en legítima defensa”.

Lamentablemente el triángulo mafioso, les jugó en contra, señala un comunicado que llama a la solidaridad para enfrentar todo el abuso y violación de derechos. “La Oficial escribiente, puso en la carátula "Lesiones graves", pero el Comisario, de conocida relación con el agresor, utilizó las siguientes palabras, que lesiones graves, a éstas métele tentativa de homicidio".

A partir de ese momento comienza un Calvario para las hermanas Jara. El supuesto damnificado no estuvo ni tres días internado. Existen dudas sobre las secuelas de sus “heridas”. Marina y Ailén enfrentan una causa por Homicidio en grado de tentativa.

La defensora nunca las escucho ni tuvo en cuenta los intentos de abuso y constante acoso sexual y psicológico. Descartó a los testigos de la defensa, sin embargo aceptó los de la acusación. El agresor se pasea por Moreno realizando sus negocios y gozando de impunidad. La Defensora que nunca las defendió es la Dra. María Celina Bereterbide. El Juez es Dr. Tomas Barski. Juzgado en lo Criminal Nº 2 de Mercedes, su Secretario es Martín Zunino.


Santiago es una de las personas que participa en la Comisión que pide la libertad de las hermanas Jara. Comentó los datos obtenidos para librar una lucha desigual:



domingo, 28 de octubre de 2012

MARISA WAGNER: "LOS MONTES DE LA LOCA" ENTREVISTA de MARIANE PÉCORA



Foto: Marisa Wagner: Los Montes de la Loca.

Por Mariane Pécora (*)

Marisa Wagner fue estudiante, militante, madre, amante, loca, poeta y docente. Escribió una autobiografía en versos desgarradores que describen su paso por el manicomio donde vivió muchos años. “Más para protegerme del desamparo y de la pobreza,  que de la locura”, decía. Esos versos, le abrieron las puertas a “este lado de la realidad”: ganó un concurso literario, editó su libro con gran éxito, y  fue llevado al teatro en dos oportunidades. Era docente de la escuela de Psicología Social de Alfredo Moffat, miembro del Frente de Artistas Externados del Hospital Borda y participaba del grupo Bipolar Latinoamerican, que brinda apoyo a las personas afectadas por el Síndrome Afectivo Bipolar, enfermedad que ella padecía. Falleció el 16 de agosto de 2012. 


Poeta, escritora y loca. Se desempeña como docente en la Escuela de Psicología Social que conduce Alfredo Moffatt y forma parte del Frente de Artistas Externados del Borda. Pasó parte de su vida internada en distintas instituciones psiquiátricas y ha vertido esa experiencia en su literatura.

Por momentos sus movimientos suelen ser convulsivos, le cuesta estar quieta. No hace mucho descubrieron que esto se debe una disquinecia tardía o daño neuronal, producido por el exceso de medicación que soportó durante sus internaciones. Padece del hoy famoso “trastorno bipolar”, desorden psicológico que, con una adecuada contención psiquiátrica y una medicación controlada, no requiere internación. Sin embargo, la quinta parte de su vida ha estado internada en distintos manicomios -como le gusta llamarlos-. La pobreza, la soledad, falta de trabajo y, por supuesto, su enfermedad, la llevaron a estos sitios. Hasta que, como sucede en los cuentos mágicos, desde un hospicio escribió un poema. Ese poema ganó un premio. Y ese premio se transformó en un libro: Los Montes de la Loca. Cuyos versos no son cuento, sino más bien una denuncia, una demanda, y el descarnado reflejo de miles de enfermos mentales.

P. VAS. ¿Qué es la locura?

Marisa Wagner. Leopoldo María Panero, poeta español internado en los manicomios desde hace 30 años, define a la locura como una ausencia provisoria de uno mismo. Y creo que esa es la explicación más acertada, porque cuando estás en un delirio o en una crisis psicótica, realmente entrás en un estado de inconciencia tal que te sentís separado de tu propio ser.

P. VAS. ¿Por qué se enloquece?

M. W. Se enloquece por un dolor extremo o por una soledad extrema. Un mundo injusto genera subproductos patológicos, y eso somos nosotros. De hecho, algunas personas pueden zafar de la locura y sobreviven. Claro, se mutilan un riñón o el hígado, hacen algo psicosomático, mueren de cáncer… La enfermedad se les aloja en el cuerpo. Otras personas, con un mecanismo absolutamente sensible, enloquecemos. Este mundo genera locura por donde lo mires. A los niños empiezan a darles Ritalina a los tres años. Estamos construyendo adictos, cosa que es muy rentable para la industria farmacéutica. Y ni hablar de los que están el la calle sin otra madre que la estación Retiro, como dice un amigo poeta. ¿Cómo hacés para sobrevivir entre tanta injusticia y crueldad sin enfermarte?

Si yo no estuviera loca / ¿Qué estaría? / ¿Muerta?/ ¿Desaparecida? / Y estar loca / ¿No es una manera -como otra cualquiera- / de desaparecer o morirse?/ Pero no filosofemos ¡no jodamos! / Si yo no estuviera loca estaría cuerda. / Haciendo la fila / para pagar la luz, el gas, el teléfono. / Haciendo otra fila / para pagar los impuestos. / Estaría mirando los clasificados. / Los informativos. / Estaría soñando / con ser alta, flaca, rubia / -como las modelos- / Estaría yendo al Shopping, / por ejemplo. / No sé si lo resistiría. / Creo que no sabría qué hacer del otro lado.

P. VAS. ¿A vos qué te pasó?

M. W. Yo venía cargando muertes: la de mi padre, la de mi hijo, la desaparición de mi pareja, de compañeros de militancia. Un día no resistí más y tuve un brote psicótico. Mi primera internación fue en el Borda, en el año 1987, con un diagnóstico impreciso. Pensaron que se trataba de un episodio aislado y me largaron a los seis meses sin medicación. Pero las crisis delirantes agudas se repetían cada dos o tres años. Y he ido a parar con mis huesos a los manicomios: Borda, Moyano, Alvear, el Servicio de Salud Mental de Olavarría, el hospitalito de Hinojo, y Montes de Oca, donde estuve internada tres años sin interrupciones, desde 1995 hasta 1998.

P. VAS. ¿Cómo es estar del otro lado?

M. W. Cuando atravesás la puerta del hospicio entrás a un lugar sin tiempo, sin tarea. Un lugar donde todos tus derechos humanos son vulnerados y todo aquello que hagas o digas, puede ser usado en tu contra o llamado delirio. Un lugar donde dejás de ser una persona para ser un número, una ficha, una historia clínica. Sos un paciente, al que de buenas a primeras, drogan, sobremedican, colocan un chaleco químico para que no moleste. Y así te quedás, babeando todo el día. El manicomio es un campo de concentración donde rige el maltrato físico y psicológico: ataduras a la cama, electroshocks, inyecciones de leche, shocks insulínicos… Resulta muy difícil salir del manicomio porque es una cloaca social, igual que la prostitución o los chicos en la calle. Encierran al que piensa diferente, al que estorba, al que no tiene donde ir. A mí me tocó el manicomio con doble castigo: por loca y por pobre. El mundo no tiene espacio para un loco rehabilitado. Y nadie anda ofreciendo trabajo por los hospicios en una sociedad con miles de jóvenes desocupados.

A esto / me gusta llamarlo / -sencillamente- / hospicio o manicomio. / Siempre rechacé los eufemismos. / Es como que viene mejor / llamar las cosas por su nombre / al pan, pan / y al vino, vino. / Y a las pastillas / chaleco químico. / Y aquello tan, tan viejo y tan cierto, / que uno está loco / pero no come vidrio. / Tal vez, tenga del mundo / una visión, / un tanto escatológica, / un tanto, tal vez, parcializada, / pero bueno / por algo estoy en el hospicio.

P. VAS. Tu libro, sin embargo, parece escrito desde la lucidez

M. W. Mi libro no fue escrito desde la locura porque en la locura no creás nada. Hay gente que hace una apología de la locura; creen que estar loco es genial. Eso no es cierto, estar loco es muy doloroso y no tiene nada de genial. No permite el rigor, la mesura que necesita cualquier obra artística. No hay arte desde la locura. Tampoco la locura es permanente, como dice Panero: la locura es un estado provisorio. Se nos hace creer que la locura es un estado permanente para poder justificar las internaciones de por vida, los olvidos, los abandonos. Al apartar las personas que molestan, la sociedad tiene la ilusión de estar sana. Para eso existen los muros en los hospicios: para que los que pasan por fuera sientan la maravilla de estar sanos. Aunque estar en un manicomio, no siempre es estar loco. De los años que estuve internada en Montes de Oca, tres meses los pasé con la patología psiquiátrica, los tres años restantes fui una paciente social. Es decir, alguien que permanece internado porque no tiene dónde ir, ni cómo vivir, ni un techo. Alguien a quien es preferible dejar adentro porque en el hospicio su vida corre menos peligro que en la calle. En Montes de Oca hay gente que está hace diez, quince, veinticinco, treinta años. Las altas son escasas, se dan después de muchas vueltas.

Ya no consumo Halopidol, / sólo Tegretol, Anafranil y Litio. / Estoy compensada. / Traduzcamos: / me mantengo de éste lado, / es decir, sin delirios / y deambulo / (porque, nosotros, los pacientes, deambulamos). / Es una nueva costumbre que he adquirido. / Deambulo -como digo- / libremente por el enorme parque del hospicio. / Estoy lúcida, ubicada en tiempo y espacio, / por lo tanto: / sé en qué día vivo. / ¿Vivo? Me pregunto, / y me entra la tristeza y me deprimo. / La historia clínica se pone gorda de tristezas. / Yo soy mi historia clínica. / ¿Dejé de ser mi historia, acaso? / Es muy malo preguntarse tantas cosas / que complican, además, el tratamiento. / Tengo sueños, pesadillas / que a nadie se las cuento, por las dudas, / no sea cosa, vayan a la historia clínica. / Pero si tengo insomnio, por ejemplo, / esto es inocultable, / y va derecho a la historia clínica. / Mi psiquiatra, entonces, / regula las pastillas. / Duermo. Se anota en la historia clínica. / Doctor, estoy amando /¿Esto también irá a la historia clínica?

P. VAS. Pero a vos de alguna forma el arte te sirvió para salir

M. W. Nadie puede salir solo del manicomio, necesitás de tus amigos, de tu familia. En mi caso, fue mi amiga Nomi Lerner quien comenzó a visitarme y me ofreció vivir en su casa. Y luego Alfredo Moffatt me facilitó un trabajo, un techo, comida. Y desde entonces soy docente en la Escuela de Psicología Social. El arte tiene una función terapéutica, ayuda a que uno se reconstruya, pero cuando se logra un producto artístico, se lo logra en salud. Cuando llevaba dos años internada muere mi ex pareja, a quién no pude visitar por razones obvias. Entonces escribo un poema y alguien del servicio de rehabilitación decide enviarlo a un concurso. El poema gana el primer premio, y el premio consistía en la edición de un libro. Entonces tuve que sumergirme en la construcción del libro, porque tenía escritos muy pocos poemas. Y así surge Los Montes de la Loca, que desenmascara la realidad de los hospicios y donde están los duelos a todos mis muertos. El libro se publicó en el año 2000 y empezó su camino, ahora va por la séptima edición.

P. VAS. También fue al teatro

M. W. Fue al teatro. Y a mí me conmovió ver plasmados los poemas en cada personaje. Y este año vuelve a escena Los Montes de la Loca II , por el grupo de teatro El Carrusel de las Artes, nuevamente dirigido por Fanny Dimant.

Cuando se toca fondo / y se mastica el polvo, / te das cuenta, aprendés, /que aún no lo has perdido todo, / que hay más para perder, / que el fondo, en realidad, no tiene fondo, / que aún se puede descender / y descender / Se piensa que ya no se puede estar más solo / y sin embargo, sí se puede/ hay más soledad, te lo aseguro. / Pero un día / un día cualquiera, se te da por mirarte en el espejo / (no abundan los espejos en el manicomio, / por razones obvias, se me ha dicho). / No importa, el espejo del que hablo, está en otro lado, / adentro. / Y te das cuenta, por ejemplo, / que tenés dos piernas, / te las mirás, las sometés a prueba, / y te vas a dar una vuelta por el parque del hospicio. / Y te cruzás entonces, con otro espejo que deambula, / más valioso y fidedigno / ¡Y acaece la revelación! / ¡Qué voy a estar sola… sí somos mil setenta locos acá adentro! / Y cuando nos juntamos los espejos / uno le da coraje al otro y resistimos. / La subestimación. / La discriminación. / Los abandonos. / Pero bueno, estas ya no son cosas de locos.

P. VAS. ¿Cuál es la delgada línea entre la locura y la lucidez?

M. W. La línea entre la cordura y la locura es muy imprecisa, muy difusa. Hay un momento en el que sentís que la realidad te supera, que dejaste de entender los códigos de los demás, que te quedaste muy solo y sin puentes… Entonces te inventás un personaje porque esa soledad es insoportable. Es preferible inventarse un otro que te persigue que caer en el vacío yoico, en la despersonalización. El delirio no es la enfermedad, sino la defensa contra ese vacío existencial terriblemente profundo que tenés enfrente.

Uno se muere una tarde cualquiera / sin darse cuenta, / sin quererlo… / y resucita, también / sin saber por qué, / sin advertirlo… / descubre, frente a un espejo cualquiera, / que tiene ojos, boca, naríz, oídos, / y de nuevo sensibles, las puntas de los dedos. / El mundo empieza ahí, / cuando lo toco. / Es áspero, es suave, / aterciopelado, / caliente o frío. / -Mi mundo empieza en la punta de mis dedos- / y debe ser por eso / que son tan irresistibles / las ganas de tocarte, / de rozarte, apenas… / para saber, por ejemplo, / como es de tibia tu piel, / si me rechaza o me acepta. / Saber… / si se deja acariciar o si se pone arisca, /como un animal del monte y me rehuye. /Si se estremece o permanece ajena a mis urgencias. / El mundo empieza en la punta de mis dedos, / pero se completará -solamente- / si puedo acariciarte, tocarte, rozarte apenas…

P. VAS. Pero ese vacío existencial no es solamente tuyo, es un problema de toda la humanidad

M. W. Obvio. Yo creo que cada cual elige su camino. Hay personas por ahí que jamás se brotan pero viven de una manera espantosa, acelerados, endeudados, perseguidos Hay otras que eligen empastillarse, drogarse, hacer una hipocondría Y otros, en algún lugar, elegimos volvernos locos. Porque la locura no es para cualquiera, no se vuelve loco el que quiere sino el que puede.

P. VAS. ¿Cómo es eso?

M. W. Tenés que tener un resto para volverte loco. Animarte a andar por abismos muy terroríficos.

Hace 731 días / que no hago el amor / que no como papas fritas / que no voy al cine /que no me tomo una cerveza /que no veo a mis amigos. / Hace 731 días de todo / o casi todo… / Hoy hace dos años / que llegué al hospicio. / ¡Feliz cumpleaños! / Voy a brindar / tomándome las pastillas / de un solo trago.

P. VAS. Y ahora, ¿cómo te definirías loca o cuerda?

M. W. Yo creo que soy una persona que en algunos momentos de su vida está loca. Y la mayor parte del tiempo, cuerda. Tengo una patología que se llama bipolar que, como la palabra lo dice, tiene dos extremos o polaridades: manía y depresión.

P. VAS. ¿Alguna vez pensaste suicidarte?

M. W. No. Pero cuando estás en situación de delirio ponés en juego tu vida. Y eso, de alguna manera, es un suicidio encubierto. Al estar indefenso y delirante en la calle te convertís en un blanco fácil para recibir la violencia de los otros. Generalmente uno termina en una ranchada con alcohólicos, por ejemplo, y ahí corres el riesgo de que te violen o te golpeen He estado en situaciones límites, pero no me he permitido llegar a ese extremo. Tengo un registro de hasta dónde puedo tolerar, de que la vida tiene que estar en otro lado.

Ladrillo a ladrillo / había levantado mi pared. / El mundo estaba allá, del otro lado / -quieto, previsible, ajeno- / Pero llegaste / ladrillo a ladrillo / derrumbaste / mi paz de naftalina. / Todo está otra vez bajo sospecha, / ya no hay nada que se quede quieto. / El desorden se adueñó del reloj de arena de mis venas. / Es otra vez el caos, como al principio. / ¿Qué voy a hacer con todo esto? / Ya no puedo ni quiero pedirle al corazón / que marche más tranquilo. / Es que tu piel huracanada / le ha puesto espuelas de plata a mi deseo. / Y todo es vértigo encendido, / lava, piedra madre y torbellino. / Todos los vientos / y además el viento. / Estoy desnuda, hambrienta, / tengo mucha sed. / Me acabo de dar cuenta que estoy viva.

P. VAS. ¿Estás escribiendo?

M. W. Ahora estoy trabajando en un libro que voy a titular Paredón y Después, trato de plasmar mi experiencia al salir del manicomio. Porque es como que se sale con la palabra manicomio pintada en la frente. La gente le tiene tanto miedo a la locura…

P. VAS. ¿Qué fue lo que más te sorprendió al salir?

M. W. Estar encerrada es como estar en un freezer, sin contactos con el mundo, detenida en otro tiempo. Cuando salí del Montes de Oca, lo primero que me llamó la atención es ver que todo el mundo hablaba solo por la calle. Parecía un brote psicótico. ¡Pero claro!, era la telefonía celular. Lo que más me sorprendió, a los pocos días de estar afuera fue que en menos de catorce cuadras, por Rivadavia, llegué a contar 40 personas en situación de calle. Familias enteras, ancianos, niños, torrentes de personas viviendo en la calle. Y me dije: este es el manicomio del otro lado.

P. VAS. ¿Antes no era igual?

M. W. Antes había más gente con la situación resuelta. Por lo menos, lograba sostener su familia, su trabajo, su casa después vino todo este deterioro del desempleo. Cuando todas esas estructuras sociales se van a la mierda, las personas quedan individualmente aisladas. El problema de todos comienza a ser el problema de cada uno. Y arreglate como puedas.


Eche veinte centavos en la ranura/ y pase./ -voy a mostrarle un mundo- / un contrauniverso, acaso. / Un pedazo de realidad, que casi seguro, / usted teme y desconoce, / y porque desconoce, teme. / De salvoconducto, / le vamos a pedir -es cierto- /un cigarrillo, / una moneda, para comprar yerba y azúcar. / Pero, vaya sabiendo / a veces, pedir es una excusa. / Queremos ser mirados / oídos / saludados / Pero si el susto no lo paraliza, todavía, / digo por verse tan rodeado, / dé otro paso / le falta lo mejor, le aseguramos. / ¡Ah! / Si por esas cosas de la vida, / le anda haciendo falta / un poco de ternura / (que es escasa afuera, lo sabemos) / Eche veinte centavos en la ranura.


(*) Directora del Periódico Vas, de Buenos Aires. La entrevista es de 2009 y la re-publicación data del 17 de agosto de 2012 en PERIÓDICO VAS. La autora cedió gentilmente el texto para su publicación en Revista Superficie.

http://www.revistasuperficie.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=626:marisa-wagner-los-montes-de-la-loca&catid=5:entrevistas&Itemid=7



Y refiriéndose a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, dijo también esta parábola: "Dos hombres subieron al Templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. 
El fariseo, de pie, oraba en voz baja: "Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros; ni tampoco como ese publicano. 

Evangelio de Lucas. 18, 9-11.-




Leer esta entrevista y testimonio de vida es imprescindible para entender por qué estamos como estamos, por qué tanto delirio individualista, por qué cada vez más, giramos en torno al ostracismo. Hay un mundo que no quiere saber del otro mundo, un mundo que dice: "es preferible alejarse de la gente con problemas", un mundo que no sabe que en su mundo no se vive de verdad, que no sabe que no se puede ocultar a los demás, aunque les moleste su sola presencia, que no sabe que el otro mundo, también está lleno de gente como ellos, con tanta necesidad de amor y tantas ganas de ser feliz como ellos...

Sumergirse por un instante en ese terreno resbaladizo, incomodo, angustiante y común, nos hace más humanos, nos hace bien a todos, nos hace más personas...

Cuando leí esta dramática, dura e innegable palabra de vida, esta avenida de humanidad que  conmociona como lo es la de Marisa Warner, sentí vergüenza de mi mismo, porque me reconocí en tantos lugares impiadosos y miserables de los que describe, que me asusta, no solo como individuo, sino ya, como parte de aquella, "la estandarizada","normalizada", sociedad tras los muros, perteneciente a los calificados e intitulados "cuerdos" (“este lado de la realidad”) según dice acertadamente Marisa...


Al finalizar, me vino la imagen del Evangelio de Lucas que cito en el comienzo: He estado durante mucho tiempo dando gracias a Dios por no ser como el publicano...


Raúl Olivares.-
Todos los derechos reservados.-


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Por Mariane Pécora (*)

Marisa Wagner fue estudiante, militante, madre, amante, loca, poeta y docente. Escribió una autobiografía en versos desgarradores que describen su paso por el manicomio donde vivió muchos años. “Más para protegerme del desamparo y de la pobreza, que de la locura”, decía. Esos versos, le abrieron las puertas a “este lado de la realidad”: ganó un concurso literario, editó su libro con gran éxito, y fue llevado al teatro en dos oportunidades. Era docente de la escuela de Psicología Social de Alfredo Moffat, miembro del Frente de Artistas Externados del Hospital Borda y participaba del grupo Bipolar Latinoamerican, que brinda apoyo a las personas afectadas por el Síndrome Afectivo Bipolar, enfermedad que ella padecía. Falleció el 16 de agosto de 2012. 


Poeta, escritora y loca. Se desempeña como docente en la Escuela de Psicología Social que conduce Alfredo Moffatt y forma parte del Frente de Artistas Externados del Borda. Pasó parte de su vida internada en distintas instituciones psiquiátricas y ha vertido esa experiencia en su literatura.

Por momentos sus movimientos suelen ser convulsivos, le cuesta estar quieta. No hace mucho descubrieron que esto se debe una disquinecia tardía o daño neuronal, producido por el exceso de medicación que soportó durante sus internaciones. Padece del hoy famoso “trastorno bipolar”, desorden psicológico que, con una adecuada contención psiquiátrica y una medicación controlada, no requiere internación. Sin embargo, la quinta parte de su vida ha estado internada en distintos manicomios -como le gusta llamarlos-. La pobreza, la soledad, falta de trabajo y, por supuesto, su enfermedad, la llevaron a estos sitios. Hasta que, como sucede en los cuentos mágicos, desde un hospicio escribió un poema. Ese poema ganó un premio. Y ese premio se transformó en un libro: Los Montes de la Loca. Cuyos versos no son cuento, sino más bien una denuncia, una demanda, y el descarnado reflejo de miles de enfermos mentales.

P. VAS. ¿Qué es la locura?

Marisa Wagner. Leopoldo María Panero, poeta español internado en los manicomios desde hace 30 años, define a la locura como una ausencia provisoria de uno mismo. Y creo que esa es la explicación más acertada, porque cuando estás en un delirio o en una crisis psicótica, realmente entrás en un estado de inconciencia tal que te sentís separado de tu propio ser.

P. VAS. ¿Por qué se enloquece?

M. W. Se enloquece por un dolor extremo o por una soledad extrema. Un mundo injusto genera subproductos patológicos, y eso somos nosotros. De hecho, algunas personas pueden zafar de la locura y sobreviven. Claro, se mutilan un riñón o el hígado, hacen algo psicosomático, mueren de cáncer… La enfermedad se les aloja en el cuerpo. Otras personas, con un mecanismo absolutamente sensible, enloquecemos. Este mundo genera locura por donde lo mires. A los niños empiezan a darles Ritalina a los tres años. Estamos construyendo adictos, cosa que es muy rentable para la industria farmacéutica. Y ni hablar de los que están el la calle sin otra madre que la estación Retiro, como dice un amigo poeta. ¿Cómo hacés para sobrevivir entre tanta injusticia y crueldad sin enfermarte?

Si yo no estuviera loca / ¿Qué estaría? / ¿Muerta?/ ¿Desaparecida? / Y estar loca / ¿No es una manera -como otra cualquiera- / de desaparecer o morirse?/ Pero no filosofemos ¡no jodamos! / Si yo no estuviera loca estaría cuerda. / Haciendo la fila / para pagar la luz, el gas, el teléfono. / Haciendo otra fila / para pagar los impuestos. / Estaría mirando los clasificados. / Los informativos. / Estaría soñando / con ser alta, flaca, rubia / -como las modelos- / Estaría yendo al Shopping, / por ejemplo. / No sé si lo resistiría. / Creo que no sabría qué hacer del otro lado.

P. VAS. ¿A vos qué te pasó?

M. W. Yo venía cargando muertes: la de mi padre, la de mi hijo, la desaparición de mi pareja, de compañeros de militancia. Un día no resistí más y tuve un brote psicótico. Mi primera internación fue en el Borda, en el año 1987, con un diagnóstico impreciso. Pensaron que se trataba de un episodio aislado y me largaron a los seis meses sin medicación. Pero las crisis delirantes agudas se repetían cada dos o tres años. Y he ido a parar con mis huesos a los manicomios: Borda, Moyano, Alvear, el Servicio de Salud Mental de Olavarría, el hospitalito de Hinojo, y Montes de Oca, donde estuve internada tres años sin interrupciones, desde 1995 hasta 1998.

P. VAS. ¿Cómo es estar del otro lado?

M. W. Cuando atravesás la puerta del hospicio entrás a un lugar sin tiempo, sin tarea. Un lugar donde todos tus derechos humanos son vulnerados y todo aquello que hagas o digas, puede ser usado en tu contra o llamado delirio. Un lugar donde dejás de ser una persona para ser un número, una ficha, una historia clínica. Sos un paciente, al que de buenas a primeras, drogan, sobremedican, colocan un chaleco químico para que no moleste. Y así te quedás, babeando todo el día. El manicomio es un campo de concentración donde rige el maltrato físico y psicológico: ataduras a la cama, electroshocks, inyecciones de leche, shocks insulínicos… Resulta muy difícil salir del manicomio porque es una cloaca social, igual que la prostitución o los chicos en la calle. Encierran al que piensa diferente, al que estorba, al que no tiene donde ir. A mí me tocó el manicomio con doble castigo: por loca y por pobre. El mundo no tiene espacio para un loco rehabilitado. Y nadie anda ofreciendo trabajo por los hospicios en una sociedad con miles de jóvenes desocupados.

A esto / me gusta llamarlo / -sencillamente- / hospicio o manicomio. / Siempre rechacé los eufemismos. / Es como que viene mejor / llamar las cosas por su nombre / al pan, pan / y al vino, vino. / Y a las pastillas / chaleco químico. / Y aquello tan, tan viejo y tan cierto, / que uno está loco / pero no come vidrio. / Tal vez, tenga del mundo / una visión, / un tanto escatológica, / un tanto, tal vez, parcializada, / pero bueno / por algo estoy en el hospicio.

P. VAS. Tu libro, sin embargo, parece escrito desde la lucidez

M. W. Mi libro no fue escrito desde la locura porque en la locura no creás nada. Hay gente que hace una apología de la locura; creen que estar loco es genial. Eso no es cierto, estar loco es muy doloroso y no tiene nada de genial. No permite el rigor, la mesura que necesita cualquier obra artística. No hay arte desde la locura. Tampoco la locura es permanente, como dice Panero: la locura es un estado provisorio. Se nos hace creer que la locura es un estado permanente para poder justificar las internaciones de por vida, los olvidos, los abandonos. Al apartar las personas que molestan, la sociedad tiene la ilusión de estar sana. Para eso existen los muros en los hospicios: para que los que pasan por fuera sientan la maravilla de estar sanos. Aunque estar en un manicomio, no siempre es estar loco. De los años que estuve internada en Montes de Oca, tres meses los pasé con la patología psiquiátrica, los tres años restantes fui una paciente social. Es decir, alguien que permanece internado porque no tiene dónde ir, ni cómo vivir, ni un techo. Alguien a quien es preferible dejar adentro porque en el hospicio su vida corre menos peligro que en la calle. En Montes de Oca hay gente que está hace diez, quince, veinticinco, treinta años. Las altas son escasas, se dan después de muchas vueltas.

Ya no consumo Halopidol, / sólo Tegretol, Anafranil y Litio. / Estoy compensada. / Traduzcamos: / me mantengo de éste lado, / es decir, sin delirios / y deambulo / (porque, nosotros, los pacientes, deambulamos). / Es una nueva costumbre que he adquirido. / Deambulo -como digo- / libremente por el enorme parque del hospicio. / Estoy lúcida, ubicada en tiempo y espacio, / por lo tanto: / sé en qué día vivo. / ¿Vivo? Me pregunto, / y me entra la tristeza y me deprimo. / La historia clínica se pone gorda de tristezas. / Yo soy mi historia clínica. / ¿Dejé de ser mi historia, acaso? / Es muy malo preguntarse tantas cosas / que complican, además, el tratamiento. / Tengo sueños, pesadillas / que a nadie se las cuento, por las dudas, / no sea cosa, vayan a la historia clínica. / Pero si tengo insomnio, por ejemplo, / esto es inocultable, / y va derecho a la historia clínica. / Mi psiquiatra, entonces, / regula las pastillas. / Duermo. Se anota en la historia clínica. / Doctor, estoy amando /¿Esto también irá a la historia clínica?

P. VAS. Pero a vos de alguna forma el arte te sirvió para salir

M. W. Nadie puede salir solo del manicomio, necesitás de tus amigos, de tu familia. En mi caso, fue mi amiga Nomi Lerner quien comenzó a visitarme y me ofreció vivir en su casa. Y luego Alfredo Moffatt me facilitó un trabajo, un techo, comida. Y desde entonces soy docente en la Escuela de Psicología Social. El arte tiene una función terapéutica, ayuda a que uno se reconstruya, pero cuando se logra un producto artístico, se lo logra en salud. Cuando llevaba dos años internada muere mi ex pareja, a quién no pude visitar por razones obvias. Entonces escribo un poema y alguien del servicio de rehabilitación decide enviarlo a un concurso. El poema gana el primer premio, y el premio consistía en la edición de un libro. Entonces tuve que sumergirme en la construcción del libro, porque tenía escritos muy pocos poemas. Y así surge Los Montes de la Loca, que desenmascara la realidad de los hospicios y donde están los duelos a todos mis muertos. El libro se publicó en el año 2000 y empezó su camino, ahora va por la séptima edición.

P. VAS. También fue al teatro

M. W. Fue al teatro. Y a mí me conmovió ver plasmados los poemas en cada personaje. Y este año vuelve a escena Los Montes de la Loca II , por el grupo de teatro El Carrusel de las Artes, nuevamente dirigido por Fanny Dimant.

Cuando se toca fondo / y se mastica el polvo, / te das cuenta, aprendés, /que aún no lo has perdido todo, / que hay más para perder, / que el fondo, en realidad, no tiene fondo, / que aún se puede descender / y descender / Se piensa que ya no se puede estar más solo / y sin embargo, sí se puede/ hay más soledad, te lo aseguro. / Pero un día / un día cualquiera, se te da por mirarte en el espejo / (no abundan los espejos en el manicomio, / por razones obvias, se me ha dicho). / No importa, el espejo del que hablo, está en otro lado, / adentro. / Y te das cuenta, por ejemplo, / que tenés dos piernas, / te las mirás, las sometés a prueba, / y te vas a dar una vuelta por el parque del hospicio. / Y te cruzás entonces, con otro espejo que deambula, / más valioso y fidedigno / ¡Y acaece la revelación! / ¡Qué voy a estar sola… sí somos mil setenta locos acá adentro! / Y cuando nos juntamos los espejos / uno le da coraje al otro y resistimos. / La subestimación. / La discriminación. / Los abandonos. / Pero bueno, estas ya no son cosas de locos.

P. VAS. ¿Cuál es la delgada línea entre la locura y la lucidez?

M. W. La línea entre la cordura y la locura es muy imprecisa, muy difusa. Hay un momento en el que sentís que la realidad te supera, que dejaste de entender los códigos de los demás, que te quedaste muy solo y sin puentes… Entonces te inventás un personaje porque esa soledad es insoportable. Es preferible inventarse un otro que te persigue que caer en el vacío yoico, en la despersonalización. El delirio no es la enfermedad, sino la defensa contra ese vacío existencial terriblemente profundo que tenés enfrente.

Uno se muere una tarde cualquiera / sin darse cuenta, / sin quererlo… / y resucita, también / sin saber por qué, / sin advertirlo… / descubre, frente a un espejo cualquiera, / que tiene ojos, boca, naríz, oídos, / y de nuevo sensibles, las puntas de los dedos. / El mundo empieza ahí, / cuando lo toco. / Es áspero, es suave, / aterciopelado, / caliente o frío. / -Mi mundo empieza en la punta de mis dedos- / y debe ser por eso / que son tan irresistibles / las ganas de tocarte, / de rozarte, apenas… / para saber, por ejemplo, / como es de tibia tu piel, / si me rechaza o me acepta. / Saber… / si se deja acariciar o si se pone arisca, /como un animal del monte y me rehuye. /Si se estremece o permanece ajena a mis urgencias. / El mundo empieza en la punta de mis dedos, / pero se completará -solamente- / si puedo acariciarte, tocarte, rozarte apenas…

P. VAS. Pero ese vacío existencial no es solamente tuyo, es un problema de toda la humanidad

M. W. Obvio. Yo creo que cada cual elige su camino. Hay personas por ahí que jamás se brotan pero viven de una manera espantosa, acelerados, endeudados, perseguidos Hay otras que eligen empastillarse, drogarse, hacer una hipocondría Y otros, en algún lugar, elegimos volvernos locos. Porque la locura no es para cualquiera, no se vuelve loco el que quiere sino el que puede.

P. VAS. ¿Cómo es eso?

M. W. Tenés que tener un resto para volverte loco. Animarte a andar por abismos muy terroríficos.

Hace 731 días / que no hago el amor / que no como papas fritas / que no voy al cine /que no me tomo una cerveza /que no veo a mis amigos. / Hace 731 días de todo / o casi todo… / Hoy hace dos años / que llegué al hospicio. / ¡Feliz cumpleaños! / Voy a brindar / tomándome las pastillas / de un solo trago.

P. VAS. Y ahora, ¿cómo te definirías loca o cuerda?

M. W. Yo creo que soy una persona que en algunos momentos de su vida está loca. Y la mayor parte del tiempo, cuerda. Tengo una patología que se llama bipolar que, como la palabra lo dice, tiene dos extremos o polaridades: manía y depresión.

P. VAS. ¿Alguna vez pensaste suicidarte?

M. W. No. Pero cuando estás en situación de delirio ponés en juego tu vida. Y eso, de alguna manera, es un suicidio encubierto. Al estar indefenso y delirante en la calle te convertís en un blanco fácil para recibir la violencia de los otros. Generalmente uno termina en una ranchada con alcohólicos, por ejemplo, y ahí corres el riesgo de que te violen o te golpeen He estado en situaciones límites, pero no me he permitido llegar a ese extremo. Tengo un registro de hasta dónde puedo tolerar, de que la vida tiene que estar en otro lado.

Ladrillo a ladrillo / había levantado mi pared. / El mundo estaba allá, del otro lado / -quieto, previsible, ajeno- / Pero llegaste / ladrillo a ladrillo / derrumbaste / mi paz de naftalina. / Todo está otra vez bajo sospecha, / ya no hay nada que se quede quieto. / El desorden se adueñó del reloj de arena de mis venas. / Es otra vez el caos, como al principio. / ¿Qué voy a hacer con todo esto? / Ya no puedo ni quiero pedirle al corazón / que marche más tranquilo. / Es que tu piel huracanada / le ha puesto espuelas de plata a mi deseo. / Y todo es vértigo encendido, / lava, piedra madre y torbellino. / Todos los vientos / y además el viento. / Estoy desnuda, hambrienta, / tengo mucha sed. / Me acabo de dar cuenta que estoy viva.

P. VAS. ¿Estás escribiendo?

M. W. Ahora estoy trabajando en un libro que voy a titular Paredón y Después, trato de plasmar mi experiencia al salir del manicomio. Porque es como que se sale con la palabra manicomio pintada en la frente. La gente le tiene tanto miedo a la locura…

P. VAS. ¿Qué fue lo que más te sorprendió al salir?

M. W. Estar encerrada es como estar en un freezer, sin contactos con el mundo, detenida en otro tiempo. Cuando salí del Montes de Oca, lo primero que me llamó la atención es ver que todo el mundo hablaba solo por la calle. Parecía un brote psicótico. ¡Pero claro!, era la telefonía celular. Lo que más me sorprendió, a los pocos días de estar afuera fue que en menos de catorce cuadras, por Rivadavia, llegué a contar 40 personas en situación de calle. Familias enteras, ancianos, niños, torrentes de personas viviendo en la calle. Y me dije: este es el manicomio del otro lado.

P. VAS. ¿Antes no era igual?

M. W. Antes había más gente con la situación resuelta. Por lo menos, lograba sostener su familia, su trabajo, su casa después vino todo este deterioro del desempleo. Cuando todas esas estructuras sociales se van a la mierda, las personas quedan individualmente aisladas. El problema de todos comienza a ser el problema de cada uno. Y arreglate como puedas.

Eche veinte centavos en la ranura/ y pase./ -voy a mostrarle un mundo- / un contrauniverso, acaso. / Un pedazo de realidad, que casi seguro, / usted teme y desconoce, / y porque desconoce, teme. / De salvoconducto, / le vamos a pedir -es cierto- /un cigarrillo, / una moneda, para comprar yerba y azúcar. / Pero, vaya sabiendo / a veces, pedir es una excusa. / Queremos ser mirados / oídos / saludados / Pero si el susto no lo paraliza, todavía, / digo por verse tan rodeado, / dé otro paso / le falta lo mejor, le aseguramos. / ¡Ah! / Si por esas cosas de la vida, / le anda haciendo falta / un poco de ternura / (que es escasa afuera, lo sabemos) / Eche veinte centavos en la ranura.

(*) Directora del Periódico Vas, de Buenos Aires. La entrevista es de 2009 y la re-publicación data del 17 de agosto de 2012 en Periódico Vas. La autora cedió gentilmente el texto para su publicación en Superficie.



viernes, 26 de octubre de 2012

EMPRESARIOS Y ART...¡AGRADECIDOS! por FABIANA ARENCIBIA (RED ECO) ARGENTINA

Los agradecidos:


"La modificación fue aprobada por 139 votos a favor, 82 en contra y dos abstenciones (*). El beneplácito de la Unión Industrial Argentina (entidad promotora de la reforma), las cámaras de empresarios pymes, la Asociación de Industriales de Buenos Aires, la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires y la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, bastan para entender quiénes son los beneficiaros principales de esta reforma."

Del artículo de Fabiana Arencibia.-


¿Qué vale la vida de un obrero? ...Vale?


Solo la previsión, la educación y una ley justa puede proteger a los trabajadores.

Cayó un obrero en una construcción
Atrapados en los riesgos de un trabajo que puede incapacitarlos o matarlos.





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Viernes, 26 de Octubre de 2012 04:56

Empresarios y ART... ¡agradecidos!


La Cámara de Diputados aprobó ayer las reformas a la Ley de Riesgos de Trabajo, norma vigente desde las políticas neoliberales de los `90. Los cambios introducidos están lejos de tratar los accidentes y enfermedades laborales con un carácter proteccionista y preventivo. La nueva ley queda constituida en beneficio para las empresas, las aseguradoras y el sindicalismo empresario. Reproducimos artículo de Fabiana Arencibia publicado por la Red Eco.-



(Fabiana Arencibia-Red Eco) Argentina




La modificación fue aprobada por 139 votos a favor, 82 en contra y dos abstenciones (*). El beneplácito de la Unión Industrial Argentina (entidad promotora de la reforma), las cámaras de empresarios pymes, la Asociación de Industriales de Buenos Aires, la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires y la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, bastan para entender quiénes son los beneficiaros principales de esta reforma. 
Así de claro fue expresado por la presidenta de la Nación cuando el pasado 19 de setiembre anunció el envío del proyecto del Ejecutivo al Congreso, al afirmar que esta iniciativa contaba con el consenso de sectores empresarios y también sindicales. 
Los sindicalistas a los que se refería son los que integran la CGT alineada a la política oficial que conduce Antonio Caló, la mayoría de los cuales, vale recordar, apoyó durante el menemismo las normas de flexibilización laboral que les quitaron a los trabajadores derechos que fueron conquistados durante años de luchas.
La reforma se asienta sobre tres bases: la eliminación de la mal llamada "doble vía", la actualización semestral de los montos de las indemnizaciones por accidentes de trabajo y un plazo de 15 días para que las Administradoras de Riesgo de Trabajo (ART) paguen las mismas.

"Doble vía"


Hasta ahora, los trabajadores podían cobrar la indemnización a través de la compañía aseguradora (ART), pero además utilizar la vía de la Justica del Trabajo en caso de que entendieran que ese monto no se correspondía con el daño sufrido y poder así compensar la totalidad del mismo, según lo disponen las normas civiles. 
La ley reformada ayer obliga en primera instancia a que el trabajador opte por cuál de los dos caminos tomará para resarcirse. Esta imposición resulta francamente extorsiva porque entre elegir una indemnización tarifada que puede cobrar en 15 días (aunque sea menor a la que le correspondiese) o tener que esperar los tiempos que dure el juicio sin contar con ningún resarcimiento, la elección resulta más que obvia.
Hay otro elemento que incide también en la decisión de abandonar la instancia judicial y es el reemplazo de la Justicia laboral por la Justicia civil, para el caso que se opte por este camino. Este no es un detalle menor ya que el desplazamiento de Justicia del Trabajo por la competencia de la Civil, importa la obtención de indemnizaciones menores y de procesos más largos para obtener el fallo.

El negocio del sindicalismo empresario

Previa a la modificación de la Ley de Riesgos de Trabajo (LRT) el Poder Ejecutivo promulgó el decreto 1720/2012 que habilita a las cámaras empresarias, asociaciones de empleados y sindicatos que participen en las negociaciones colectivas, para crear las ART MUTUALES. Además de constituir un nuevo negocio para el sindicalismo empresario, se refuerza aun más el monopolio de la representación de los sindicatos que gozan de personería gremial, cuando la libertad sindical es cercenada desde el poder político que niega reconocimiento a sindicatos y centrales de trabajadores que no responden a su proyecto político. 
Por otra parte, este decreto obliga a "utilizar de manera prioritaria y siempre que sea técnicamente posible, los servicios de obras sociales y efectores públicos de salud para proveer las prestaciones en especie previstas en el Régimen de Riesgos de Trabajo". En este sentido, el Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina da cuenta de la experiencia de España en la que estas mutuales "han logrado generar negocios rentables a pesar de no tener fin de lucro, con solo contratar servicios (por ejemplo de asesoramiento y formación en materia de prevención) con empresas asociadas y capturar a través de ese mecanismo los beneficios que la ley le prohíbe".

Cambiar algo para que nada cambie


Con la reforma continúa sin ser modificado el régimen de prevención de riesgos de accidentes laborales, por uno que ejerza un control eficaz y en el que los trabajadores sean parte del diseño, implementación y fiscalización de las medidas de prevención en la empresa. Un sistema que responsabilice a las ART en forma solidaria con los empleadores, por el incumplimiento de esas normas.
La Comisiones Médicas continuarán siendo las que determinen si el accidente o enfermedad son de naturaleza laboral y cuál es el grado de incapacidad. Las Comisiones dependen de instituciones que no son diferentes a las que brindan las prestaciones y por lo tanto no se garantiza la autonomía de sus dictámenes.
Siguen existiendo enfermedades que para la Superintendencia de Riesgos de Trabajo no son reconocidas como originadas por el desarrollo de la tarea. En este sentido, hay un dato significativo a tener en cuenta: el promedio mundial indica que las enfermedades profesionales representan un 38% del total de los siniestros laborales, pero la Superintendencia solo reconoce como tal apenas un 2% de enfermedades sobre el total de siniestros registrados en el sector formal.
El Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina afirma que "es imposible negar que el contenido regresivo de las modificaciones responde a los reclamos de empresarios que bajo la coartada de asegurar ‘previsibilidad' al sistema y de desalentar la ‘industria del juicio', persiguen asegurar la continuidad de los negocios de las A.R.T. y de la elevada rentabilidad empresaria. (...) accede a las pretensiones de la UIA, satisface la codicia del capital financiero dueño de las ART y regala un nuevo negocio al Sindicalismo Empresario" 
Por su parte, la Asociación de Abogados Laboralistas de la Ciudad de Buenos Aires recuerda que ya pasaron ocho años desde que la Corte Suprema de Justica descalificó constitucionalmente la Ley de Riesgos de Trabajo (que recoge desde ahora las modificaciones planteadas). "Y pasaron dieciséis desde que se puso en marcha una ley de Riesgos de Trabajo que muy poco ha hecho por la prevención, y que ha funcionado como una máquina de destrucción de los derechos de los trabajadores. (...) Lo que el gobierno ofrece es dejar para más adelante la cuestión de la prevención y dar una urgente solución satisfactoria a las demandas de los grandes grupos económicos. Ya no parece casual que la Presidenta hable de este tema - que es trascendental para los trabajadores- rodeada de empresarios que la aplauden a rabiar", afirma.
Esta nueva reforma, que cambia algo para que nada cambie, le pone a los trabajadores un nuevo "impuesto de sangre" para que de los 20 trabajadores que mueren por día en nuestro país, cuatro sean por accidentes de trabajo y el resto por enfermedades vinculadas con el ambiente laboral.

(*) El bloque del Frente para la Victoria (FpV) junto al PRO (alianza que también se dio en varias oportunidades en la legislatura porteña) aportaron los votos positivos. Los votos en contra correspondieron a la Unión Cívica Radical, el Frente Amplio Progresista, el Frente Peronista, la Coalición Cívica y Proyecto Sur. Dentro del bloque oficialista, el diputado Jorge Rivas se opuso a la norma y los diputados Facundo Moyano y Omar Plaíni (de la CGT no oficialista que conduce Hugo Moyano) se manifestaron en contra pero al momento de votar se fueron del recinto. Por su parte, el diputado Héctor Recalde, ex asesor de la CGT de Moyano, se abstuvo en general y votó en contra en algunos puntos.