“Para Milagro, liberación”, cantaban los militantes y los autoconvocados en la plaza.
Imagen: Pablo Piovano
› UNA MANIFESTACION EN PLAZA DE MAYO EXIGIO LA LIBERACION DE LA DIRIGENTE SOCIAL
“Sala es la primera presa política”
Agrupaciones kirchneristas y de izquierda, las dos CTA y organismos de derechos humanos se movilizaron en repudio a la detención de la líder de la Tupac Amaru en Jujuy. “No nos está respetando, nos está insultando”, dijo Estela de Carlotto sobre el gobierno de Macri.
Por Julián Bruschtein
“No tenemos miedo, ellos lo tienen. Saben que no nos van a doblegar”, señaló la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, arengando a los miles de militantes y autoconvocados que respondieron al llamado para solidarizarse y pedir la libertad de la militante social jujeña Milagro Sala. La manifestación se desplegó en la Plaza de Mayo, donde además de casi todas las organizaciones kirchneristas se movilizaron las dos CTA y el Frente de Izquierda (FIT). “Hace 35 días que nos vienen provocando, están buscando que reaccionemos pero no lo van a lograr”, aseguró Marcos, un integrante de la Tupac Amaru que apuntó contra las políticas del gobierno macrista.
“Quieren con esto que ha pasado demostrar que tienen un poder que no tienen. El pueblo votó y vamos a respetar la voluntad popular siempre y cuando el que preside nos respete, y no nos está respetando, nos está insultando”, aseguró Carlotto, al cerrar el acto que comenzó pasadas las 18 con una multitud delante. El pedido de liberación de Sala era una constante en las consignas que se escucharon en la movilización. “Para Milagro, liberación”, cantaba un grupo de jóvenes mientras saltaban y se arengaban entre ellos. La plaza estalló en aplausos cuando Carlotto se refirió a la dirigente jujeña como “la primera presa política” y apuntó contra el gobierno nacional porque “hace un mes que estamos viviendo en el infierno”.
“En un mes nos mostraron algunas de las armas que van a usar en sus cuatro años de gobierno. La judicialización de la protesta social creíamos que ya la habíamos dejado atrás”, dijo a Página/12 Roberto, un joven enfundado en una remera de la Tupac que llevaba la batuta de un grupito de muchachos que no paraba de lanzar consignas. Las columnas no cesaban de ingresar a la Plaza de Mayo con las banderas de sus agrupaciones anticipando la identidad de cada una. A la cabeza, la Tupac Amaru con sus militantes y sus banderolas blancas, mientras en la plaza se iba regando de los colores de las agrupaciones: celeste y blanco de La Cámpora, negro azul y blanco de Descamisados, verde de Nuevo Encuentro y el rojo del PTS. “Ooooh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”, cantaba la plaza entera casi al unísono, una consigna que se convirtió –a fuerza de repetición en las “plazas del pueblo”– en el canto representativo del kirchnerismo.
El escenario fue montado en el centro de la plaza, delante de la Pirámide, con la gente mirando hacia la Casa Rosada. Los carteles contra la política del presidente Mauricio Macri se veían todo a lo largo de las columnas. “Todos somos Tupac Amaru”, se repetía sin importar quién la llevara: chicos con sus padres de la mano, militantes, dirigentes y señoras mayores mostraban la leyenda, mientras escuchaban a los oradores. “Hace 35 días que nos vienen provocando, están buscando que reaccionemos, pero no lo van a lograr. Y no nos vamos a mover de la plaza porque en la Argentina la protesta social no es un delito”, exclamó Marcos, militante de la Tupac, que habló en representación de la agrupación.
En el palco lo acompañaban los dirigentes y legisladores que participaron del impulso a la convocatoria. Como lo habían anticipado en una conferencia de prensa al mediodía en el Congreso, los diputados del bloque del Frente para la Victoria (FpV) y de La Cámpora Andrés “Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” de Pedro se mezclaban junto al ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, el removido titular de la Afsca, Martín Sabbatella, y el líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico. También se pudo ver al secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, al dirigente social Luis D’Elía, los compañeros de bancada de Sala en el Parlasur Daniel Filmus y Agustín Rossi, y el legislador y ex ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que también compartieron palco con los integrantes de la agrupación que conduce Sala, la Tupac Amaru.
“No nos están respetando, todos los días hacen nos hacen algo. Hace un mes que estamos viviendo en el infierno”, dijo Carlotto y llamó a “ponerse de pie”, al comenzar a darle cierre al acto y la movilización ante el respetuoso silencio de la multitud. Luego apareció el “vamos a volver” que se apagó rápidamente para escuchar las palabras finales. La presidenta de Abuelas indicó: “No tenemos miedo, ellos tienen miedo de nosotros porque saben que no nos van a doblegar. Por eso tenemos bastón, porque nunca nos arrodillamos y no nos vamos a arrodillar”, siguió, despertando al público que ahora sí empezó nuevamente a cantar “vamos a volver”, mientras las columnas de gente comenzaban a desconcentrarse.
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