Es una
gran alegría y una gran victoria (tanto de él, como de las asambleas de
oyentes:asamblea_de_oyentes@yahoo.com.ar) que Herman Schiller vuelva a la radio
y a los medios, después de una feroz censura para este gran periodista, gran
luchador de todas las épocas, con una coherencia ética y profesional como pocas
veces se ve. Lo digo con conocimiento de causa, ya que allá por mediados de los
´90, descubrí este excelente programa con un formato radial original,
contestario y nuevo, en la FM Jai de esta ciudad. Nunca había escuchado
con tanta claridad ideológica y tanta libertad de expresión a columnistas,
políticos de todas las opiniones, juristas, analistas de los más serios; y lo
nuevo, lo esencial: a los propios oyentes, ahí, participando al aire, tan bien
atendido, tan respetado...
Esas
emisiones, vibrantes de memoria y denuncia permanente en defensa de nuestros
derechos, intentando construir la
conciencia crítica para los
cambios que la emergencia planteaba, en tiempos espantosamente crueles,
inmersos en una profunda impunidad, repletos de atropellos y de un hambre
social que no cesaba. Esas voces de radio, eran como un
edén mediático en mitad de la vasta mediocridad gral., la
insensibilidad exponencial e inagotable de los decadentes gobiernos pasados y
presentes de la década que nos tocó en suerte padecer; y
que ahora, "casualmente", han vuelto a remitir las
ansiadas, más bien, las codiciadas añoranzas de los "desmemoriados"
amantes de los análogos y nefastos días de "neo-liberalismo y
rosas"... Allende, ese infierno de iniquidad, Herman y su programación,
fueron uno de los pocos refugios de verdad y
justicia en el mismo corazón
de la miseria generalizada de todo orden que el sistema esparcía. Y por
supuesto, esto, no es poco...
Aprendí
tanto con él, que hoy podría decir, sin falsa modestia, que fue en ese espacio
donde surgió esta idea, esta necesidad de-desde otro lugar-generar, difundir y
expresar todas las voces posibles para analizar la realidad y tentar su
transformación. Un sitio abierto a la gente para todos quienes desean el cambio, aprovechando la web, como una experiencia
para el conocimiento y el debate, con la mayor pluralidad y diversidad posibles.
Así que, le debo mucho... El no sabe(o quién sabe, sí), cuánta leña puso en este fuego
para iniciativas que ni el tiempo ni las cosas alteran.
“La
única lucha que se pierde es la que se abandona”. Herman,
es, seguramente, uno de los muchos, de los tantísimos "autores" de esta fiel consigna de la
vida misma; prueba de ello es-parafraseando a Walsh-su valiente testimonio en tiempos difíciles...
Raúl
Olivares.-
aportes
en la crisis.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario