El dictamen del fiscal Federico Delgado en el marco de la causa por la tragedia de Once, del 22 de febrero, que costara la vida a 51 personas y a más de 700 heridos, es contundente. En el documento acusa de modo directo por la tragedia al Estado, mediante su Secretaria de Transporte, la Subsecretaria de transporte Ferroviario y la Comision Nacional de regulacion del Transporte (CNRT). La publicación del presente documento completo por este sitio web en solidaridad con las victimas y sus familiares, pretende difundir el mismo con el objetivo de esclarecer quiénes son los unos y los otros, cuáles son los datos de la realidad y qué elementos coadyuvaron para provocar el funesto hecho. Y en definitiva, exponer críticamente el sistema de estructuras que conforma una realidad que mientras espera Justicia, sigue intacta...
Raúl Olivares.-
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ALGUNAS CITAS DEL DOCUMENTO
“...no están en posiciones idénticas el conductor de la formación ferroviaria, el concesionario que explota el servicio público o los funcionarios encargados de vigilar el ‘qué’, el ‘cómo’ y el ‘cuándo’ de esa actividad empresarial”. En tal sentido, acusa la “complicidad criminal” entre el Estado y TBA.
“El 22 de febrero no se alinearon los planetas en contra de la formación de que se trata. De ninguna manera, hubo avisos de los usuarios”
Los documentos de la Auditoria General de la Nación, dice Delgado, “Fueron decisivos para comprender las condiciones en que se prestaba el servicio y las faltas que, en base al contrato de concesión, derivan de esas condiciones, tanto para los responsables de Trenes de Buenos Aires como de la Secretaría de Transporte y de la CNRT”.
“De ese ‘adentro’ y de ese ‘afuera’ que se hallan alojados dentro de la traducción jurídica que realizó la Sala I de la Cámara Federal para procesar a los concesionarios del Roca y a los funcionarios públicos que debían controlar el servicio, surgen con nitidez los rostros de los responsables a los que se debe enjuiciar para debatir en algún momento si son culpables o inocentes”.
Con respecto al freno que, según los últimos peritajes no funcionaba, Delgado expone la declaración del testigo Osvaldo Rubén Quaini, responsable del Área de Centro Único de Exámenes e inspector examinador para conductores en todas las tracciones y líneas ferroviarias de la CNRT. “Le preguntaron, entre otras cosas, cómo hacen los conductores para conocer la velocidad de la formación dado que carecen de velocímetros. Esto es central. Hagamos una pausa y retengamos esto: los conductores carecen de velocímetros. Respondió:‘Lo saben por el tiempo que deben tardar de una estación a otra y por los palos que marcan el kilometraje, generalmente cada 70 mts hay un palo, es decir que por kilómetro hay 14 o 15 palos’. Esto significa, palabras más palabras menos, que los conductores frenan a ojo”.
En lo que hace a los subsidios estatales, Delgado dice: “El subsidio de explotación de trenes se redefinió en 19 ocasiones por parte de la Secretaría de Transporte. Las transferencias realizadas a favor de TBA S.A., según la AGN, en concepto de subsidios de explotación y accesorios (retroactivos e intereses) ascienden a ($ 1.924.625.755,67). Aquí reside una cuestión nodal: la llave que abría el flujo de dinero provenía de la Secretaría de Transporte. El Estado inyectó una importante cantidad de fondos, a través de la Secretaría de Transporte, que no se reflejó en el servicio”.
“Por lo tanto, allí yacen las caras visibles en las que se concentra un grado de responsabilidad en los hechos que justifican un juicio oral”.
(Las letras en negritas son mías.)
DOCUMENTO DEL FISCAL FEDERICO DELGADO
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EL 1º CUADRADO CON FLECHA A SU IZQUIERDA.
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