Primer paso - La aprobación conseguida ayer permitirá que en 2015 se trabaje sobre el marco regulatorio.
10 de Septiembre de 2014
La Asamblea General aprobó en Nueva York establecer un marco regulatorio mundial para las reestructuraciones de deuda soberanas
La Argentina logró un histórico triunfo en la ONU contra los buitres
La pantalla gigante de la Asamblea General de la ONU mostró cómo votó cada país. Segundos después, sobre un fondo negro y en letras amarillas se despejó cualquier duda. La propuesta que presentó la Argentina, canalizada a través del G77 + China, que prevé el establecimiento de un marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de la deuda soberana se impuso por la nada despreciable cifra de 124 votos a favor, 11 en contra y 41 abstenciones. La delegación argentina festejó el resultado. "El mundo se expresó y dejó en claro que quiere que la deuda externa, que es un problema económico pero también político y social, debe tener un marco jurídico que lo regule", aseguró con efusividad el canciller Héctor Timerman.
Era la última sesión del 68º período. No había más tiempo y la oportunidad no debía dejarse pasar ya que la Argentina pretendía que el marco regulatorio se pueda debatir y aprobar durante el 2015. Eso es lo que llevó a que la misión argentina ante la ONU, que conduce la embajadora María Cristina Pérceval, trabajara a destajo durante las últimas semanas. Cientos de reuniones para acordar el texto y, sobre todo, contener a los países que se veían frágiles ante la presión de los países centrales y lobistas privados para que rechazaran la iniciativa. El otro objetivo, que también se consiguió, fue reducir el número de naciones que iban a votar en contra. Eran 46, y durante estos últimos tres meses ese número se redujo a once. La abstención tiene un significado positivo porque, como confiaron en la misión diplomática argentina, implica que dejaron una puerta abierta para participar en la redacción del futuro marco legal multilateral. Entre los que se abstuvieron estuvo Italia que en un principio fue el país que más militó para el voto contrario de la Unión Europea.
Entre octubre y hasta noviembre se tiene que preparar la agenda de trabajo que también debe aprobar la Asamblea General. A partir del próximo enero comenzará la ronda de negociaciones para acordar el texto del marco legal que se busca aprobar. Timerman reconoció que esas reuniones deben realizarse con todos los países, sobre todo con los que votaron en contra.
El desarrollo de la sesión fue tranquilo pero no exento de tensiones entre las bancas. El presidente de la asamblea, John Ashe (Antigua y Barbuda) abrió el debate y le dio la palabra al boliviano Sacha Llorenti, presidente del G77 + China. El embajador fue tajante al sostener que "es prioridad crear un marco jurídico, con miras a aumentar la eficiencia, la estabilidad y previsibilidad del sistema financiero internacional, y el logro de un crecimiento equitativo e inclusivo". Luego pidieron la palabra la representante de Islandia y el de Rusia. La primera reconoció la necesidad de evitar que las reestructuraciones de deuda sean obstaculizadas pero adelantó su abstención por considerar que era mejor llegar a un acuerdo a través del consenso. Rusia, por el contrario, consideró como oportuna y necesaria la propuesta del G77. Luego Ashe llamó a votar.
Allí no finalizó la sesión, el presidente de la asamblea anunció que se podían anotar para justificar el voto. El primero en hacerlo fue Estados Unidos a través de Samantha Powers. La representante justificó su voto negativo criticando el procedimiento por el cual se llegó a esta votación. Incluso puso en duda la capacidad económica de la ONU para sostener esta tarea y dijo que "el mecanismo propuesto presenta resultados inciertos" porque "lo que se les pide a los organismos es que firmen un cheque en blanco".
Japón, que también votó en contra, fue el primero en advertir que este tipo de temas deben ser tratados en el FMI o en el Club de París porque "tienen los técnicos y el conocimiento profundo de la problemática de la deuda". Claro, lo que no dijo Japón u olvidó convenientemente, es que en esos organismos internacionales hace más de diez años que el tema no avanza más allá de una que otra declaración. Pero además tanto en el FMI como en el Club de París no existe la posibilidad de votar como en la ONU donde cada país, sin importar el tamaño o su capacidad económica o bélica como dijo Llorenti, vale un voto y eso se notó con el resultado de la votación.
Si para la Argentina esto fue una victoria con la que prueba una vez más que no está aislada del mundo, como contrapartida resultó también una dura derrota para los que votaron en contra. EE UU y Japón, que sólo fueron acompañados por Alemania, Inglaterra, Canadá, Israel, Australia, Finlandia, Hungría, Irlanda y República Checa, terminaron quedando aislados de lo que exige o desea buena parte del planeta. Un dato anecdótico, la representación inglesa no habló.
Cuando le llegó el turno a la Argentina, tomó el micrófono el canciller, quien recordó que se estaban cumpliendo 50 años del discurso del entonces canciller José María Ruda, quien "realizó un histórico alegato en el que expuso la posición de la Argentina contra todas las formas de colonialismo", y que posibilitó la primera resolución de Naciones Unidas por el tema Malvinas.
"Los pueblos del mundo hemos hablado y decidimos que es hora de comenzar a trazar conjuntamente un camino ético, político y jurídico capaz de ponerle freno a la especulación desenfrenada, eligiendo el camino del derecho justo que es el que se construye a través de un debate plural y democrático, como este, en donde todos, exactamente todos, tenemos voz y voto", expresó Timerman. No olvidó dar cuenta de cómo la deuda y la ausencia de una regulación de las reestructuraciones terminan siendo las proveedoras de maldiciones sociales como la pobreza, las enfermedades, el analfabetismo y la inseguridad.
El canciller consideró, ante un recinto colmado por los representantes de los países que integran la ONU, que los impulsores de la iniciativa decidieron "cambiar el futuro, y prevenir que más pueblos sigan pagando eternamente con hambre y miseria, los desorbitantes privilegios de los dueños de los fondos buitre, esos siniestros señores de la opulencia."
China no dejó pasar la oportunidad y también habló. Liu Jieyi dijo que su país "respalda y comparte las preocupaciones expresadas por la Argentina y considera que el sistema financiero necesita una reforma ulterior". China fue un actor más que importante en las conversaciones con aquellos países que estaban en duda. Y es que su peso económico también puede servir para las causas justas.
El discurso del representante de Cuba, Rodolfo Reyes Rodríguez, tuvo la particularidad de comparar la lucha de la Argentina por conseguir este marco regulatorio con la continua y permanente lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. "Ellas enfrentaron el silencio sobre la desaparición de sus familiares, aun cuando convencidas de que no volverían, dijeron que nunca más volvería a ocurrir. Ahora decimos acá que nunca más vuelva a producirse este ataque contra la Argentina o cualquier otro pueblo de este planeta." La frase provocó el único aplauso cerrado y emotivo de la sesión.
Pérceval fue quizá la que más trabajo y empeño puso para llegar a esta histórica jornada. Tal vez por ello y luego de la votación se le escaparon unas lágrimas cuando afirmó que "fueron 165 países (los que votaron por el sí y los que se abstuvieron) que éticamente proclamaron la soberanía de los países y la dignidad de los pueblos". Es más, destacó que "no es un país el que se impuso, sino la voluntad de América Latina la que se expresó" para reivindicar la tarea realizada por los países de la región y el gobierno de la presidenta Cristina Fernández. Pérceval estuvo en el recinto acompañando a Timerman junto a la embajadora argentina Cecilia Nahon. «
CLAVES
Capacidad real de pago
La resolución de Naciones Unidas establece que el "elemento central" de las reestructuraciones de la
deuda deben ser en base a "la capacidad real de pago" de los deudores. Y obliga a los acreedores a "actuar con buena fe y con espíritu de cooperación".
solución eficaz a la deuda
El documento aprobado ayer destaca la "especial importancia" de hallar una "solución rápida, eficaz, completa y duradera al problema de la deuda" de los países en desarrollo. Es con el objeto de "promover su crecimiento económico inclusivo y su desarrollo".
prevención de crisis
Solicita que se "intensifiquen los esfuerzos por prevenir las crisis de la deuda". Propone avanzar en la "mejora de los mecanismos financieros internacionales de prevención y solución de crisis", en cooperación con los privados, para hallar soluciones aceptables para todos.
apelación al fmi y el bm
Exhorta a los países que integran la ONU y a las instituciones financieras internacionales, como el FMI, el Banco Mundial y el BID y a los bancos, a cumplir los acuerdos globales en materia del problema de la sostenibilidad de la deuda externa de los países en desarrollo.
marco antes de fin de año
Decide "elaborar y aprobar" hasta antes de fin de año un "marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de la deuda soberana". Dará "previsibilidad" al sistema financiero y tenderá a un crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo.
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