viernes, 26 de noviembre de 2010

TOBAS: LA HUELLA DE UN GENOCIDIO QUE NO PARA.


 

"Indio toba
Sombra errante de la selva
Pobre toba reducido
Dueño antiguo de las flechas."


Antiguo dueño de las flechas
Félix Luna

Los "tobas" pertenecen a un gran grupo de pueblos indígenas denominados "guaycurúes". Originalmente habitaban una extensa región del Norte argentino: la zona conocida como "Chaco", término que en lengua aymará quiere decir "lugar de cacería". Además de la provincia que lleva ese nombre, la región chaqueña abarca total o parcialmente otras cuatro provincias argentinas (Santa Fe, Santiago del Estero, Salta y Formosa), y se extiende hacia el vecino Paraguay. En los orígenes, el Chaco estaba cubierto por inmensos bosques de especies vegetales muy valiosas, como el "quebracho". Los tobas eran un grupo nómade, que como tal vivía de la caza, la pesca y la recolección; si bien, por irradiación desde la región andina, habían adoptado algunos elementos culturales más avanzados, tales como la cerámica, el tejido con fibras vegetales y la cestería.
Canals Frau, Salvador, Culturas indígenas argentinas. Hyspamérica, Buenos Aires, 1987.


Muchos ni siquiera saben que existen, algunos  saben,  pero no les importan o los desprecian y quieren que desaparezcan , hay quienes se han acostumbrado a verlos excluidos, y  hay otros que conociéndolos, se han comprometido con su lucha. De todos estos, los últimos son los que hacen la diferencia.














Antes que los invasores españoles,  y las culturas más desarrolladas de  La Europa produjeran sus “grandes empresas históricas”,  ellos ya estaban… Mucho antes que lo que pensamos, ellos ya eran hijos de la tierra…

Son pueblos originarios lo que significa que todo lo que los rodea les pertenece de modo irrefutable. Pero como la llamada  Conquista no podía ejecutarse de otra forma, cuando los conquistadores arribaron con fuego, plagas y caballos, los fueron redujendo a la esclavitud, a las hambrunas, a la extinción y al abandono.
El Estado-Nacion, en 1880 introduce su voraz e insaciable zarpazo, instalándose en su región, en una verdadera guerra abierta y asimétrica, que reproducía básicamente las mismas condiciones desiguales que la de los españoles. Así con la invalorable ayuda de la tecnología armamentista  de la época, los lograron vencer: armas de fuego a repetición contra arcos y flechas y algunos fusiles que no fueron determinantes, rebeliones y sangre de por medio y con la ruina que provoco el alcohol como herramienta alternativa de opresión.  Al final por 1919, los Tobas vieron que sus dominios pasaban a ser gigantescos aserraderos, convertidos así por obra y gracia de “la Forestal”, entre las más notables de las manufacturas de la época.
Obviamente,  el ferrocarril  necesitaba imperiosamente del quebracho  para los durmientes y para todo lo que de madera se podía fabricar en aquel entonces: los enormes bosques de caza, de recolección, de vida, se hicieron nada, desolación y estrago yermo.
A través de los siglos y la estigmatización,   fueron empujados a la subsistencia más oprobiosa, en los algodonales como mano de obra barata, sufriendo la expoliación continua, los traslados compulsivos a otras zonas del país y dependiendo siempre de lo que los señores terratenientes decidieran de lo que quedaba de sus vidas.
El tiempo es testigo (acaso su único y más  fiel aliado), de su escarnio permanente. Hoy se los puede ver en las condiciones más inimaginables que se puedan querer  para un animal,  (y  a pesar de lo que algunos piensen, ellos definitivamente, no lo son).  En condiciones paupérrimas de existencia y olvidados, sino negados socialmente. Carentes de lo indispensable para la supervivencia y apartados, segregados como parias en su tierra. Habitan en verdaderas taperas y rancherías que indignan y ofenden su condición humana; sin asistencia médica de la más elemental y silenciados culturalmente. Beben agua contaminada de los esteros en recipientes plásticos utilizados para la fumigación de los campos y se alimentan, cuando pueden hacerlo, con lo básico.

Casa en Santo Domingo , Formosa.




Ayer el quebracho, hoy la soja y el narcotráfico.

Lo ocurrido el martes 23 de noviembre de 2010, se veía venir, es que como siempre las tierras son el trofeo más preciado del saqueo a las distintas etnias de nuestro país. Así como lo hicieron antiguamente, depredando los recursos naturales de sus majestuosas selvas, para el suministro de maderas, y la extracción del tanino,  así también  lo siguen haciendo ahora usurpándolas y despojándolas, incluso aquellas  que han sido otorgadas por Decreto Presidencial hace más de sesenta años,  como en el caso de la comunidad Qom. Los  motivos: los negociados que se sustentan  en el narcotráfico y la llamada sojizacion de la producción agrícola-ganadera.

El gobierno de Formosa es absoluto responsable de lo sucedido el 23, con la complicidad del gobierno nacional, que hace “la vista gorda” al privilegiar sus alianzas estratégicas con otros de “su mismo palo”, como el “K” de Insfrán, permitiendo la violación sistemática de los derechos de los más débiles y explotados como los Tobas. Lo que contradice y pone en tela de juicio no únicamente al propio ejecutivo nacional, sino, y lo que es mucho más grave, al mismo Estado de Derecho,  ya que cada vez que se cometen crímenes como estos, seguidos de impunidad, se establece con claridad meridiana en la práctica, lo que solo con palabras desde el poder se proclama. Esto es así, porque una política de derechos humanos debe ser integral, abarcativa de todos los sectores, preferentemente de aquellos  que están  en emergencia social o son reiteradamente discriminados o perseguidos. Y debe ser coherente, consecuente con la ejecución de la misma. De lo contrario, queda renga, porque por un lado, con enorme legitimidad, procede contra los genocidas del pasado reciente del Proceso y por el otro a los represores y genocidas del presente,  los deja hacer.
 El estado provincial Formoseño,  realiza “emprendimientos y acuerdos” con grandes familias de terratenientes como los  Celia, quienes se atribuyen el derecho de propiedad  de estas tierras  y ahora, frente a la movilización de la comunidad Toba,  que quiere recuperarlas, pretende defenderlas  a escopetazos. En última instancia subyace el propósito de alinearse al insaciable plan de “negocios”  de la  soja. Efectivamente detrás de los crímenes y la feroz represión a los miembros de la Comunidad Qom Navogoh  (Toba), en  la Colonia Primavera, están los espurios intereses del pool sojero. El reclamo es por 600 hectáreas fértiles, que el gobierno de Formosa  expropió para la instalación de una escuela terciaria agro técnica. Así,  los campesinos de la zona, como la comunidad Toba citada, padecen la progresiva expulsión y saqueo de sus territorios por parte del sistema de producción agrario-financiero y la organización de empresas transitorias, especulativas con papel determinante en la producción, y que para ello rentan,  como lo hacen en esta provincia, grandes extensiones de tierras (ajenas) para una súper rentabilidad. El llamado poll,  entonces cosecha en mano, la distribuye entre sus partes;  “inversores” de la peor calaña, que hacen de la agricultura un negociado de los tantos que inescrupulosamente manejan en nuestro país.
En el contexto en el que vivimos,  con las recientes condiciones de mercado, los precios internacionales, la demanda a nivel mundial de alimentos y los  altísimos beneficios;  el escenario es otro, las cosas  cambiaron y mucho.
Ahora los territorios que eran considerados improductivos o de  escaso valor, debido al boom de los comoddities, (como por ejemplo el trigo o la soja), han resurgido en las miras de los grandes terratenientes quienes ven en ellos la oportunidad para sus extraordinarias ganancias. Por ello, las tierras  tobas, entre otras, aunque no sean propias para el cultivo,  sí lo son para la admisión de ganado que tuvo que ser desplazado para dar lugar a “la semillita milagrosa”.  
También y en este mismo sentido, las diversas interrelaciones de los intereses del poder provincial y su asociación con el narcotráfico en la región pesan a la hora de tratarse de terrenos estratégicos para la logística narco.  El emplazamiento de bases operativas para este propósito, necesita de zonas claves, aisladas o conectadas con otras donde ya los carteles de la droga operan más fácilmente. En comunicación radial  un dirigente toba denunció  el proyecto de pistas de aterrizaje para el ingreso de aviones con “mercadería” a la Provincia formoseña, en las tierras en cuestión.
Hace más de 60 años las reservas fueron adjudicadas a estas etnias, lo que habla claramente de lo patético de este verdadero latrocinio, ya que el mismo Estado que se las apropio por la fuerza en épocas pasadas, luego concede derechos  a sus dueños originarios, sobre un reducido lote de la totalidad de las mismas.
Estas tierras fueron cedidas en su mayoría  sin títulos de propiedad que figuren en registros adecuados, por lo que entonces el pleno domino es en la practica una fraude oficial,  que limita su categoría  legal y lo vuelve un documento (si lo hay),  precario.  Aquí comienza la legitimación del saqueo. Porque los distintos gobiernos de turno y en particular, el de Insfrán, empieza a ceder  arbitrariamente,  bajo decretos, a sus testaferros y amigos en el poder, las tierras que ya habían sido concedidas a sus dueños originales. Queda entonces el camino allanado para la rapiña definitiva, los agraciados ejercen  sus facultades “legales”, cercando los campos y echando a las patadas (que no es una forma de decir) a los auténticos poseedores, por supuesto, todo ello con la anuencia, la aprobación de los otros poderes provinciales que de esta manera se convierten en coautores del despojo.

Felix Díaz en la conferencia de prensa
         Felix Díaz en conferencia de prensa


Divide y….

Ante la iniciación de acciones judiciales para la recuperación de los predios por parte de las Comunidades aborígenes, los gobiernos provinciales, han elaborado una antigua y tristemente célebre táctica: dividirlos. Y  como el ladrón cree que todos son de su condición, estos canallas con carnet, apelan a lo que ellos suponen sea la vía más práctica para vencerlos. Pretendiendo erosionar y quebrar  su unidad como pueblo, les ofrecen escriturar, pero con la condición de hacerlo por parcelas, de tal modo que una   vez que todos los predios en conflicto  estén fraccionados, los puedan comprar individualmente, a cada uno de los integrantes de las comunidades.
Lo que no entra en sus cabezas es el modo de pensar, y el  universo que los originarios tienen como concepción de vida. En su cosmovisión ellos no pueden siquiera concebir que la tierra no sea para todos, no pueden entender que se la quiera dividir en partes para una sola persona. La tierra es de todos y sustancialmente no se vende, porque es un don, un valor trascendente y comunitario.

De aquí resulta la causa intrínseca del conflicto: dos interpretaciones de la vida completamente diferentes, dos sistemas contrapuestos y antagónicos. Por un lado la propiedad privada de la tierra como medio de producción y por el otro la Tierra como modo de vida comunal. ¿Es posible que un proyecto viva junto al otro?
Si la sociedad transforma sus contenidos discriminatorios y  racistas,  que justifican  la explotación, eso será posible. Pero para lograr este  ideal, es imperativa la transformación del sistema de poder. Y para ello hay que luchar conscientemente con ellos, y reconociendo que en síntesis, las metas, con sus diferencias,  son las mismas: un mundo donde “quepamos”  todos con Justicia e Igualdad de oportunidades para todos. Porque los pueblos originarios siguen su camino de entereza…Y desde su nada sostienen con orgullo su Cultura, desde su nada defienden desesperados,  como pueden y con lo que tienen sus derechos,  y desde esa,  su nada,  nos interpelan.

Para concluir,  en Formosa se ha instaurado un verdadero  Estado de Policía. Félix Díaz, máximo dirigente Toba, ha dicho que ya la gente no sale de su Comunidad por miedo, porque la policía y grupos de civiles, andan “controlando las calles”. Ya no asisten a los Centros médicos, ni a los hospitales de Formosa porque no los atienden,  diciéndoles que son indios y que se tienen que ir… Y si quieren trabajar, peor todavía.

En estos días sin embargo, otras comunidades, como  Mapuches, Guaraníes, Coyas, Diaguitas y Pilagás    han asistido en solidaridad con los Toba formoseños, a la Cumbre de Pueblos Originarios.  El Foro de los Pueblos Indígenas del Norte, que nuclea a una docena de etnias originarias, ya está en la Colonia  La Primavera. El temor es para cuando los medios de prensa se retiren, y entonces  se puedan producir nuevos abusos o hechos violentos. En principio se ha declarado el estado de alerta permanente,  y el domingo próximo 5 de diciembre, se reunirá el Consejo Originario de Comunidades, que hará otra asamblea para disponer que acciones van  a tomar para exigir justicia.

Este y no otro es el auténtico e innegable  trasfondo de los tobas formoseños (y el de  otras Provincias), en torno a sus preexistentes e inalienables derechos sobre sus  tierras.


Por lo que es necesario:

URGENTE INTERVENCION  DE LA PROVINCIA DE FORMOSA.

APLICACION DE LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES 
 QUE PROTEGEN  Y  AMPARAN A LOS PUEBLOS ORIGINARIONARIOS.

BASTA DE DISCRIMINACION Y REPRESION!!

ASISTENCIA URGENTE DE ORGANISMOS
 NACIONALES  E  INTERNACIONALES
DE DERECHOS HUMANOS.

SOLIDARIDAD CON LOS TOBAS DE FORMOSA!!



Raúl Olivares
Todos los derechos reservados


¿Qué hubiéramos sido, si hubiéramos podido ser en toda nuestra plenitud?
“TAKI ONGOY”, de Víctor Heredia



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