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"Mientras los empresarios del campo, entre ellos los sojeros a la cabeza, la juntan en pala gracias a la quita de retenciones, miles de niños que pertenecen a las comunidades originarias y del extranjero, como Bolivia, viven en la absoluta miseria; no sólo sus familias son expulsadas de sus tierras, sino que además no tienen acceso a los servicios mínimos indespensables. Sólo un dato, durante este verano, 5.500 niños y niñas asistieron a escuelas del norte de Salta para almorzar".
Viernes 20 de mayo de 2016
UN NUEVO CASO
Murió una niña wichi por desnutrición en Salta
Se trata de una niña de la comunidad wichi La Medialuna, a 25 kilómetros de Dragones, en el departamento General San Martín.
La niña de dos años falleció el pasado 21 de abril con un cuadro agudo de desnutrición pero la noticia empezó a circular hace una semana. En el 2008 el hermanito de la pequeña perdió la vida en las mismas circunstancias. Su caso se conoció en los medios durante la semana.
El viernes 3, cuando miles salgamos a las calles al grito de #Ni Una Menos y contra los femicidios, estará presente diremos también Ni Una Menos muertas por desnutrición.
Con la bronca en los huesos
En el paraje La Medialuna viven unas 30 familias que no pueden acceder a un enfermero, ni a un agente sanitario, porque es una zona selvática y para llegar al centro de salud más cercano tienen que caminar 25 kilómetros.
Esta muerte evitable sabemos que no es una excepción. Recordemos a Thiago Quipildor, el pequeño que perdió la vida por desnutrición en la ciudad de Salta el año pasado. O tengamos en cuenta que en el 2015 murieron por desnutrición 8 niños en el norte de la provincia, la misma zona geográfica que concentra el 44% de los niños desnutridos en Salta.
El planteo de que la causa de las muertes de estos niños fueron “cuestiones culturales”, premisa repetida el año pasado en los medios tanto por el gobernador como por el ministro de primera infancia, Carlos Abeleira, como se está poniendo de moda decir, sería cómico si no fuese trágico.
Ahora, ante la muerte de Brenda, salen a decir que el problema son las “distancias” en el departamento Rivadavia. Las distancias entre los parajes, entre las familias wichís. Con esto intentan ocultar el problema de la emergencia sanitaria, habitacional, laboral, que viven las comunidades originarias en el norte de la provincia, empujadas a la miseria con desalojos y represión ante el avance de la agro-industria y el monocultivo.
Pablo Moreno, el dirigente social de Morillo - localidad vecina de Dragones - que fue asesinado por la policía estando detenido sin juicio previo luego de enfrentarse a la represión enviada por el gobierno, peleaba por tierra, techo y trabajo. Moreno era enemigo de la desnutrición y por antonomasia enemigo de los grandes terratenientes y sus amigos políticos y funcionarios. ¿Para quién gobierna Urtubey? La evidencia es contundente.
Haciendo realidad la esperanza...de los sojeros
Mientras los empresarios del campo, entre ellos los sojeros a la cabeza, la juntan en pala gracias a la quita de retenciones, miles de niños que pertenecen a las comunidades originarias y del extranjero, como Bolivia, viven en la absoluta miseria; no sólo sus familias son expulsadas de sus tierras, sino que además no tienen acceso a los servicios mínimos indespensables. Sólo un dato, durante este verano, 5.500 niños y niñas asistieron a escuelas del norte de Salta para almorzar.
Esta es la cultura que imparte el gobierno de Urtubey, la de la desnutrición, la de la represión y persecusión a los que luchan, la del beneficio a los empresarios y terratenientes. Cualquier parecido con la Formosa de Gildo Insfrán no es casualidad.
Y Macri no se queda atrás. Aún es fresco el recuerdo del desalojo al Indoamericano en diciembre de 2010, donde familias de las comunidades originarias de la vecina Bolivia que peleaban por una vivienda digna fueron brutalmente reprimidas.
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