El es mi papá, delegado de la UOM Rosario, trabajaba en Acindar. Una noche calurosa de diciembre, 20 días antes de nochebuena, se lo llevaron de la casa de mis abuelos. Las últimas palabras que escucho mi abuela de su boca fueron un pedido: "cuida a la nena". Cómo no estar orgullosa de ser hija de este héroe silencioso, que dió su vida porque entendió, como lo entendieron 30000 compañeros, que LA PATRIA ES EL OTRO.Norberto Francisco Rodriguez: Presente, hoy y siempre!!!
LOS HÉROES SILENCIOSOS
No sabíamos cómo expresar con palabras de manera más o menos precisas, hasta que punto, hasta dónde, el Terrorismo de Estado del genocida golpe cívico-militar, hundió sus feroces e inhumanos colmillos en el profundo tejido social de nuestro pueblo, hasta que emotivamente, vimos estas palabras de una hija a su padre detenido-desaparecido, y entendimos que no había más que buscar... La misma y trágica realidad está siempre ahí, acechándonos a cada momento, desde el pasado reciente, para decirnos que así como Norberto Francisco Rodriguez, hubo y hay 30.000 presencias que nos hablan, nos cuestionan, nos empujan y de igual manera, nos esclarecen sobre cómo debemos seguir esta lucha.
Son esos héroes silenciosos que la perversa máquina de masacrar creyó que podía llevarse al olvido, no solo con sus vidas, sino con su dignidad. Nada!! No pudieron, ni van a poder concluir esa nefasta ingeniería del silencio monstruoso. No lo van a poder concretar sin nosotros como testigos de la historia. Somos la boca que grita verdades, la que no puede ni quiere callar. La permanencia de las huellas ejemplares de nuestros hermanos detenidos-torturados-asesinados y desaparecidos, agitadas a los cuatro vientos, ondearan continuamente en nuestros barrios, en nuestras calles y esencialmente, en nuestras almas.
Hay un hilo conductor que siempre lleva a la verdad y pasa indefectiblemente por la memoria.
Cómo no van estar vivos aquellos que dieron la vida por una causa, que ofrendaron todo por la Patria? Cómo no van a quedar en el inconsciente colectivo, especialmente en los suyos, quienes dieron el más grande ejemplo que es amar al otro hasta dar lo más preciado, que es la existencia misma por ellos?
Norberto Francisco Fernández, como un glorificado ángel de la Justicia sobrevuela nuestros cielos, estos, ahora grisáceos cielos, para que desde su altura obrera y militante, nos veamos unos a otros, de tal modo que ninguno pueda decir que no hubo mártires que nos enseñaron qué hacer en tiempos difíciles.
aportes en la crisis.-
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