La iniciativa depende de la Dirección General de Desarrollo Saludable.
› RECHAZAN EL PROGRAMA MI ESCUELA SALUDABLE, EN EL QUE PARTICIPAN MONSANTO Y COCA-COLA
Un zorro para alimentar a los pollitos
Los padres de la escuela República de Colombia, en Boedo, rechazaron las actividades vinculadas al programa “Mi escuela saludable”, dependiente del gobierno porteño. Participan empresas multinacionales cuya propuesta no fue evaluada por un comité ético.
La comunidad educativa de la escuela República de Colombia Nº 26, ubicada en Boedo, rechazó actividades vinculadas al programa “Mi escuela saludable”, que depende del gobierno porteño y del que participa una ONG conformada por empresas como Monsanto, Syngenta y Coca Cola. La iniciativa, asegura el Ejecutivo de la ciudad, busca “evaluar el impacto del programa de educación alimentaria” e incluye estudios biométricos con acelerómetros que los chicos debían usar durante la jornada de estudio. “Nos parece al menos cuestionable que empresas ligadas a la alteración genética de los alimentos y a la obesidad promuevan una iniciativa para mejorar la salud de nuestros hijos”, sostuvo a Página/12 Eduardo Chávez Molina, padre de uno de los alumnos de la escuela donde iba a realizarse el estudio.
El pedido apareció en el cuaderno de comunicaciones de los estudiantes. A través de una nota a los padres, se solicitó autorización para realizar a los alumnos preguntas sobre sus hábitos alimenticios, tomarles medidas corporales y evaluar su actividad física durante las horas de clase. La iniciativa se presentó como coordinada por la Dirección General de Desarrollo Saludable del Gobierno de la Ciudad, y el ILSI-Argentina (Instituto Internacional de Ciencias de la Vida), que además de la gaseosa y la multinacional de agroquímicos aglutina a Syngenta (dedicada al desarrollo de semillas y pesticidas) y la farmacéutica Bayer.
“Lo primero que me llamó la atención es que el trabajo no mencionaba ninguno de los objetivos concretos del estudio ni qué se iba a hacer con esos resultados”, explicó Chávez Molina -docente universitario e investigador del Instituto Gino Germani- que consideró “extraño” que el estudio no estuviera coordinado por el Ministerio de Educación ni por el de Salud, sino por el Ejecutivo. “Cuando se trata de poblaciones en general, pero de menores en particular, los estudios pasan por un comité de ética para evaluar si es apropiado, en este caso no se explicitaba y luego nos enteramos que no había sido evaluado desde esa perspectiva”, agregó.
Por otra parte, el docente contó que el programa consiste en brindar información nutricional, aunque no incluye el plan alimentario del menú de la escuela. “De esta manera el estudio busca evaluar un conocimiento teórico a partir de su aplicación práctica en el hogar, es decir, hábitos que son de la vida privada de las familias”, comentó. Luego de recibir el comunicado, Chávez Molina alertó a los demás padres de la escuela, que en conjunto rechazaron la iniciativa. “Me buscaron para darme explicaciones individuales pero les pedí que se acerquen a la escuela, ya que a todos nos inquietaba la situación”, dijo el investigador, que consideró que “fue maravilloso el nivel de participación de la comunidad escolar”.
Tras recibir el comunicado, el hombre publicó un mensaje en la red social Facebook en que señaló que subrayó que el fundador de ILSI a nivel internacional fue Alex Malaspina, vice presidente de Coca Cola, sobre quien pesan denuncias por ejercer influencias sobre organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) en políticas destinadas a promover la salud pública, como aquellas que buscan disminuir el consumo de sal, azúcares y grasa.
En tanto, fuentes del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (CDNNyA) contaron que en el plenario del organismo se le cuestionó a la directora de Mi Escuela Saludable, Cecilia Antún, acerca de las irregularidades del programa. “En primer lugar se le preguntó a la funcionaria si ILSI se encuentra en el registro de ONGs conveniadas en el Consejo y dijo desconocer la existencia de tal registro, por otra parte está la cuestión de que no pasaron por ningún comité de ética”, sostuvieron. Preguntada durante el plenario por el motivo de la participación de ILSI, Antún argumentó que la organización “tiene a la mejor nutricionista del país” y que las empresas “no intervienen en los contenidos, sino que aportan al estudio desde lo técnico”.
Por su parte, los legisladores José Cruz Campagnoli y Andrea Conde del bloque de legisladores Nuevo Encuentro - Frente para la Victoria (FpV) presentaron un pedido de informes para que el Ejecutivo dé explicaciones acerca de cómo y por qué trabaja en un programa de salud pública con estas empresas y a través de métodos que no fueron evaluados.
“Nos parece preocupante que el gobierno de la Ciudad se corra de su responsabilidad y deje en manos de organizaciones no gubernamentales el control de los hábitos alimenticios de nuestros chicos a través del programa ‘Mi Escuela Saludable’”, sostuvo Campagnoli. Para el diputado, “es más preocupante aún, que empresas multinacionales como Coca-Cola, Monsanto y Danone, entre otras, sean quienes asesoran para ‘mejorar’ esas conductas alimentarias, teniendo en cuenta que muchas son las principales responsables de la obesidad a nivel mundial”, agregó.
Informe: Paz Azcárate
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