Fotos: Ute Ctera
Escuelas tomadas para tener futuro
Por Martín Sosa
Ya son quince los colegios secundarios tomados en la Ciudad de Buenos Aires. Rechazan la sorpresiva -e inconsulta- reforma que el gobierno porteño busca imponer a partir del año próximo en ese nivel. Para Eduardo López, Secretario General de UTE, el proyecto de Horacio Rodríguez Larreta supone una escuela “funcional a los requerimientos empresariales de mano de obra barata y sujetos acríticos”. ¿Por qué estudiantes y gremios docentes se oponen? ¿Cómo se implementará “Secundaria del Futuro”? Educadores y alumnos de la CABA lo analizan en esta nota.
“Sorpresiva”, “imprecisa”, “improvisada”, “incierta”, “inconclusa”. Así definen los alumnos de escuelas secundarias de la Ciudad de Buenos Aires a la reforma del nivel que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta impondrá en dieciocho escuelas piloto desde 2018. La iniciativa, que la ministra de educación porteña, Soledad Acuña, definió como la “fase dos de la Nueva Escuela Secundaria” (NES), plantea fuertes reformas al modelo de escuela actual y tendrá como objetivo alcanzar a la totalidad de los establecimientos medios de la Ciudad para el 2021.
“El Liceo 9 está tomado desde el pasado martes 29 de agosto. De la iniciativa nos enteramos hace dos o tres meses cuando llegó un comunicado a rectoría de que nosotros habíamos salido sorteados para ser escuela piloto de la reforma. Empezamos a investigar de qué se trataba, porque no había mucha información –o entre la que llegaba, había mucha información falsa o errónea– y cuando empezamos a ver, no nos gustó nada” cuenta Violeta (16) integrante del Centro de Estudiantes de dicho establecimiento. Malena (16), del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta, plantea que “los estudiantes rechazamos la reforma primero porque, al igual que la NES, es inconsulta con la comunidad educativa y, después, porque si bien el “cómo” la aplican nos preocupa, donde más ponemos el ojo es en el “para qué” ¿qué tipo de ciudadanos y ciudadanas quieren que seamos con este modelo de estudio?”.
Eduardo López, Secretario General de UTE (Unión de Trabajadores de la Educación), el principal gremio docente de la CABA, indicó que la medida “pone en riesgo los puestos de trabajo de muchos docentes y propone un perfil de egresados de la escuela secundaria funcional a los requerimientos empresariales de mano de obra barata y sujetos acríticos. Además, elimina el quinto año y lo transforma en una suerte de pasantía en las empresas”. Jorge Adaro, Secretario General de Ademys (Asociación docente de la Ciudad de Buenos Aires), añadió que para Larreta y Acuña “el conocimiento que no es inmediatamente transferible a la práctica es dejado de lado. Se aprende sólo para hacer, para aplicar” e inquirió: “¿Qué lugar le queda a la filosofía, la historia, la literatura o al arte?”.
¿En qué consiste la reforma?
Desde hace algunas semanas, comenzaron a circular en la web y las redes, una serie de documentos y presentaciones Power Point con las propuestas del programa “Secundaria del futuro” del Ministerio de Educación porteño. A los pocos días, ya se habían esparcido como pólvora, logrando alinear a docentes y estudiantes en la lucha por postergar su implementación inmediata. Pero, ¿por qué? ¿en qué consiste la reforma?
De acuerdo a lo planteado por los estudiantes, los puntos principales podrían resumirse en:
1- Pasar de un esquema de asignaturas a otro de “áreas de conocimiento”. Así, todas las materias se agruparían en sólo cuatro categorías: ciencias sociales y humanidades, ciencia y tecnología, comunicación y expresión, y orientaciones.
2- Luis (17), secretario del turno tarde y consejero de convivencia del Nacional Buenos Aires apunta que “otro de los reclamos es que el rol de los docentes se ve muy desprestigiado en el punto de que dejan de ser docentes y empiezan a ser ‘facilitadores’. La reforma plantea que las clases sean 70 por ciento de trabajo en clase y sólo 30 por ciento de exposición”. De este modo, tal como lo advirtió hace algunos meses la Dra. Adriana Puiggrós, se estaría dando un nuevo paso en pos de la desprofesionalización docente, ya que parte de su tiempo frente a alumnos sería ocupado por “facilitadores”, “tutores” u “orientadores” con menor formación, sin vacaciones ni aguinaldo. Sofía (16), Presidenta del centro de estudiantes de la escuela García Lorca, lo explica: “Nosotros ahora tenemos el 100 por ciento del tiempo con un docente al frente del curso que va alternando entre teoría y práctica. Ahora, lo que se quiere hacer es que se divida el tiempo en un 30 por ciento de explicación y un 70 por ciento de práctica que no tiene porqué ser dada por un docente sino por un facilitador, quien no tiene la necesidad de ser docente sino que tranquilamente puede ser una persona que haya hecho un curso de seis meses sobre pedagogía en la ciudad y que tenga el título de facilitador”. Agustín (18), Presidente del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta, cuestiona que en los documentos se menciona “70 por ciento de trabajo autónomo” pero que es “algo muy vagamente definido” y, además, se pregunta: “¿Cuál sería la tarea de los docentes en ese 70 por ciento?”.
Una de las propuestas de los documentos oficiales que circularon estos días planteaba “aprendizaje incentivado con estudiantes que descubren, guiados por docentes a través de la tecnología”. Violeta (C.E. Liceo 9) resalta lo llamativos que resultan estos puntos ya que pareciera que los funcionarios no lograran comprender que “no están dadas las condiciones edilicias ni de capacitación de los profesores para imponer la reforma”. Sofía (C.E. G. Lorca) sostiene que las mismas dan cuenta de “lo alejado que están de conocer la situación de las escuelas” en las que “faltan puertas, estufas y no tenemos internet”. Esto es de gran importancia, destaca, ya que “gran parte de este proyecto se basa en la idea de aulas virtuales. Mucho trabajo con computadoras, pero las compus de Conectar Igualdad no se entregan hace dos años, las que se mandaron a arreglar nunca volvieron y no tenemos internet en las escuelas”.
3- Por último, la “Secundaria del futuro” plantea modificar radicalmente el formato de cursada de quinto año. ¿Cómo? Modificando el método de dar clases actual por otro en el que los alumnos deban estar obligados a recurrir a empresas privadas, emprendimientos y demás organizaciones para tener un trabajo no remunerado y sin ningún tipo de cobertura social, que les pueda servir de experiencia laboral para cuando finalicen su cursada secundaria. Sofía (C.E.G.Lorca) califica a los cambios para el quinto año como “lo más sorprendente de todo”. ¿Por qué? “Porque se plantea eliminar las clases tradicionales del quinto año ¿Cómo hago para aprobar, para que me den el título secundario? Tengo que ir a trabajar. Ellos no lo llaman trabajar sino “pasantías” y dicen que son para insertarnos en el mundo laboral. Ahora, dentro de la poca información que se ha difundido del proyecto, se habla de que van a ser pasantías en empresas en las que los chicos van a tener que acudir de manera gratuita, hacer trabajo de planta, trabajo administrativo una cierta cantidad de horas por día y esa va a ser su manera de aprobar y terminar el secundario, lo que significaría que a mí, para que me den el título, no dependerá de mi rendimiento en aulas sino de cómo le caigo yo a mi empleador”. Luis (Consejero CNBA) coincide con lo expuesto por Sofía al señalar que el punto más grave de la reforma es que “va de la mano de una reforma laboral ¿por qué? porque en quinto año se cursaría la mitad del tiempo en una empresa sin un salario pago, entonces estaríamos sirviendo de una manera explícita de mano de obra barata”, poniendo “en riesgo a trabajadores que perciben un salario que serían reemplazados por alumnos que no cobran nada”. Agustín (Pte C.E.M.Acosta) agrega que “tampoco está claro cómo varía este sistema de pasantías para las distintas modalidades de colegio, porque existen bachilleres, liceos, normales, artísticos, comerciales, etc. Es un tema complejo y no hay respuestas”.
¿Desorganización programada?
La situación educativa en la CABA se encuentra tensa. La inesperada puesta en marcha de una reforma de esta magnitud y realizada a espaldas de los docentes y los estudiantes, parece ser la gota que colmó el vaso. El modo en que el tema se coló en la agenda grande comenzó a través de una supuesta filtración de un documento oficial del Ministerio de Educación de la Ciudad. Al ser, en teoría, filtrado, el mismo se viralizó muy rápidamente entre estudiantes y docentes que, sorprendidos e interesados por conocer de primera mano los métodos y alcances de algo que afectará su vida diaria, compartieron la información. Luis (CNBA) advierte sobre la gravedad de que la reforma esté “muy poco explicitada en papeles. Apenas hay un par de Power Points. Al principio salió uno con veinte presentaciones que no decía absolutamente nada de la reforma. Después salieron dos más que sacaban algunas dudas pero tampoco aclaraban mucho y eso ya es un problema”, según relata ya que les impide conocer la magnitud y la profundidad de la reforma.
Al día de hoy, son varios los que dudan que haya sido una filtración. Muy por el contrario, Agustín (C.E. M. Acosta) afirma que el oficialismo “está jugando a la desinformación, porque primero filtraron un PDF, lo hicieron circular, después dijeron que lo iban a corregir, que era un borrador. De hecho, en un momento, llegaron a circular siete documentos al mismo tiempo y, obviamente, esto genera desconcierto y, por supuesto, colabora en generar desinformación para que así se entorpezca el reclamo, porque cuesta más reclamar algo que confunde y genera dudas”. Y añade: “Nosotros queremos y necesitamos una reforma pero debe ser consultando a la comunidad educativa y consensuando con ella”.
En la misma línea, Sofía (C.E. G. Lorca) solicita “que se abra el diálogo con el ministerio. Este proyecto no se charló ni se armó por alguien que tenga un conocimiento de la situación de la educación en este momento. Pedimos que nos escuchen, que sepan que nuestra opinión es totalmente válida. Toda la información que podemos tener, la tenemos. El proyecto está bastante incompleto, enumera las cosas que se van a hacer pero no explican cómo se harán y no es algo menor porque no estamos hablando de algo que se va a implementar en diez años, sino en unos pocos meses”.
En caso de toma, llame a la Policía
Otra de las polémicas en torno a la reforma surgió cuando, días atrás, Prensa Obrera dió a conocer un Instructivo que, según explicaron, comenzó a llegar a las escuelas porteñas para que los Directivos sepan qué tenían que hacer en caso de que los alumnos decidieran la toma como modo de protesta. Luego de “dar cuenta del hecho a las Direcciones de área y General”, el documento pedía “concurrir inmediatamente a la Comisaría de la jurisdicción del Establecimiento a efectos de denunciar la situación de toma”
El hecho fue denunciado por estudiantes, familias y docentes. UTE emitió un comunicado en el que planteó que “el instructivo es similar al que en el año 2012 el ex ministro Esteban Bullrich envió a las escuelas en el sentido de llevar al terreno policial lo que debe resolverse mediante el diálogo (…) Una vez más, los que pregonan el diálogo en los medios de comunicación, en sus prácticas apelan a la persecución y estigmatización de los jóvenes”. El documento, volvió a poner en primer plano el proyecto de Ley que hace algunos meses presentó José Cruz Campagnoli (Nuevo Encuentro-FPV) en la Legislatura porteña en el que se prohíbe el ingreso de Policías a Establecimientos Educativos.
En el día de ayer, la Asesoría Tutelar N°1 ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Adminsitrativo Tributario intimó a la ministra de educación de la CABA para que en 24hs. se manifieste sobre la autenticidad del Instructivo y en su caso, lo deje sin efecto de inmediato, o abra una investigación sumarial.
Lista de Colegios tomados
Hasta el momento, la lista de establecimientos tomados se conforma por: 1. La Escuela de Bellas Artes “Manuel Belgrano” (Villafañe Wenceslao 1342 – Barracas); 2. La Escuela Normal 1 “Roque Saenz Peña” (Cordoba 1951 – Recoleta); 3. La Escuela Normal 10 “Juan Bautista Alberdi” (O’Higgins 2441 – Belgrano); 4. La Escuela Liceo 9 “Santiago Derqui” (Conesa 1855 – Belgrano); 5. La Escuela N°15 D.E. 17 Antonio Devoto (Mercedes 4002 – Devoto); 6. La Escuela N° 8 D.E. 6 Julio Argentino Roca (Carlos E. Zuberbuhler 1800 – Belgrano); 7. La Escuela de Bellas Artes “Rogelio Yrurtia” (Av. Juan Bautista Alberdi 4754 – Villa Luro); 8. La Escuela Técnica Nº 33 Plumerillo (Av. Int. Francisco Rabanal 1549 – Nueva Pompeya); 9. La Escuela Comercial 7 DE 10 “Manuel Belgrano” (Av. Monroe 3061 – Belgrano); 10. La Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini” (Alvear 1850-Recoleta); 11. La Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas N°2 “Mariano Acosta” (Gral. Urquiza 277-Balvanera); 12. El Colegio Nacional de Buenos Aires (Bolivar 263-Monserrat); 13. La Escuela Julio Cortázar N1 DE 12 (Bogotá 2759); 14. La Escuela Padilla N3 DE 7 (Padilla 1057); 15. El Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernandez” (Carlos Pellegrini 1515-Retiro)
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