martes, 26 de noviembre de 2013

"LA EMBAJADA" DICE QUIÉN GANÓ por Atilio Boron ELECCIONES EN HONDURAS







EL MUNDO › OPINION

“La embajada” dice quién ganó




Por Atilio A. Boron


En las últimas horas de ayer, el Tribunal Superior Electoral de Honduras consagraba como ganador al candidato del continuismo golpista, Juan Orlando Hernández. Desde el inicio, el proceso electoral estuvo lastrado por vicios irremediables que arrojaron un pesado manto de sospecha sobre su desenlace. La desembozada intervención de “la embajada” en los asuntos internos de Honduras tendría que haber sido una razón suficiente como para suspender las elecciones, rediseñar las instituciones políticas –entre ellas el propio TSE, controlado por quienes avalaron el golpe del 2009– y hacer una nueva convocatoria electoral para cuando se reuniesen condiciones mínimas requeridas para una elección, no sólo durante la campaña (ya de por sí un problema en Honduras, con su record de periodistas y militantes opositores asesinados) sino durante el recuento final de votos. Semanas antes de las elecciones, personeros gubernamentales habían declarado que el TSE ¡cotejaría sus cifras con las que aportase la embajada de Estados Unidos antes de dar a conocer los resultados definitivos! En resumen: el ganador sería proclamado por “la embajada” y el gobierno del continuismo golpista de Porfirio Lobo admitiría haber convertido a Honduras en un protectorado estadounidense.

Esta ignominiosa confesión dice mucho de la historia de ese sufrido país, ocupado por Washington y convertido en la década de los ochenta en una gigantesca retaguardia para servir de apoyo logístico a las agresiones perpetradas a la revolución sandinista por los “contras” nicaragüenses. Arquitecto de este proyecto contrarrevolucionario fue John Negroponte, una de las figuras más siniestras de las Américas y designado por Ronald Reagan embajador en Honduras, función en la cual contó con la colaboración de otro reconocido terrorista internacional, Otto Reich. Bajo su gestión, el ejército hondureño fue reorganizado de cabo a rabo, dotándolo de armamentos sofisticados, equipos y tecnología militar de última generación, y convirtiendo a la base militar Soto Cano, en Palmerola, en una de las más estratégicas de cuantas Estados Unidos posee en Centroamérica y el Caribe. Cuando el presidente Mel Zelaya (foto) trató de democratizar al sistema político y concretó su ingreso al ALBA, fue violentamente destituido mediante un “golpe institucional”, a los cuales se ha hecho tan adicto el régimen de Obama.

Uno de los analistas presentes en Honduras, Katu Arkonada, confirma la existencia de múltiples “irregularidades”, por no decir estafas a la voluntad popular. Hay por lo menos un 20 por ciento de las actas de las mesas receptoras de sufragios, en regiones en donde el partido Libre cuenta con gran respaldo popular, que fueron arbitrariamente sometidas a auditoría y no computadas; en comunidades apartadas se observó el “voto encadenado” y la compra de credenciales electorales; hay miles de mesas en donde los partidos minoritarios obtuvieron cero votos, es decir, que ni sus candidatos habrían votado por sí mismos. Sólo resta conjeturar cuántos votos de Xiomara Castro fueron sustraídos de las urnas. Libre ganó en las calles, pero no organizó una red de fiscales para garantizar la pureza del comicio. Confió en su amplia mayoría, certificada por todas las encuestas, y en la inverosímil “imparcialidad” del TSE y el gobierno ante una elección que el imperialismo y la oligarquía hondureña no podían perder, porque Washington jamás habría aceptado un resultado contrario a sus intereses en la zona.

El primer paso de la estrategia norteamericana para impedir un revés político fue la campaña de difamaciones en contra de Xiomara y su partido. El segundo, la organización fraudulenta de los comicios y el recuento de los votos. Tercero, si los dos anteriores no frustraban la victoria de Libre: impugnación del proceso electoral y manipulación del Congreso para impedir su asunción y, en caso de que pudiera hacerlo, provocar su destitución “legal” al igual que le ocurriera a su esposo. Hasta ahora, la derecha se las arregló apelando al fraude, dando a conocer cifras que no se corresponden con la realidad y que los medios hegemónicos dan por buenas. Libre tendrá que recuperar en las calles lo que le arrebataron en las urnas.

¿Cómo habría reaccionado la supuesta prensa libre e independiente del continente si los vicios, fraudes y crímenes perpetrados en Honduras hubieran tenido lugar en Bolivia, Ecuador o Venezuela? La gritería de los lenguaraces del imperialismo y sus aliados habría sido atronadora. En cambio, ahora en esos medios impera un silencio cómplice porque en Honduras todo vale. ¿Por qué? Porque así como Israel es la pieza clave para garantizar el equilibrio geopolítico de Medio Oriente, Honduras lo es para Centroamérica, al ser éste el país donde se concentra el grueso del poder de fuego estadounidense en la región. Y así como Washington no permanecería ni un minuto de brazos cruzados ante un eventual triunfo de una izquierda antiimperialista en Israel, se involucró descaradamente en el proceso político interno de Honduras para garantizar un resultado acorde con sus intereses estratégicos en la región. ¡Menos mal que hace unos días, en la OEA, John Kerry dio por superada la Doctrina Monroe!


* Director del PLED, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.


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sábado, 23 de noviembre de 2013

DÓNDE ESTÁ LUCIANO ARRUGA? 38 DÍAS DE ACAMPE POR EL DERECHO A SABER LA VERDAD



Campaña por el Derecho a Saber la Verdad.

38 Dias de acampe

4º Dia de Trabajo del EAAF (Equipo Argentino de Antropologia Forense).

El acampe Continua hasta que la Municipalidad de la Matanza avance en el "comodato" que confirme el futuro Espacio para la memoria "Luciano Arruga".

Ni un paso atrás.

  

  radio Zona Libre



Conferencia de prensa, "Campaña por el Derecho a Saber", desde la vigila en el ex destacamento



domingo, 10 de noviembre de 2013

TENÍA RAZÓN CAMUS? por Horacio González




Albert Camus












"...Pero el modelo de exonerar simultáneamente los “polos complementarios”, la apócrifa estructura moral proporcional de los fenómenos de violencia, no podía trasladarse a las decisiones y órdenes de exterminio del Estado, vistas tan solo como cruel contrapeso de la supuesta crueldad inversa. Había en esos enfrentamientos, descontando todo lo que en cualquier enfrentamiento opera como excepcionalmente degradante, un hilo de eticidad singularmente diferenciador. Si lo humano no es capaz de ver sus rostros diferenciadores en ocasión de los abismos últimos de violencia, entonces no hay “lo humano”."

Horacio González (del articulo de Pag./12).-



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¿Tenía razón Camus?

Por Horacio González

Leyendo algunas intervenciones relacionadas con el centenario del nacimiento de Albert Camus, aparecen afines resonancias con el actual debate argentino, el más grande que se diera nunca desde el punto de vista ético-político. Es el que usualmente identificamos como el debate sobre los dos demonios. La palabra “demonio” escapa de la frase y cualquier partido que se tome, ya no nace con la marca de un pensamiento sino de un exorcizo. El problema había surgido, pues, carente de palabras adecuadas.

Pero veamos el caso de Camus: su directa intervención en la cuestión argelina –no argentina– a fines de los años ‘50. Estaba específicamente destinada a no justificar “un terror con otro terror”, en no apoyarse en “el crimen del contrario para justificar el propio crimen”. En su juventud argelina, Camus había pasado fugazmente por el Partido Comunista de Argel –entonces promusulmán–, pero nunca abandonando sus propias búsquedas literarias: André Gide, Henri de Montherland, Chateaubriand. Pero el viaje a París y su actividad en el diario de la Resistencia, Combat, le harán ver las cosas de otra manera. “Somos los que al mismo tiempo se niegan a ejercer y a experimentar el terror.” Estas fórmulas ya estaban en aquel célebre periódico de la Resistencia, la memorable hoja donde también campea al espíritu del gran poeta surrealista René Char, que había fijado el punto cardinal de la vida “entre la obsesión de la cosecha y la indiferencia de la historia”.

¿Por qué estar en la Resistencia entonces, tanto el escritor semiclandestino como el poeta capitán de maquis? Simplemente, porque no era posible estar en otro lado. ¿Pero es posible tal ascetismo respecto de la historia y cierto grado de impasibilidad respecto de la crítica intelectual? No sólo Camus no ve allí ningún problema, sino que extrae de allí su moral de combate. Desde muy joven había hablado del “equilibrio solar mediterráneo”, noción que encerraba armonía y tragedia al mismo tiempo, un espacio de sensualidad que representaba una entrega hedónica e inocente, al margen de los cálculos y sinuosidades de la razón dialéctica. ¿Se podía convertir ese dato moral en una estrategia política? En Argelia, Camus apoya un partido moderado, el de un dirigente ya olvidado, Fehrat Abbas, con la esperanza de huir de la alternativa que ofrece el mayoritario Frente de Liberación Nacional, apoyado por la Unión Soviética, por la izquierda francesa, por Sartre y por Fanon. ¿Era posible forjar una nación argelina con un equilibrio entre franceses-argelinos, árabes, bereberes? No se trataba exactamente de un Estado asociado a Francia, sino de una nación –diríamos hoy– multicultural o plurinacional. Quizás hubiera sido la realización de la definición conservadora pero sutil de Renán, una nación que se rehace todos los días con independencia de razones etnográficas, lingüísticas o religiosas.

Quien recuerde el film La batalla de Argelia, con su eficaz contundencia –muestra la violencia de los paracachutes y de los miembros del frente de liberación, pero toma claramente partido por éstos–, podrá experimentar el sentimiento de que hay un fragor y una virulencia histórica que no puede ser cancelada por las advertencias desesperadas de los moralistas. La historia es trágica porque no es posible volver las páginas acontecidas, pero trágicos como Camus, influidos por Kafka, Dostoievski y también por Faulkner, podrían creer que lo trágico no es lo real, sino únicamente la esencia de la vida moral. Precisamente, Pentecorvo, director de aquella película, fue acusado por Cahiers du Cinema y por Serge Daney, un excesivo y excelso crítico de cine, de emplear encuadres falsos y por lo tanto inmorales. Sin duda, es el rasgo de una crítica que hubiera compartido con Camus.

El autor de El extranjero –desde luego, su obra maestra, como lo es el famoso comentario sobre ella de Sartre, cuando aún eran amigos–, nunca habló de dos demonios y se munió de fórmulas socráticas de la época gaullista de Combat: ni víctimas ni verdugos. Era un mensaje a los nazis, al ejército alemán. No obstante, es dudoso que Camus no hubiese sentido la urgencia de postular un desequilibrio, una asimetría en el caso argentino, en caso de haberlo conocido. Ese “ni-ni” no le hubiera servido para dar cuenta de una situación que inhibía ontológicamente para hablar de “dos demonios”, pues no le hubiera sido difícil desentrañar la naturaleza infrahumana, la soberanía de perversión que poseía el planificado escarmiento estatal. La prueba de la insuficiencia de pensar que “uno se apoyaba en el crimen del otro” la obtenemos cuando se sigue la actuación de Ernesto Sabato, que aplica de forma sumaria las tesis de Camus a la Argentina. Quiero aclarar que no debemos solazarnos con eso. Sabato le debía mucho a Camus (la publicación de El túnel en Gallimard y de alguna manera el intento de un estilo) y sus denuncias de las torturas de la Revolución Libertadora, cuentan y mucho para la memoria nacional, siendo que el “Nunca Más” posee la validez estremecedora que el “camusismo” de su prólogo no pretende ni consigue quitarle.

Pero el modelo de exonerar simultáneamente los “polos complementarios”, la apócrifa estructura moral proporcional de los fenómenos de violencia, no podía trasladarse a las decisiones y órdenes de exterminio del Estado, vistas tan solo como cruel contrapeso de la supuesta crueldad inversa. Había en esos enfrentamientos, descontando todo lo que en cualquier enfrentamiento opera como excepcionalmente degradante, un hilo de eticidad singularmente diferenciador. Si lo humano no es capaz de ver sus rostros diferenciadores en ocasión de los abismos últimos de violencia, entonces no hay “lo humano”. Camus no llegó a percibir esta situación, y por temor a una nueva “Unión Soviética” en el norte de Africa, pensó que su país, Argelia, podía ser una “Suiza franco-árabe”. En ese caso tenía razón Sartre apoyando a los rebeldes argelinos en vez de formular lo que Camus había llamado “el hombre rebelde”, concepto sin duda sugestivo, de índole libertaria, pero despojado de robustez histórica. Al final, los rumbos de Argelia siguieron itinerarios bien apartados de los querían tanto Camus, como Sartre y Fanon.

En este aniversario de Camus, hay quienes prefieren irónicamente recordar su gira latinoamericana en 1949: felicidad en el Brasil de Gaspar Dutra. Allí, un “Nuevo Orán”. Es recibido festivamente por el surrealista tropicalista Oswald de Andrade. Pero en la Argentina, refugiado en la casa de Victoria Ocampo, sus discursos son exigidos por algunos aturdidos funcionarios culturales del peronismo para una vista previa de aprobación. Un malentendido; no cualquiera. El malentendido profundo que rige absorto la vida nacional. Perón ese año condena a La náusea, de Sartre, en su discurso del Teatro Independencia de Mendoza. Fueron luego los sartreanos argentinos quienes vieron, en la caída del peronismo, la potencialidad del “hecho maldito”; sin duda la palabra resistencia que se adoptaría tenía el aire de los partisanos franceses y, a la vez, sin saberlo, capas enteras del funcionariado peronista de la época hubieran aceptado el pensamiento de Camus antes que el de Sartre.

Albert Camus nunca cometió el desliz o el error del antiintelectualismo. Pero con sus ejercicios de pesimismo vitalista ensayó ser un tipo de intelectual donde la historia ofreciera más sensualidad que “razón analítica”. Raro, y a su manera, extremo. Ya lo había visto Sartre cuando identificó esa razón analítica en el formidable fraseo de El extranjero. Allí Camus, sin saberlo acompañaba el modo de estudio de los mitos de Lévi-Strauss. En ambos casos, Brasil de por medio. Camus no tenía razón, pero su forma de no tenerla aún nos interesa.


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jueves, 7 de noviembre de 2013

LISTAS NEGRAS:LOS NOMBRES PROHIBIDOS DE LA DICTADURA / Listas de 1979/1980/1982


  




LISTAS NEGRAS

Los nombres prohibidos de la dictadura

El Ministerio de Defensa reveló detalles de las actas halladas con los nombres de artistas, intelectuales y periodistas considerados "peligrosos" por la dictadura cívico-militar. La primera "lista negra" encontrada data del 6 de abril de 1979 y contiene a 285 personas calificadas bajo la categoría "Fórmula 4", destinada a quienes según los militares registraban "antecedentes ideológicos marxistas".

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La cartera de Defensa destacó en un comunicado que "es falso" que las llamadas "listas negras" hayan tenido sólo incidencia "en la contratación dentro de organismos estatales". A pesar de que entre los hallazgos hay una disposición que dice que "corresponde aclarar que los medios privados de comunicación social no tienen ninguna limitación al respecto", el ministerio remarcó que "en la práctica, esto no funcionaba así: ningún medio de comunicación privado se animaba a contratar a alguien señalado como `Fórmula 4` por la dictadura".

Los militares tomaron como criterio para la clasificación de las personas incluidas en las listas su grado de su supuesta vinculación con la "ideología marxista". De este modo, en sus disposiciones, la Junta Militar detallaba cuatro "fórmulas" para catalogar a las personas, que partían desde la 1, "sin antecedentes ideológicos marxistas", y llegaban hasta la 4, "registra antecedentes ideológicos marxistas que hacen aconsejable su no ingreso y/o permanencia en la administración pública, no se le proporcione colaboración, sea auspiciado por el Estado, etc.".

El Ministerio encabezado por Agustín Rossi consignó que, dentro de los aproximadamente 1500 biblioratos encontrasdos, hay uno que específicamente se encarga de analizar a los "Fórmula 4", grupo que incluía a intelectuales, periodistas, artistas y comunicadores que, según la Junta Militar, supuestamente revestían el mayor nivel de peligrosidad.

En tanto, la llamada "Fórmula 2" para la catalogación de personas era destinada a personas cuyos antecedentes "no permiten calificarlo desfavorablemente desde el punto de vista ideológico marxista" y, la "Fórmula 3", a quienes -a criterio del régimen- registraban "algunos antecedentes ideológicos marxistas pero los mismos no son suficientes para que se constituyan en un elemento insalvable para su nombramiento, promoción, otorgamiento de beca, etc.".

Defensa señaló que, para la confección de estas "listas negras", las Juntas Militares "crearon un organismo destinado a coordinar la tarea", denominado Equipo Compatibilizador Interfuerzas (ECI). Allí confluían representantes de la Secretaría de Información Pública (SIP), la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y de cada una de las tres armas. "El ECI definía los criterios para calificar a las personas, armaba los listados a partir de las sugerencias de sus miembros, analizaba sus permanentes actualizaciones, y decidía quién entraba y salía del máximo nivel de prohibición", añade el informe divulgado hoy.

La primera "lista negra" sistematizada encontrada data del 6 de abril de 1979 y contiene "12 páginas que agrupan un total de 285 nombres, todos con la calificación `Fórmula 4´", y el detalle de la profesión de cada persona. El segundo listado hallado está actualizado al 31 de enero de 1980 e incluye a 331 nombres bajo la calificación de "Fórmula 4", en tanto en su encabezado brinda una serie de recomendaciones en relación a los antecedentes consignados, entre ellas que "deben ser incinerados".

Las actas encontradas dan cuenta de un cambio de postura del régimen dictatorial tras la guerra de Malvinas, cuando la Secretaría de Información Pública ordenó "marcar una transición hacia la vida institucional plena del país" y recomendó "permitir trabajar en los medios de comunicación social administrados por el Estado" a personas que habían sido catalogadas bajo la "Fórmula 4". En esa etapa final de la dictadura la Junta Militar comenzó a desafectar nombres del listado de "Fórmula 4", excepto por 46 personas que la SIP recomendaba que no cambiaran de categorización. En esa lista quedaron, entre otros, los actores Norman Brisky y Nacha Guevara, el escritor Julio Cortázar, el director de cine Octavio Getino, el compositor Miguel Ángel Estrella, el poeta y escritor Armando Tejada Gómez y el periodista Jacobo Timerman.


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miércoles, 6 de noviembre de 2013

HACE 8 AÑOS SE ENTERRABA EL ALCA por Atilio Boron




Hace ocho años se enterraba el ALCA

Por Atilio A. Boron


Para recordar: este 4 de noviembre, se cumplieron ocho años de una fecha memorable para las luchas antiimperialistas de nuestra América. En ese mismo día, pero del año 2005, se enterraba en Mar del Plata el más ambicioso proyecto de Estados Unidos para América latina y el Caribe: la creación del ALCA, el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas. Fue una batalla decisiva librada en el marco de la IV Cumbre de Presidentes de las Américas, en la cual había una ausencia que brillaba enceguecedoramente: Cuba, pero que estaba presente y hablaba nada menos que por la voz de Hugo Chávez.

Pese a que en la agenda temática previamente acordada no se contemplaba discutir la propuesta del ALCA, Estados Unidos –con la ayuda de su socio/peón, Canadá– trató de imponer el tema y lograr un voto positivo en la Cumbre que abriese de par en par las puertas al proyecto imperialista. Este proponía instaurar la más irrestricta liberalización comercial bajo la forma de un tratado global de libre comercio –un TLC para las Américas– que, como enseña la experiencia práctica de países como México (la economía con mayor período de vigencia del TLC), Colombia, Perú y Chile, sólo profundizaría los lazos de dependencia, la vulnerabilidad externa, la extranjerización de las economías, la pobreza y la polarización social y el saqueo de los bienes comunes de la región. No es casual que sean precisamente los países “beneficiados” por los TLC aquellos en donde más se agitan las protestas populares del continente. Como lo recordara Eduardo Galeano, el libre cambio cristaliza la división internacional del trabajo en la cual algunas economías se especializan en ganar y otras en perder. De eso se trataba el ALCA, y eso es lo que fue derrotado en Mar del Plata.

Al pronunciar el discurso de apertura de las sesiones de la Cumbre, Néstor Kirchner se manifestó en contra de la pretensión de incorporar el tratamiento del ALCA en las deliberaciones,lo que provocó la insistencia de Canadá, acompañado por los gobiernos conservadores de México (presidido por Vicente Fox); el de Panamá (presidido para su eterna deshonra por Martín Torrijos, que traicionó el legado de su padre, Omar Torrijos, quien recuperó el canal de Panamá de manos yanquis); y, sibilinamente, por el presidente de Chile, Ricardo Lagos. Pero las intervenciones posteriores de Luiz Inácio Lula da Silva, Tabaré Vázquez y, sobre todo, de Hugo Chávez, liquidaron definitivamente ese proyecto y en la declaración final quedó claro, en negro sobre blanco, que no había acuerdo sobre el tema y que, por lo tanto, quedaba postergado indefinidamente. Fue, dicho en términos diplomáticos, el certificado de defunción del ALCA.

La de Mar del Plata fue una batalla de extraordinaria importancia y que algunos sectores atrasados de la izquierda y del “progresismo” no aprecian en su justo término porque subestiman el papel de la lucha antiimperialista para la construcción de una alternativa socialista en nuestros países. El estratega de ese combate fue Fidel, y el gran mariscal de campo fue Chávez, contando con la importantísima colaboración de Néstor Kirchner y Lula. Muy difícil para éstos, por diferentes razones. Para Kirchner, porque era el anfitrión de la Cumbre y tenía que desairar a Bush en su propia cara, y lo hizo; y para Lula, porque dentro de su gobierno había sectores –¡que todavía los hay en el gobierno de Dilma!– que favorecían al proyecto y que creen que Brasil nada tiene que hacer con América latina. La batalla que estos tres libraron dentro de la Cumbre fue impulsada y facilitada por la extraordinaria movilización popular que se dio cita en Mar del Plata, producto de la eficacia de la larga campaña continental de “no al ALCA” y del generalizado repudio que suscitaba la figura de George W. Bush, verdugo de Irak y Afganistán y, tal como lo denunciara Noam Chomsky, uno de los más sanguinarios criminales de guerra de los últimos tiempos. La Contracumbre de los movimientos fue un factor de enorme gravitación para frenar, desde afuera del recinto donde se reunían los presidentes, la iniciativa norteamericana y para persuadir a los gobernantes dubitativos o inclinados a aceptar las órdenes del imperio que aprobar el ALCA significaría poco menos que provocar un incendio en sus propios países. Poco después, Evo Morales accedería a la presidencia de Bolivia y al año siguiente haría lo propio Rafael Correa en Ecuador, alterando significativamente el mapa sociopolítico de América latina y ratificando el retroceso del imperialismo en la región. Para concluir: hay muchas razones para celebrar un nuevo aniversario de esa gran victoria de nuestros pueblos, que en su abrumadora mayoría fue ignorado por los medios de comunicación. Sería una desgracia que tamaña proeza popular cayera en el olvido.

martes, 5 de noviembre de 2013

ACTAS SECRETAS, BIBLIORATOS Y LISTAS NEGRAS por Ailín Bullentini



FOTO: TÉLAM


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EL PAIS › SE ENCONTRARON EN UN SUBSUELO DEL EDIFICIO CONDOR DOCUMENTOS INEDITOS DE LA ULTIMA DICTADURA

Actas secretas, biblioratos y listas negras



El ministro de Defensa, Agustín Rossi, reveló que se llegó a los papeles a partir de información del jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea. Hay registros sobre pedidos de familiares de desaparecidos e información sobre algunas empresas como Aluar y Papel Prensa.

Por Ailín Bullentini



“SECRETO”. Así, en mayúscula y como introducción a todo lo que seguirá desde esa línea hacia abajo, comienzan las actas de los encuentros formales que compartieron los representantes de las diferentes fuerzas en la Junta Militar durante la última dictadura. Fueron 280 las reuniones que sucedieron entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983, según los originales de las actas que fueron encontrados en el subsuelo de la sede central de la Fuerza Aérea. En una decena de ellas, según los registros que permanecieron escondidos durante más de tres décadas, los genocidas trataron “el problema de Papel Prensa” y “el arresto de los familiares e implicados en el caso Graiver”. En otras tantas, se ordena que “se debe evitar el uso del término ‘personas desaparecidas’, utilizando, en cambio, ‘pedidos de paraderos de personas’”. Tras un análisis preliminar, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, ponderó el “valor histórico” de la documentación hallada, que comprende además 1500 biblioratos, carpetas con planes de gobierno y fundamentos ideológicos a lo que los genocidas llamaron el Proceso de Reorganización Nacional. Dejó a criterio de la Justicia la decisión respecto de su valor jurídico. “Es la primera vez que tenemos acceso a una documentación de esta índole”, destacó el ministro que, además, remarcó: “El hallazgo demuestra que la expectativa que todos mantenemos acerca de que pudiese seguir existiendo documentación (sobre el accionar de la última dictadura cívico-militar) no es en vano”.



El jueves pasado, el jefe del Estado Mayor general de la Fuerza Aérea, brigadier Mario Callejo, llamó al ministro de Defensa con una noticia llamativa: en una “limpieza” en el subsuelo del edificio Cóndor de la Fuerza Aérea habían encontrado “documentación que prima facie parecía resultar sensible al período histórico comprendido entre 1976 y 1983, la última dictadura militar”, relató Rossi ayer en el marco de la conferencia de prensa a la que citó a medios, organismos de derechos humanos y representantes de la cúpula de las Fuerzas Armadas.

La Dirección de Derechos Humanos de la cartera, a cargo de Stella Segado, y de Asuntos Jurídicos, a cargo de Graciana Peñafort, hicieron en estos días un análisis preliminar de los papeles resguardados en dos cajas fuertes, dos armarios y una estantería durante treinta años. Ayer, Rossi limitó en seis meses la tarea de sistematización en profundidad de la información, que estará a cargo de la Dirección de Derechos Humanos del ministerio.

Entre las documentación hallada hay:

n 1500 biblioratos.

n Seis carpetas que contienen las actas originales de los encuentros que la Junta Militar mantuvo mientras duró su gobierno de terror, en las que quedaron registros de que discutieron sobre desaparecidos, sobre la detención de la familia Graiver, dueña de Papel Prensa, y sobre esa empresa. También sobre el conflicto con Chile por el canal de Beagle y la Ley de Radiodifusión.

n Documentación de la Comisión de Asesoramiento Legislativo, informes que “daban sustento doctrinario o ideológico al plan de gobierno de los genocidas, planificación de la estrategia a largo plazo.

n Registros de los pedidos que llegaban a la Junta por hombres y mujeres que desaparecían a diario, información sobre algunas empresas como Aluar y Papel Prensa, listas negras de artistas, comunicadores e intelectuales.

Antes y después de detallar el contenido general de los archivos encontrados, Rossi destacó cómo se produjo esa revelación: “Llegamos a esta documentación por una información que nos brindó el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, un integrante de la cúpula de las Fuerzas Armadas. No porque estábamos investigando nosotros, no por una investigación judicial, y eso es un hecho cualitativo absolutamente distinto de otras situaciones en las que se han encontrado documentos relacionados con la última dictadura”, subrayó Rossi y, en esa línea, lo relacionó con la “misión” que le encomendó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al nombrarlo al frente de la cartera: “La Presidenta me dijo que había que empezar a construir una nueva relación entre las Fuerzas y la sociedad, integradas a un proyecto de Nación, fuertemente vinculadas con la sociedad civil y prestigiosas. Este hecho demuestra que así se está actuando”.

También ayer, el ministro firmó una resolución que llama a los miembros de las Fuerzas Armadas a “intensificar la requisa en lugares no habituales de tránsito y uso (de las diferentes dependencias) ante la posibilidad de que pueda existir más documentación que ayude a ir consolidando la idea de memoria, verdad y justicia”. En ese sentido, destacó la presencia de la cúpula militar en la conferencia como un “cambio de época” y un “aporte a los festejos de los 30 años de democracia”.

“La Justicia determinará el valor jurídico que los documentos puedan tener a las causas abiertas”, mencionó Rossi. Para Peñafort, el valor jurídico de los papeles es “casi inédito”: “Estamos tratando con documentación original que en los juicios en los que se discute la política económica de la dictadura, por ejemplo, servirán para dar cuenta de un plan económico y sistemático hecho en violación a la Constitución y a los derechos humanos de quienes eran accionistas de las sociedades”. En cuanto a la historia, la directora de Asuntos Jurídicos de la cartera de Defensa coincidió con el titular, ya que “semejante cantidad de información, en relativo buen estado y sistematizada en su mayor parte, original, permite pensar que es posible encontrar otra información muy preciada y esperanzadora que conduzcan a datos que permitan resolver dudas sobre los hijos, sobre los nietos”.








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