Escuela en Salta, Argentina |
11 de setiembre día del Maestro
"La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados “ignorantes” son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una “cultura del silencio”
Paulo Freire, "Pedagogía del oprimido
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"La cultura alude al cuerpo de tradiciones sociales adquiridas que aparecen de forma rudimentaria entre los mamíferos, especialmente entre los primates. Cuando los antropólogos hablan de una cultura humana normalmente se refieren al estilo de vida total, socialmente adquirido, de un grupo de personas, que incluye los modos pautados y recurrentes de pensar, sentir y actuar."
M. Harris (1981)
A Marisa, una educadora para la liberación
A Marisa, una educadora para la liberación
La categórica cita de Freire, implica necesariamente la conciencia de
una pedagogía que sea instrumento
de verdadera transformación, desde un nuevo e integral concepto
de educación que parta de las necesidades concretas del educando, no
de los pre-conceptos establecidos por una curricula de escritorio, que solo le es funcional a
los intereses de la burocracia ministerial. La educación debe ser una política de Estado que
sirva fundamentalmente para la liberación, para
la inclusión, para el progreso y el ascenso social de las clases en formación. La cultura debe ser apropiada por el pueblo,
que desde sus peculiares valores, ya expresa como manifestación plena
de su condición, un modo de ser y de existir singular y de
enorme riqueza. La producción y reproducción de la vida
material e inmaterial del hombre es toda ella cultura; toda práctica humana
con carácter social, realizada socialmente, es cultura. Revalorizar estos criterios y rescatar a la cultura como un genuino
atributo del hombre y no solo de
una élite o de una clase, es la gran tarea, el titánico combate del maestro como pedagogo
del presente.
La educación como proceso de socialización
del conocimiento, amplia aún más los horizontes de los objetivos y metas de un proyecto
educacional. En virtud de esta experiencia socio-cultural elemental y
exponencial por sus consecuencias, la perspectiva de lo que descubramos
educando, se hará a la vez, materia
de aplicación pedagógica. Enseñamos lo que sabemos porque lo
aprendemos entre todos, no solo como un método, de lo que Freire llamaba "bancarización", en donde
todo conocimiento se deposita en cada educando, como si fuera un
cajero automático, diríamos ahora. La dinámica de un
proyecto liberador es otra, somos maestros, nos hemos capacitado para ello,
pero educamos enseñando-aprendiendo y volviendo a
enseñar y así sucesivamente.
El concepto de educación debe traspasar los tradicionales,
obsoletos y anacrónicos lineamientos del modelo sarmientino, que acentuaba su integracionismo liberal basado en las corrientes norteamericanas y
europeas, que fueron de un notable progreso para su época y su
contexto; en gran parte debido a la resultante de una guerra civil (en el caso
de Norteamérica) que expresaba los antagonismos entre dos proyectos de nación, cuyos
modos de producción no encajaban; era irremediable que el sur conservador, esclavista
y agrícola-ganadero, no pudiera ni quisiera integrarse a la
matriz industrial-liberal del norte, es en este marco, con el triunfo
unionista y la irrupción del capitalismo de cuño
fabril, donde creció esa corriente reformista, con grandes exponentes
de la escuela común como Horace Mann. Este sistema, el de la escuela pública universal que los modernistas
republicanos, en el sentido amplio del término (no partidista), aplicaron en EEUU, especialmente en Massachusetts, es el que dio las herramientas
vitales que Sarmiento buscaba para su proyecto, que aspiraba vincular en un todo lo político, lo económico, lo social y a la educación como medio de disciplinamiento instructivo e ideológico, en función de los
intereses de la formación del Estado-Nación liberal, burgués-capitalista, que necesitaba con urgencia consolidarse socialmente en
nuestro país. De hecho, una vez en la presidencia de la Nación, las 65
maestras que trajo de EEUU, cuya presencia en nuestra patria son un capítulo
aparte por las consecuencias que su extraordinaria labor contrajo, decía, ellas
representaron fielmente aquel ideal que constituyó el basamento de la
naciente sociedad de fines del siglo XIX hasta la actualidad, donde
la enseñanza estuvo generalmente bajo el
dominio característico de la mujer, siendo este
rol preponderante en la docencia como fuente de trabajo y a su vez, el mismo les permitió la no menos importante, apertura del mercado laboral, en un mundo regido por la omnipresencia del hombre en todos sus planos. Sin embargo, aquella estructura educacional, que marcó
generaciones, ha quedado desfasada ante la emergencia de la neo-colonización y
la globalización del capital, que surgida también de aquel arquetipo clásico, hoy la sigue utilizando a sus fines, más como un "dique
de contención" en la gravísima crisis, que como autentica escuela de formación ciudadana, frente a los múltiples fenómenos
que trae aparejado su salvaje paradigma neoliberal de miseria, exclusión y
descomposición sistemática.
Rebasar la configuración educativa vigente, es una tarea imperativa de todos, de la sociedad contemporánea en su conjunto,
generando en las distintas etapas de conquistas sociales, un sistema
educativo que establezca nuevos parámetros para la construcción de una sociedad
nueva, adecuándose a las distintas y diferentes realidades socio-económicas, aportando todos los recursos materiales y humanos necesarios, para una educación pública integral, privilegiando la constitución de una conciencia crítica, como fundamento de
todo conocimiento verdadero.
Si existe en el mundo un tesoro invaluable y cuyo propósito es
pura y exclusivamente la liberación -si es orientado
adecuadamente- ese es el de la educación. No hay una herramienta más
poderosa para un hombre y para un pueblo que quiere liberarse de las ataduras
que le han sido impuestas, sino es a través de ese proceso de
socialización y aprendizaje, que abre las puertas del universo
cognoscitivo a quienes de otra
manera, estarían férreamente determinados a la negación de
sus derechos y a un innegable desarrollo humano. Para eso especialmente,
necesitamos maestros, exclusivamente aquellos, que por su compromiso y
su lucha, todo lo evidencian, todo lo viven y de este modo, asimismo, todo lo enseñan.
Raúl Olivares.
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reservados.-
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