sábado, 28 de enero de 2017

MUEVE RODOLFO, PATEA LUCIANO








Ahora mismo, frente a los arcos del terror, entre los papelitos del Mundial 78, las paredes de la dictadura, las patadas de la democracia, los caños de la seguridad, la manga de cínicos, los sombreritos del capitán, el vestuario de los suboficiales y la pirotecnia de la represión estatal, están llegando los jugadores que nunca aceptaron las reglas del juego. Ni hoy, ni ayer, ni la ciudad de los distraídos, ni el campo de concentración. Uno, diez, 25 micros de larga militancia están estacionando sobre la mano dura de Libertador. Pero ninguno trae visitantes. Todos tienen la misma camiseta. Todas tienen la 10. Somos 44 villas. Y somos locales otra vez. Se abren las puertas del colectivo. Y baja Luciano. Y baja Luciano. Y baja Luciano. Y bajan 1.500 menores de edad, en la Escuela de Mecánica de la Armada.

¿La edad de imputabilidad?

No baja nada.


A lo largo de 12 meses, las inferiores de nuestras asambleas, los sueños en equipos de gimnasia y las promesas con visera nos concentramos para defender el alegato social y humano de ninguna fuga, ¡el primer Campeonato Nacional Luciano Arruga! Buscándolo, extrañándolo, encontrándolo, entre reja y reja, salimos hoy a la cancha para reventar el silencio a los pelotazos, para romperles el cerco mediático, para inflarles las redes, para trabar contra la impunidad, para barrer el punitivismo y para contraatacar al periodismo servil, jugando en un estadio con capacidad para 30.000.

¿No querían un feriado para la memoria?

Vamos a guardar otro sábado para la historia.

Con el aliento de los ex detenidos en la ESMA, con la dirección de los Familiares y Amigos, con el relato de Rodolfo Walsh y con los ovarios de Vanesa Orieta, damos el puntapié inicial a nuestro foro nacional, en el círculo central de la represión estatal, para llegar a las 17, bien precalentados, agitados y organizados hasta Lomas del Mirador, donde los movimientos populares volveremos a marchar por un desaparecido que apareció para jugar, ese pibito que se volvió grito y bandera de la cultura villera, denunciando cómo nos mata la hipocresía, cuando fracasa la mafia de la Policía.

Acá dijimos “ni un pibe menos” y allá dijeron “ni un negro más”:

hoy, miles de villeros, cruzamos la General Paz.





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OCHO AÑOS SIN LUCIANO ARRUGA


El campeonato comenzó en la puerta de la Ex ESMA.




UN TORNEO CONTRA LA BAJA DE LA EDAD DE IMPUTABILIDAD


Ocho años sin Luciano Arruga

A tres días del aniversario de su desaparición, cientos de referentes y vecinos nucleados en La Poderosa lo recuerdan con actividades.




A tres días del aniversario de la desaparición del joven que fue secuestrado y asesinado por la Policía Bonaerense en Lomas del Mirador en 2009, cientos de vecinos nucleados en las asambleas de La Poderosa participan del Primer Campeonato Nacional "Luciano Arruga". El torneo comenzó alrededor de las 17 en la puerta de la ex ESMA, después de una marcha que culminó en la plaza que lleva como homenaje el nombre de Luciano. Desde las 15.30, decenas de micros salieron en caravana por la General Paz, hasta la altura de Mosconi.

El martes, 31 de enero, se cumplirán ocho años de la desaparición de Luciano Arruga.

El campeonato fue organizado por Familiares y Amigos de Luciano, quienes convocaron bajo el lema "contra la baja de la edad de imputabilidad". Del evento, que además incluye olla popular, participan personalidades de Derechos Humanos y el deporte. El certamen comenzó con una ronda gigante sobre la Avenida Libertador. En ese contexto, Nacho Levy, de La Poderosa, expresó: "Nos movilizamos 44 asambleas de todo el país para acompañar a los Familiares y Amigos de Luciano Arruga, en la marcha de hoy y en la lucha cotidiana por visibilizar la represión estatal que sufrimos en nuestros barrios, como madre de todas las violencias institucionales que se ejercen sobre las villas".

Levy afirmó también que: "el certamen viene a recoger las banderas de la dignidad, la causa y la vida de Luciano, para mostrar la realidad que nos esconden los grandes medios de comunicación cuando nos dicen que son peligrosos esos chicos que mueren cada 25 horas por el gatillo fácil de cualquier policía". Además aseguró que este torneo es el primero de una serie que se jugará cada año en una provincia distinta “donde la represión estatal siga existiendo".



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martes, 24 de enero de 2017

RODOLFO WALSH IN MEMORIAM



A 90 años de su nacimiento




El 24 de marzo de 1977, Walsh terminó la Carta abierta de un escritor a la Junta Militar en que denunciaba los asesinatos, torturas, desaparecimientos y otros crímenes así como la política económica y social antipopular. Escribió: “En la política económica de este gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada”.




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Rodolfo Walsh in memoriam



Punto Final





El 9 de enero se cumplieron 90 años del nacimiento del periodista revolucionario argentino Rodolfo Walsh, asesinado en 1977 por la dictadura militar de su país. La memoria de Walsh ha recibido numerosos homenaje en estos días, a los que se suma Punto Final.

Walsh nació en 1927 en Lamarque, provincia de Río Negro, hijo de padres irlandeses. De educación católica, estudió letras durante dos años en la Universidad de La Plata. Trabajó en diversos oficios, incluyendo traducciones y se fue acercando al periodismo mientras comenzaba a escribir cuentos que le dieron notoriedad entre los escritores.

Adversario del peronismo, simpatizó con grupos nacionalistas de los que se apartó pronto. Como periodista se hizo famoso con un reportaje titulado Operación masacre. Cuenta la historia de sobrevivientes del fusilamiento masivo de prisioneros peronistas que se levantaron contra la dictadura militar de Aramburu y Rojas, en 1956. El reportaje, publicado en 1957, es considerado precursor del Nuevo Periodismo, que se asocia con el relato A sangre fría de Truman Capote.

Viajó a Cuba poco después del triunfo de la revolución. Participó junto Gabriel García Márquez, Jorge Masetti y Rogelio García Lupo en la fundación de la agencia de noticias Prensa Latina.

Cuando se preparaba el regreso de Perón del exilio en España, Rodolfo Walsh empezó a militar en Montoneros, que postulaba la vía armada como salida a las dictaduras.

Derrocada la presidenta Estela Martínez de Perón por los militares, Walsh pasó a la clandestinidad. Creó la Agencia de Noticias Clandestina y un sistema de difusión de información de mano en mano. Ya en plena lucha, su amigo el poeta Paco Urondo cayó asesinado en Mendoza. Tres meses más tarde su hija María Victoria, que era oficial de Montoneros, murió en un enfrentamiento, luego de gritar a sus perseguidores: “Ustedes no nos matan, nosotros elegimos morir”, segundos antes de dispararse un tiro en la sien. Tenía 26 años.

El 24 de marzo de 1977, Walsh terminó la Carta abierta de un escritor a la Junta Militar en que denunciaba los asesinatos, torturas, desaparecimientos y otros crímenes así como la política económica y social antipopular. Escribió: “En la política económica de este gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada”.

Al dia siguiente, salió de su refugio clandestino. Tenía una reunión importante y aprovechó para despachar otras copias de su carta. En una calle cerca del punto de reunión cayó en una emboscada. Walsh se parapetó detrás de un árbol y disparó con una pistola calibre 22 contra fusiles de sus perseguidores. En pocos minutos fue acribillado. Trasladado moribundo a la Escuela de Mecánica de la Armada, se le pierde el rastro. Pasó a ser un detenido desaparecido, aunque no se duda de su muerte.

Su memoria se ha agigantado con el tiempo. Sus palabras están en todas partes. No se olvida que: “El periodismo es libre o es una farsa”.






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LA COSTUMBRE DE CULPAR AL CLIMA Por Darío Aranda



El agua es la misma pero el desmonte provoca que la tierra tenga diez veces menos capacidad de absorción.
El agua es la misma pero el desmonte provoca que la tierra tenga diez veces menos capacidad de absorción. (Imagen: AFP)






ESPECIALISTAS RESPONSABILIZAN AL DESMONTE POR LAS INUNDACIONES



La costumbre de culpar al clima




El monte nativo absorbe diez veces más agua que un campo desmontado para soja. Las ONG cuestionan que el Gobierno tome como interlocutores a los representantes del desmonte y responsabilice al clima por las inundaciones.







Es un ciclo de lluvia, inundación, el agro que culpa al clima, millonarias pérdidas económicas, el gobierno ofrece subsidios y promete obras. Y el círculo reinicia en el próximo temporal. Sucede de forma periódica y, estas semanas, tocó a regiones de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. “No es el clima, es el modelo agropecuario”, resumió la ONG Naturaleza de Derechos, dedicada al derecho ambiental. En el mismo sentido apuntaron organizaciones socioambientales que recordaron que, agronegocios mediante, Argentina es líder mundial en desmonte. Estudios muestran la influencia del cambio del uso del suelo.

El monte nativo absorbe 300 milímetros de agua por hora. Una pastura convencional (donde hay ganado) 100 milímetros. Y un campo con soja apenas 30 milímetros por hora. Lo precisó una investigación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), difundida por este diario en abril pasado, cuando zonas de Córdoba y Buenos Aires sufrieron inundación. Nicolás Bertram, del INTA Marcos Juárez (Córdoba), uno de los autores del trabajo, remarcó que “los excesos hídricos no se deban a la falta de obras ni al exceso de lluvias, si no más bien a la agriculturización de las últimas dos décadas principalmente”.

“Ascenso de napas en la región pampeana: ¿Incremento de las precipitaciones o cambios en el uso de la tierra?”, es el título del trabajo académico (firmado junto a Sebastián Chiacchiera). Analizaron las lluvias de los últimos cuarenta años y los cambios en el modelo agropecuario (sojización y expulsión de ganadería), entre otras variables. Bertram lo explicó: “La napa estaba a diez metros de profundidad y hoy está a menos de un metro de la superficie. Los suelos están saturados, no pueden absorber más. Es como si antes teníamos una maceta grande y echábamos un balde de agua. Ahora la maceta es diez veces más chica pero echamos el mismo balde de agua”.

En 2015, frente a una inundación en Córdoba, el entonces gobernador José Manuel de la Soja culpó a la naturaleza: “Fue un tsunami que vino del cielo”. Ante los actuales anegamientos, la Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid, empresarios del agronegocio y del modelo transgénico) dijeron: “Catástrofe climática. Las inundaciones en el centro del país, producto del temporal, dejaron al agro en alerta roja”.

Horacio Brignone, de la campaña Paren de Fumigar (con agrotóxicos) de Santa Fe denunció que las autoridades sólo tomen como interlocutor al sector del agro: “Ante las inundaciones, subsidian al sector responsable de las mismas. Parece que al agua la van a parar con subsidios, exportaciones y ‘producción’. Hacen siempre lo mismo y esperan resultados diferentes”. Y compartió el comunicado del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat), parte de la Campaña Paren de Fumigar: “El modelo agrobiotecnológico agrava las inundaciones. La aplicación del paquete de transgénicos, agrotóxicos y siembra directa significó la subida de las capas freáticas. El monocultivo de soja y sus agroquímicos producen una impermeabilización del suelo. De esa forma, el agua no penetra, no absorbe y simplemente corre e inunda”.

El comunicado está fechado en agosto de 2015, pero volvió a circular esta semana. Carlos Manessi, de Cepronat, explica: “Tiene total vigencia y por eso lo compartimos”. Cuestionó que el sector empresario y político solo mencione el cambio climático o el fenómeno conocido como “El Niño”.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a Argentina entre los diez países que más desmontaron durante los últimos 25 años. En el país se arrasaron 7,6 millones de hectáreas, un promedio de 300.000 hectáreas al año. Hernán Giardini, de Greenpeace, afirmó: “Todos los años somos testigos de grandes inundaciones. No es casualidad ni un fenómeno natural. Es consecuencia de la ausencia de una política ambiental nacional que proteja a nuestros bosques y humedales de los incendios, de los desmontes por el avance de la soja, la ganadería intensiva y los desarrollos inmobiliarios”.

La localidad de Chabás, al sur de Santa Fe, es una de las localidades más afectadas por la inundación. Los vecinos cortaron la ruta nacional 33 y pidieron obras de infraestructura, canales y bombas para desagotar. Miguel Fabrro, junto a otros grupo de vecinos, no descartó la importancia de las obras pero marcó otras causas: “Es el modelo extractivista. Chabás tiene trece cuadras por trece, en medio de un mar de soja. El agua empezó a venir del campo sin que esté lloviendo en el pueblo. En 2 horas teníamos el 70 por ciento de las calles con agua”.

Córdoba es una de las provincias más inundadas. Laboulaye, Las Varillas, Villa Huidobro, Adelia María, Chazón, San Francisco, Oncativo y Morteros, están en las localidades más afectadas. Darío Avila, abogado especializado en derecho ambiental y parte de la APDH Córdoba, llamó la atención: “Qué casualidad. Todas zonas del agronegocio, corazón sojero”. El gobierno de Córdo ba impulsa una ley para desmontar nuevas regiones y avanzar con el agronegocio.



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MASIVA PROTESTA DE LOS TRABAJADORES DE AGR FRENTE A CANAL 13 Por la reincorporación de los 380 despedidos de Artes Gráficas Rioplatenses.




Masiva protesta de los trabajadores de AGR frente a Canal 13



Sindicatos, comisiones internas, organizaciones sociales y partidos de izquierda se movilizaron hasta canal 13 y cortaron la autopista para visibilizar su reclamo por la reincorporación de los 380 despedidos de Artes Gráficas Rioplatenses.





Agustín Alvarez Rey / @alvarezreyMartes 

AGR Despidos Clarín Canal 13 CGT

Soledad Quiroga




Tan sólo habían pasado cinco minutos de las 10 cuando la movilización encabezada por los trabajadores gráficos despedidos de AGR – Clarín comenzó a subir la autopista para llevar su reclamo hasta los ventanales de Canal 13.“Se va a acabar, se va a morir la dictadura de Clarín”, cantaban los miles de manifestantes mientras caminaban y dejaban a atrás la Avenida 9 de Julio.

Para llevar adelante la difícil tarea de saltar el cerco mediático y visibilizar el conflicto que tuvo como punto de partida el despido de 380 trabajadores de Artes Gráficas Río Platense los gráficos convocaron a sindicatos, organizaciones y partidos políticos. Así lograron sumar los centenares necesarios para primero cortar la Avenida 9 de Julio a la altura de San Juan y luego todos los carriles de la autopista que sobrevuela Constitución y rodea Canal 13.

Hace ochos días que se inicio la toma en la planta de AGR y el ministerio de Trabajo mosró pasividad frente al conflicto, además de que la empresa mantuvo su decisión de los 380 despido y del cierre de la planta.

En tanto, los manifestantes también apuntaron contra la pasividad de la CGT con el cántico “donde está, que no se ve, la famosa CGT”.

Más allá de esto, el triunvirato que hoy conduce la central obrera, recibirá a los trabajadores esta tarde a las 18 luego de que se votara en asamblea pedirle reunión formal a la CGT.




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ESTELA DE CARLOTTO:"ES UNA PROVOCACIÓN AL DOLOR Y A LA LUCHA"




Carlotto expresó que todos los días hay una nueva provocación del gobierno nacional.

Carlotto expresó que todos los días hay una nueva provocación del gobierno nacional. 
(Imagen: Leandro Teysseire)





SOBRE EL DECRETO QUE HIZO TRASLADABLE EL FERIADO DEL 24 DE MARZO



Estela de Carlotto: “Es una provocación al dolor y a la lucha”



La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo sostuvo que hacer móvil ese feriado es un "insulto y un agravio" a la memoria de los 30 mil desaparecidos y sus familias. Mañana los organismos de derechos humanos decidirán qué medidas tomar.






Luego de que Mauricio Macri eliminara los feriados puente por decreto y dispusiera que tanto el feriado que conmemora el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, del 24 de marzo, como el del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, del 2 de abril, sean trasladables, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, salió a contestarle: “Es levantarse todo los día y ver cuál es la nueva provocación”.
“Esto es una provocación al dolor, a la lucha, con una fecha tan tremenda, que se ha llevado la vida de tantas personas de una manera tan cruel, es muy doloroso. El año pasado nos habían asegurado que el 24 y el 2 no se tocaban. Ahora amanecemos y vemos que, de golpe y porrazo y por decreto, hay fechas que pueden ser tocadas”, reaccionó Carlotto en declaraciones a radio Del Plata.
Para la presidenta de Abuelas, el hecho de que el feriado del 24 de marzo pueda ser trasladable –pasará para el lunes 27 este año- es un “insulto” y un “agravio” a la memoria de los 30 mil desaparecidos y sus familias que lucharon en democracia para pedir justicia.




“Estamos hartos de que nos provoquen y que nos traten de exasperar. Nuestra lucha va a ser de la misma manera, pero implacable”, afirmó Carlotto, que además opinó sobre la supuesta actitud de diálogo del Gobierno. “Te reciben, te dicen todo que sí y después no hacen nada o hacen directamente lo contrario, es una estrategia”, acusó la dirigente.
Mañana los organismos de derechos humanos se reunirán para decidir qué actitud tomar frente al cambio del feriado. Algunos dirigentes, como Hebe de Bonafini, aseguraron que la marcha y el acto se realizarán el mismo 24 de marzo.

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lunes, 23 de enero de 2017

PUENTES, NO MUROS Por Claudia Korol





Puentes, no muros



* Por Claudia Korol



Una, diez, cien, mil, millares de mujeres, de lesbianas, de trans, de travestis… Medio millón de gargantas poderosas, gritando en el centro y en todos los costados del monstruo que ¡ya basta! Millares de mujeres puertorriqueñas, centroamericanas, mexicanas, peruanas, argentinas… “Sudacas”, haciéndose visibles, saliendo de la oscuridad, del miedo, del vivir bajo amenaza, del riesgo permanente de ser deportadas, maltratadas, precarizadas, apresadas, asesinadas.

Millares de indígenas y negras, migrantes, afónicas, pero poderosas en la revuelta más contundente y conmovedora de las realizadas en las últimas décadas en el territorio imperial, que las desprecia y las expulsa. Un terremoto de mujeres moviéndole el piso al tiranillo, con réplicas en los lugares más variados, desde Australia hasta México y España. Porque el tiranillo es una amenaza para los derechos del pueblo norteamericano, y para los derechos de las mujeres y sectores LGTTBI de ese país. Pero también es una amenaza para los pueblos del mundo, con sus antojos de sangre y guerras.

“Puentes, no muros”, parece ser una síntesis del andar alegre y esperanzado, de quienes el día anterior recibieron como bofetada las palabras del presidente Trump declarando la guerra a quienes con su trabajo cotidiano limpian, cocinan, cuidan, la trastienda del imperio. El presidente se burló de las mujeres. ¿Ah, sí? Las feministas, las del “mal humor”, movieron una respuesta furiosa e ingeniosa ante sus insultos. Maullaron su malestar, y salieron a las calles, a las plazas, en todas las ciudades, para burlarse del burlón.

La primera respuesta rápida, sin burocracias que las mediatizaran, le estalló en las narices. Millares caminando hacia los cuatro puntos cardinales, y hacia el centro del poder, hablando, mirándose, alertando que ya no hay trampa que valga, que mejor lo repiense el presidente, antes del próximo discurso fascista. Una, diez, cien, mil, millares de mujeres, lesbianas, trans, travas, saliendo de la nada, o del todo, porque por ahí se pudieron ver las ángelas y las janet, las panteras negras y las “gatitas” rosas.

Miles de gargantas poderosas, pronunciaron su jaque al rey. Rompieron la soledad. Amenazaron a las políticas de odio, con políticas basadas en el amor, la dignidad, y la lucha callejera.

Enero de 2017. Las revoluciones feministas dan la vuelta al mundo. Recién asoman sus rostros y sus demandas. Que se jodan los machistas, los fascistas, los misóginos burgueses, los tiranillos presidentes y los tiranillos del hogar, los potenciales femicidas, los violentos milicos.

Alguien se mueve en el mundo. Somos nosotras.

Estamos en las calles, solidarias, alegres, rebeldes. Y vamos por más. Para que sepan que no pueden matarnos a todas. Porque nuestra marcha es internacionalista, es mundial. Por nosotras, por nosotres, por quienes hacemos andar el mundo, y podemos pararlo. Porque seguiremos caminando, hasta que todas seamos libres.



¡Y después también!



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SI HILLARY HUBIERA ESCUCHADO A LOS ARABES DE ESTADOS UNIDOS Por Robert Fisk


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La recomposición del imperio


Si Hillary hubiera escuchado a los árabes de Estados Unidos






Si sólo Hillary hubiera pensado en los árabes. Pudieron haberla llevado mucho más cerca de la presidencia si se hubiera tomado la molestia de acudir a la mayor comunidad árabe en Estados Unidos, la ciudad de Dearborn, Michigan, de predominio libanés-iraquí. Sus calles están ribeteadas de restaurantes libaneses y banderas con cedros; sus pobladores son orgullosamente estadunidenses, pero –contra el consejo de su propio director de organización regional en la ciudad– Hillary Clinton no se molestó en visitarlos.

Nicholas Noe era el colaborador de mayor rango de Hillary en Michigan, el palpitante corazón de 186 mil residentes de ascendencia árabe. Noe también vive en Beirut, donde dirige el Middle East Wire, que traduce los medios árabes, y escribe largos análisis sobre el mundo árabe, a veces muy verbosos pero a menudo más que precisos.

Perdimos Michigan con sus 16 votos electorales, y lo perdimos por poco más de 10 mil votos, dice Noe. “Nunca pudimos llevar a Hillary misma frente a la comunidad árabe para que los escuchara. Ella fue a Detroit, pero nunca vino a ver esta comunidad… pese a que estaba cerca”.

Es fácil pensar que Hillary, cuyo sentido de la conducta apropiada nunca le impidió cortejar a los más ricos o a los más poderosos grupos de presión en Washington o Nueva York, tuvo miedo de ofender al cabildo pro israelí y por eso evitó a Dearborn y sus preguntas sobre Palestina e Israel. Pero en lo que a Noe concierne, “la mayoría de expertos creían que la retórica antimusulmana de Trump bastaría para dar el voto de los árabes estadunidenses a Hillary… pero ellos necesitaban escuchar a la candidata en persona”.

La aspirante presidencial cometió errores similares en los otros estados claves de Pensilvania y Wisconsin, donde omitió dirigirse a los trabajadores blancos o a los votantes afroestadunidenses. Hasta Bill Clinton la apremiaba a hablar a las comunidades donde habían surgido serios problemas sociales. Algunos colaboradores de campaña de Clinton –entre ellos Noe y sus colegas– culpan en parte a un algoritmo de computadora llamado ADA (¡del cual hablaremos después, lectores!), que supuestamente sabía cómo analizar opiniones, predecir pautas de votación, presentar a la candidata y realizar 400 mil simulaciones de la contienda electoral por día –según el Washington Post–, pero no fue muy bueno para dilucidar cuánto miedo tenían los pobres al futuro o qué pensaban los árabes estadunidenses sobre el papel de su país en Medio Oriente.

Los partidarios de Hillary Clinton en Michigan supieron que tenían un problema cuando Bernie Sanders dio la sorpresa en la primaria de ese estado y venció a Clinton por 17 mil votos, en marzo de 2016. Más importante aún: Bernie ganó por dos a uno los distritos de mayoría árabe estadunidense. Fue una gran participación en favor de Bernie, dice Noe. Entonces supimos que teníamos un problema. En los meses entre ese día y la elección presidencial, lideré un esfuerzo para registrar votos nuevos de árabes estadunidenses en Dearborn y alrededores. Nuestro problema fue que registramos a muchos votantes que no acudieron en los números que hubieran dado la victoria a Clinton.

Por primera vez en su historia, The Arab American News, el mayor periódico de su tipo en la zona, se negó a respaldar a un candidato presidencial. La interpretación de Noe fue simple: No sólo tuvo problemas con las políticas de Hillary Clinton. Ella nunca se comprometió con la comunidad; ella dio por ganado el voto de los árabes estadunidenses a causa de Trump. Muchos árabes estadunidenses no estaban convencidos de ese enfoque. Cuando ahora le digo a la gente en Líbano que no obtuvimos esos 10 mil votos de los libaneses e iraquíes en Dearborn, se echan a reír. Porque si uno escucha las preocupaciones de esas personas, si uno se acerca a los líderes de la comunidad y luego moviliza a un número modesto de familias extendidas, ellos votarán el día de la elección.

No es el menor de sus problemas –conflictos verdaderos que he atestiguado en aeropuertos estadunidenses cuando se forman en las filas para abordar– el trato que reciben del personal de seguridad cuando vuelan: de inmediato su origen despierta sospechas, pese a que son ciudadanos estadunidenses de pleno derecho.

Yo trabajé para Hillary en 1999 y 2000, cuando ganó la elección para el Senado, señala Noe. “Ella pasó un mes en una ‘gira para escuchar’ a los residentes. Pero cuando se trató del voto árabe estadunidense en esta elección, no hubo ‘gira para escuchar’ en las tarjetas. No escucharon a la candidata.”

Ahora hablemos del ADA. Augusta Ada King-Noel, condesa de Lovelace, matemática inglesa del siglo XIX y única hija legítima de Lord Byron, es considerada la primera programadora de computadoras de la historia. La campaña de Clinton bautizó con su nombre su ultrasecreto algoritmo de computadora, lo cual pudo haber fortalecido las credenciales feministas de Hillary entre los pocos que sabían de la malhadada máquina, pero sus resultados tal vez también le costaron la presidencia. Captó la importancia de Pensilvania, según el Post, pero se le escapó Michigan hasta el final –cuando Clinton no visitó Dearborn– y se perdió con Wisconsin. Pasó por alto los datos sobre los árabes estadunidenses, los negros y los trabajadores, dice Noe, y les dijo a los de la campaña de Clinton dónde asignar recursos. La inteligencia artificial iba a ganar una campaña presidencial por primera vez. Rechazó el consejo de personas como yo, que instaban a la candidata a dedicar recursos a Dearborn.

Así pues, Trump no ganó en el corazón del Estados Unidos Árabe porque su gente votara por él. Triunfó porque no votaron por Clinton. Y fue culpa de ella. Más tarde, sospecho, Medio Oriente alargará el brazo, sujetará a Trump por el cuello de la camisa y lo sacudirá con violencia, como siempre hace con los presidentes estadunidenses. Entonces también él lamentará no haber pasado un poco de tiempo en Dearborn.



(c) The Independent

Traducción: Jorge Anaya



Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/01/21/opinion/006a1pol



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EL PENSAMIENTO CRÍTICO Por Sergio Friedemann



"Hace 235 años, el filósofo alemán Immanuel Kant inauguró una tradición que iba a postular la crítica del pensamiento como eje vertebrador del porvenir de la humanidad. Kant se paraba frente al dogmatismo racionalista, en el que él mismo había sido formado, pero también frente al dogmatismo teológico de la edad media".



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Immanuel Kant 











OPINIÓN


El pensamiento crítico


Por Sergio Friedemann *



Hace rato en la Argentina se piensa que ser crítico es ser inteligente. Nosotros creemos que ser entusiasta y optimista es ser inteligente, y que el pensamiento crítico, a veces, llevado al extremo, en la Argentina, ha hecho mucho daño”, dijo Marcos Peña, jefe de Gabinete de Ministros y licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Torcuato Di Tella.

Hace 235 años, el filósofo alemán Immanuel Kant inauguró una tradición que iba a postular la crítica del pensamiento como eje vertebrador del porvenir de la humanidad. Kant se paraba frente al dogmatismo racionalista, en el que él mismo había sido formado, pero también frente al dogmatismo teológico de la edad media.

Desde Kant, crítica es la capacidad de cuestionar los límites de la propia razón. Crítica es la búsqueda del pensamiento autónomo, es nuestra emancipación respecto de quienes nos dicen lo que debemos pensar, los tutores. Es la crítica de todo dogmatismo. La mejor manera de definir la palabra “crítica” es por la relación con su contrario: el dogma. Así se comprende que ser crítico no es “estar en contra de”, como suele malinterpretarse. Uno puede estar en contra de algo dogmáticamente, simplemente repitiendo lo que otros dicen, “criticando” todo, repitiendo afirmaciones ajenas, confiando en la guía de otros, de los tutores, intelectuales, periodistas, profesores o políticos que me dicen lo que tengo que pensar, o lo que tengo que decir, preferentemente sin pensar demasiado. También se puede ser crítico y estar de acuerdo con alguien, con un jefe, con mi profesor de filosofía, con un movimiento político o con un dirigente. El pensamiento crítico no implica estar alejado de todo gobierno, como algunos intelectuales suelen opinar. Si no aceptamos pasivamente lo que nos viene del exterior, si revisamos nuestras propias verdades, cualquier posicionamiento político puede ser válidamente crítico. La crítica no tiene tanto que ver con el contenido sino con la forma del intelecto. Con los modos, las argumentaciones, las elaboraciones del pensamiento. Cualquier ideología puede ser sostenida ya sea crítica como dogmáticamente.

De ese modo, difícilmente exista “el pensamiento crítico llevado al extremo”, y mucho menos podría tal cosa hacer algún daño. El pensamiento es crítico o es dogmático. Un “pensamiento crítico llevado al extremo”, ¿sería “un pensamiento extremadamente poco dogmático”? ¿Marcos Peña nos estaría invitando a que seamos más dogmáticos? ¿Qué dogma quiere que abracemos? ¿Qué verdades reveladas tenemos que aceptar sin someterlas a crítica? ¿Que haciendo ajustes vendrá la lluvia de inversiones? No lo razones, aceptalo con esperanza. ¿Que no necesitamos tantas universidades públicas y gratuitas? No lo pienses demasiado. Puede que resulte fácil identificar la prescindibilidad de la universidad con un determinado proyecto de país. ¿Debemos aceptar que Macri busca la “pobreza cero” con medidas que no cesan de incrementarla? ¿Que todo es culpa de una “pesada herencia”? Memorizalo, repetilo. Porque si pensamos críticamente, podremos comparar la llamada pesada herencia con lo que nos dejarán los nuevos legados. Solo el dogma y la fe pueden contra el pensamiento crítico. Los grandes tutores del siglo XXI, los oligopolios de la comunicación, son los canales adecuados para la transmisión del dogma neoliberal. Solo acríticamente podemos aceptar que fue una fantasía el poder comprar un televisor, irnos de vacaciones o prender un aire acondicionado. Solo el dogma puede articular felicidad con tarifazo. Nunca la crítica haría tal cosa.

Al revés que Marcos Peña, el italiano Antonio Gramsci identificó la inteligencia con el pesimismo, mientras que al optimismo con la voluntad. No se puede descontextualizar: eran tiempos de fascismo. La inteligencia de discernir lo real, y la voluntad de transformarlo, son las dos caras de una misma moneda. La del intelectual crítico que quiere modificar la realidad y no meramente contemplarla. El jefe de Gabinete dice que ser inteligente es ser optimista y entusiasta. Y considera su definición como aquella que debe relegar al dañino pensamiento crítico. La propuesta del politólogo, egresado de la exclusiva Universidad Torcuato Di Tella, es la de abogar por un nuevo dogmatismo irracional. El único modo de ser optimista y entusiasta cuando el país se va a pique resulta de un acto de fe. La creencia en el más allá, que Kant no negaba pero sí separaba del ámbito del entendimiento, no puede reemplazar a la crítica del más acá. La luz al final del túnel no puede suplantar al análisis crítico de los caminos que nos proponen para llegar a ella.


* Politólogo y doctor en Ciencias Sociales (UBA-UNAJ-Conicet).




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viernes, 20 de enero de 2017

¡EL PROBLEMA ES LA SUPREMACÍA BLANCA, ESTÚPIDOS! Por Luis Martín-Cabrera



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Investidura de Trump

¡El problema es la supremacía blanca, estúpidos!





En el año 2015 publiqué en Madrid con la editorial La Oveja Roja un libro –Insurgencias invisibles: resistencias y militancias en Estados Unidos— que fue creciendo a partir de una serie de crónicas y entrevistas para rebelión.org, escritas o referidas al primer gobierno de Obama. A pesar del entusiasmo que causó la elección del primer presidente afroamericano, el libro cuestionaba, desde el principio, la posibilidad de haber entrado en una era “postracial” que, entre otras cosas, volvía inoperante, incluso analíticamente, la noción de raza. Acompañado de las voces de Roberta Alexander, militante histórica del Partido Comunista-USA y de los Panteras Negras, de Enrique Dávalos, activista transfronterizo en San Diego/Tijuana y de Adriana Jasso, Harry Simón y Romel Díaz, militantes de Unión del Barrio, tratábamos de explicar cómo seguía operando la “línea de color” teorizada por W.E. Dubois desde la esclavitud, al complejo industrial de prisiones, pasando por las leyes segregacionistas de Jim Crow. Abordamos las resistencias al aparato de control y muerte de la frontera, las luchas sindicales y antirracistas, los intentos de privatización de la universidad pública, ofrecíamos, en suma, la perspectiva de esa multitud, que sin salir en los medios, luchaba y lucha anónimamente desde las “entrañas del monstruo” por la emancipación y la justicia social. 

El libro era, sobre todo, un mensaje en una botella para la izquierda en España y América Latina. Confieso, con cierta frustración, que el mensaje no ha llegado o sólo ha llegado muy parcialmente. Sí, el libro fue reeditado en Chile gracias a la generosidad de los compas de la Editorial Proyección, se ha comentado y discutido en varias instancias, pero frustra ver cómo se siguen utilizando las mismas categorías estériles, incluidas algunos de los conceptos más vulgares del marxismo, para desentrañar el desastre que supone la elección de Trump.

Como cualquier otro acontecimiento histórico la elección de Trump puede y debe analizarse desde distintos ángulos. No es que los otros factores no importen, sino que sorprende clamorosamente la ceguera, más o menos generalizada, de la izquierda en el mundo hispanohablante para entender que la clave de esta elección es la supremacía blanca, el racismo estructural. De este preclaro modo lo explicaban los compañeros y compañeras de Unión del Barrio en su imprescindible Declaración tras la noche electoral:

“Una y otra vez, la historia muestra que la supremacía blanca “triunfa” [1] sobre todas las otras formas de identidad en los Estados Unidos. Por eso, los trumpistas odiaban tan intensamente a Obama y a Hillary R. Clinton y, por eso, salieron en masa a votar a Trump:

· La supremacía blanca triunfó sobre la clase— el 67% de los trabajadores blancos apoyó a Trump el “millonario del 1%”

· La supremacía blanca triunfó sobre la diversidad racial—el 58% de la gente blanca apoyó a a Trump “el xenófobo abiertamente racista”

· La supremacía blanca triunfó sobre el género—el 53% de las mujeres blancas apoyaron a Trump el “misógino depredador sexual”.

· La supremacía blanca triunfó sobre el fanatismo religioso—81% de los evangélicos apoyó a Trump el “mujeriego degenerado” .

· La supremacía blanca triunfó sobre el “constitucionalismo” – el 61% de los veteranos apoyaron a Trump el “demagogo autoritario”

· La supremacía blanca triunfó sobre la educación—el 49% de los licenciados universitarios votó por Trump el “anti-intelectual”.

Fue la supremacía blanca la que ganó la elección de Donald Trump”

¡Es la supremacía blanca, estúpidos! Lo digo sin intención de ofender a nadie, más bien evocando la frase de James Carville -- “It's the economy stupid” (es la economía estúpido)-- que le dio la victoria electoral a Bill Clinton en 1992, anteponiendo la discusión económica sobre todos los otros aspectos. Sorprende, que teniéndolo delante de sus narices, la izquierda europea y, en menor medida, la izquierda latinoamericana, siga insistiendo en no utilizar la raza como categoría analítica, como si no fuera con nosotros, como si no fuéramos parte de esa “modernidad colonial”, como la llama Anibal Quijano, que alumbró el sistema-mundo que habitamos y distinguió desde sus albores el trabajo asalariado de todas las otras formas de trabajo no remunerado y de terror como la esclavitud, el peonaje y la servidumbre coloniales.

Insisto, no es que los condicionamientos de clase, el patriarcado u otros factores no sean importantes, sino que la supremacía blanca, el racismo, “sobredetermina”, particularmente en el caso de la elección de Trump, todos los demás, triunfa sobre ellos, porque históricamente, como explican los compañeros de Unión del Barrio, ha tenido una mayor capacidad estructural de interpelar a las grandes masas blancas y separarlas, por encima de sus potenciales intereses comunes de clase, de las minorías étnicas

La gente no está para muchas explicaciones y los cuentos de la supremacía blanca en Estados Unidos tienen casi tantos siglos como el Destino Manifiesto o las mil y una noches. Todo el mundo lo sabía, era un secreto abierto que con la campaña de Donald Trump dejó de ser simplemente un secreto y le dio alas a la reacción blanca contra el primer presidente afroamericano del país y, sobre todo, contra la acumulación de poder del movimiento Black Lives Matter y el movimiento de migrantes latinos a favor de la reforma. Trump no tuvo que esforzarse mucho para encontrar estos cuentos racistas, pues su fortuna es producto de la supremacía blanca. Como destapó el New York Times durante la campaña, su padre, Fred Trump, levantó su imperio inmobiliario en los años sesenta sobre la segregación de los afroamericanos, un asunto que, lejos de causar algún arrepentimiento en Trump hijo, lo llevo a envenenar la causa de “Los llamados 5 de Central Park”. En 1989 , 4 adolescentes afroamericanos y uno latino fueron acusados de violar a una mujer blanca que estaba haciendo jogging en el parque. Antes de que se celebrará el juicio, Donald Trump gastó 85,000 dólares de su propio bolsillo para imprimir una libelo de una página entera en cuatro periódicos, incluido el New York Times, donde pedía el retorno de la pena de muerte y la intensificación de la represión policial. Si embargo, “Los 5 de Central Park” fueron exonerados tras la confesión del verdadero autor de los hechos, pero Trump, por supuesto, jamás se retractó, a pesar de haberse equivocado y haber contribuido a destruir las vidas de estos jóvenes que fueron torturados y pasaron 7 años en prisión.

Pero no se trata de demonizar en exceso a Trump ni de sentirse culpable por ser blanco; la supremacía blanca es un fenómeno estructural con implicaciones simbólicas, culturales, políticas y, por cierto, económicas. Los individuos actúan dentro de esa estructura, lo más perverso de Trump es haber entendido muy pronto – al menos desde el escándalo de “Los 5 de Central Park”—los réditos políticos que le podía traer ser la voz de la supremacía blanca. Por eso se rodeó de nacionalistas blancos como Steve Banon para su campaña o rechazó desvincularse del apoyo explícito de David Duke Ex Gran Maestre del Ku Kux Klan (estamos hablando no ya de racismo, sino de terror racial). Trump, no obstante, no es el único que habla por esta estructura racista. Los altos cargos del partido republicano –John McCain, Ted Cruz, Ryan, etc-- sólo se rasgaron las vestiduras en público después del escándalo del video de Access Hollywood en el que Trump amenazaba con agarrar de los genitales a una mujer blanca. Anteriormente, ya había dicho que todos los mexicanos eran violadores y todos los musulmanes terroristas a los que había que negar entrada al país, pero eso no había generado ninguna inquietud en los congresistas republicanos. Sólo cuando los cuerpos de “sus mujeres blancas” quedaron en la línea de fuego, saltaron las voces de alarma y, ni aún así, le han retirado su apoyo a Trump, porque la supremacía blanca se impone poderosamente sobre cualquier otra consideración. Otro tanto sucede con los liberales blancos que aparentemente han decidido culpar por la derrota de Hilary Clinton a Rusia y al discurso de lo “políticamente correcto” que no permite a los blancos expresar sus verdaderos sentimientos (racistas).

Con todos estos antecedentes sorprende que haya quién siga torturando las estadísticas y la realidad para tratar de explicar el fenómeno Donald Trump recurriendo a “la lucha de clases” o peor aún –como sucede con una serie de artículos publicados por el diario.es traducidos del británico The Guardian—insistiendo en que hay que entender a las grandes masas blancas que votaron por Trump, porque al fin y al cabo las elites del país llevan años sin hablar de “políticas de clase” y juzgándolos por ser racistas, por su cultura de las armas o por su cristianismo. No cabe ninguna duda que las elites políticas y económicas del país se han salvado a sí mismas de la recesión económica y se han beneficiado desproporcionadamente de la desindustrialización de las regiones que le dieron la victoria a Trump (el Rust Belt y el Midwest), pero hay que insistir en lo obvio: no son ni “las políticas de identidad” (una anémica forma de reparación por el racismo estructural), ni las minorías quiénes han empobrecido a estos trabajadores blancos. Alegrarse de esta supuesta venganza de clase contra las elites ilustradas del país es temerario. Además si la clase trabajadora ha visto su nivel de vida implosionar ¿qué decir de los más de 5 millones de latinos deportados o de los millones de afroamericanos encarcelados por delitos menores o de sus desproporcionados índices de desempleo, malnutrición, desahucios o de la falta de acceso a la educación de calidad?

Lo que parece decir el apoyo explícito a Donald Trump es: “si no hay para todos, mejor que haya sólo para los blancos”; eso es lo que dice el slogan de campaña “Make America Great Again/ Hagamos América Grande Otra Vez”. ¿Grande como cuando los Japoneses eran internados en campos de concentración? ¿Grande como cuando los negros eran linchados y sus cuerpos expuestos en público e impresos en tarjetas postales para goce de las audiencias blancas? ¿Grande como cuando los latinos no podían acceder a la educación superior? ¿Grande como cuando sólo votaban los blancos? Por más que hayan sido víctimas de las políticas económicas del capitalismo financiero de Wall Street no podemos acompañar a los blancos en su naufragio en este “marasmo moral”, como lo llama el intelectual afroamericano Cornel West.

Debería ser una petición de principios y, sin embargo, hay voces autorizadas en la izquierda como Ignacio Ramonet que se muestran críticos, pero ambivalentes; celebran el aparente rechazo de Trump a los tratados de libre comercio y escriben cosas como esta: “Para muchos electores irritados por lo «políticamente correcto», que creen que ya no se puede decir lo que se piensa so pena de ser acusado de racista, la «palabra libre» de Trump sobre los latinos, los inmigrantes o los musulmanes es percibida como un auténtico desahogo. A ese respecto, el candidato republicano ha sabido interpretar lo que podríamos llamar la «rebelión de las bases»”. ¿De qué bases estamos hablando? 

Más preocupantes aún son las declaraciones más recientes del Presidente Venezolano Nicolás Maduro diciendo que “peor que Obama no puede ser” y que “existe una campaña de odio en Estados Unidos y Occidente contra Donald Trump” para concluir: “Esperemos. Vienen grandes cambios en la geopolítica internacional. Esperemos para ver qué sucede tanto en las políticas internas de Estados Unidos como en las internacionales. No nos adelantemos a los sucesos. En ese sentido quiero ser prudente y decir: esperemos” ¿De verdad tenemos que esperar para juzgar a Donald Trump? ¿No nos basta con todo lo expuesto hasta aquí, con las múltiples manifestaciones de odio y de desprecio por los más vulnerables que ha mostrado hasta ahora? ¿No basta con su apoyo al terror racial de KKK para distanciarnos de todo lo que proponga? ¿No es suficiente con ver el grupo de asesores que ha nombrado, todos multimillonarios y casi todos, por cierto, hombres blancos? ¿Podemos esperar algo positivo del nuevo fiscal general del Estado Jeff Sessions, ferviente admirador del KKK hasta que descubrió que fumaban yerba y acérrimo opositor del derecho al voto de los afroamericanos? ¿Nada de esto es suficiente?

Supongo que el presidente Maduro y otros ambivalentes de la izquierda piensan que entre todo lo malo que representa Trump puede haber cosas buenas, como el rechazo a los tratados de libre comercio o un cambio geopolítico en Oriente Medio, que se puede separar el polvo de la paja o, peor, que el enemigo de tu enemigo (¿Obama, la elite liberal?) es tu amigo. Sea como fuere este pacto fáustico con “algunas de las políticas que pudiera implementar Trump” es extremadamente peligroso. El presidente Maduro debería entender que si le damos la vuelta al guante de la supremacía blanca queda en la superficie el imperialismo expansivo de los Estados Unidos en nombre de la superioridad moral de un pueblo blanco, que el imperialismo y la supremacía son el haz y el envés de la misma lógica destructiva.

Por otro lado, apoyar ciertas políticas de Trump por intereses geopolíticos sólo puede ser visto por latinos y afroamericanos como una traición a las políticas de solidaridad con las minorías étnicas impulsadas históricamente por la Cuba de Fidel que siempre apoyó y asesoró a militantes de las Panteras Negras o del movimiento Chicano --Assata Shakur sigue viviendo en La Habana. Lo que tal vez no se comprenda es que las actitudes de Trump autorizan la violencia y el terror racial de sus bases nacionalistas blancas dentro y fuera de Estados Unidos. Una semana después de su elección ya había un grupo de chicos blancos mandando a un grupo de afroamericanos a la parte de atrás del bus. Las mujeres en general y las mujeres de color en particular han sido objetos de múltiples agresiones que antes sucedían, pero ahora están avaladas por los comportamientos del presidente electo. cualquier apoyo, por tímido que sea, a las políticas de Trump, sólo puede ser interpretado como una forma de abandono a las minorías étnicas del país que son los aliados naturales e históricos de todos los países del Sur Global.

La elección de Donald Trump no se puede leer como un menú donde podemos elegir qué nos gusta y qué no. Por eso, ojalá este 20 de enero se escuche con fuerza en América Latina y en España el mensaje de solidaridad con Afroamericanos, Latinos y con todas y todos los que están en lucha contra el obsceno fascismo que representa el ascenso de Trump al poder. Ojalá no haya ambivalencias ni esperas, ojalá sepamos estar a la altura de la historia para acompañar a quiénes desde el primer día dicen NO alto y claro a todo lo que representa Trump. Compañeras y compañeros marxistas, no habrá lucha de clases posible mientras el racismo y la supremacía blanca sigan operando en el corazón y en la mente de los trabajadores blancos de Estados Unidos y del mundo; sin anti-racismo no hay solidaridad posible, y sin lucha contra el patriarcado tampoco.

Entre todo el barullo que representa la elección de Trump hay un hecho que tal vez haya pasado desapercibido. La cantante afrobritánica Rebecca Ferguson, una de las muchas artistas que ha rechazado la invitación de cantar en la Inauguración de Donald Trump, aceptó en un principio con la condición de interpretar “Strange Fruit” de la gran Billy Holliday. Se trata de una canción sobre los linchamientos de afroamericanos en el sur. Cuentan que muchas veces, después de cantarla, Billy se encerraba en el baño a vomitar. Así dice la letra:

Los arboles sureños dan frutas extrañas
Sangre en las hojas y sangre en las raíces
Cuerpos negros meciéndose en la brisa sureña
Extraña fruta colgando de los álamos
Escena pastoral del sur galante
Los ojos reventados, la boca torcida
Aroma de magnolias, dulce y fresco
Luego el súbito olor de la piel quemada
Fruta para que la muchedumbre deshoje
Para que lluvia junte, para que el viento absorba
para que el sol marchite, para que los árboles boten.
Es esta una extraña y amarga cosecha.

Hasta donde yo sé Donald Trump no ha podido aceptar el ofrecimiento de Rebecca Ferguson, hacerlo hubiera introducido la memoria del terror racial en una ceremonia destinada a enaltecer lo contrario: la superioridad del hombre blamco occidental. Pero nosotros sí podemos hacernos cargo de este conocimiento que los descendientes de los esclavos en Estados Unidos llevan grabado en el cuerpo. No es sólo asunto suyo, también los que no sufrimos las secuelas del terror racial o las sufrimos de otra manera, tenemos que hacernos cargo de este conocimiento, no ocultarlo, hacerlo nuestro sin culpa, pero con responsabilidad y determinación para que, si Trump construye un muro, podamos decirle con José Martí, “trincheras de ideas, valen más que trincheras de piedra”.


Nota
[1] En la versión original en inglés la palabra es “trump” un verbo homónimo al nombre del recién elegido presidente, un juego de palabras que no se puede traducir.




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