En memoria de Kevin y de todos aquellos chicos que día tras día, son víctimas de este sistema de iniquidad social e impunidad absoluta, que en cada barrio y en cada villa imponen un "estilo de vida" (o de muerte) mejor dicho, que militariza sus existencias, que los criminaliza y hace de ellos un simple objeto del consumo de todas sus miserias y dolores, sistema que ausente, está más presente que nunca de otros modos: Excluyendo de toda dignidad a los más pobres y explotados.
Fue ese mismo poder, el del Estado y el de las bandas narcos, que entrelazan sus intereses económicos, en un lucro exponencial y siniestro, que conlleva inherente, una complicidad criminal, quien les garantiza permanentemente que no habrá castigo. Sí, fue ese mismo poder, el que mató y mata a niños, como Kevin Molina, ese mismo poder que pareciera no tener límites, excepto, el que nosotros le pongamos.
4 años, en donde la noche de balas y zona liberada, se llevaran a un niño de solo 9 años.-
aportes en la crisis.-
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