jueves, 23 de agosto de 2012

BICENTENARIO DEL ÉXODO JUJEÑO: TIERRA ARRASADA PARA LA LIBERTAD!!




1812 - 23 de Agosto - 2012


"Pueblo jujeño... La patria les reclama un gran sacrificio: abandonar la ciudad y las fincas, quemar los campos sembrados, arrear los animales. A los ojos del español invasor, sólo debe quedar tierra arrasada..." 

Gral. Manuel Belgrano, Bando del 29 de Julio de 1812, Jujuy.-



Gracias a este esfuerzo supremo, fue posible ganar las batallas de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812, y después la de Salta, el 20 de febrero de 1813.-  



 
















"Adiós'Jujuycito'adiós,
Te'dejo,'me'voy'llorando,
La'despedida'es'muy'triste,
La'vuelta'quien'sabe'cuando"
Copla popular.


He vuelto a releer aquella Proclama del 29 de Julio de 1812 y entre emociones que no puedo dejar de lado, le escribo a quien fuera uno de los más grandes Padres de esta mí querida Patria: - General, por qué no vuelve con su ardor y su coraje y levanta de nuevo la voz de los pueblos libres, que hacen falta en estos tiempos hombres tan decididos y nobles como Ud.... Que necesaria es su presencia en estos días. No solo la suya General, sino también la de aquellos abnegados paisanos jujeños que lo acompañaron en tiempos tan peligrosos, donde los sacrificios eran una constante prueba de fuego para aquellos que disidieran ser libre. Pero desgraciadamente, no todos querían serlo, no todos estaban dispuestos a soportar ese significativo peso, allí estaban las oligarquías vernáculas, esas que en todo proceso histórico, están siempre dispuestas a tranzar con cuanto régimen se le presente para salvaguardar su condición de privilegio y sus intereses de clase. A ellos, los que Ud. nombraba acertadamente "desnaturalizados", les ordena con claridad meridiana, al final del "bando impío" (según el jefe español, Tristán): "...y los desnaturalizados obedecerán ciegamente y ocultarán sus inicuas intensiones. Más, si así no fuese, sabed que se acabaron las consideraciones de cualquier especie que sean, y que nada será bastante para que deje de cumplir cuanto dejo dispuesto." O se sumaban al exodo con el pueblo o los pasaba por las armas. Ud sabia General que esa gente ya había pactado con los godos y no quedaban opciones... Pero que determinación para hacerlo realidad!!

Tierra arrasada, eso es lo que dejó al enemigo... Nada... Qué digo, ni la nada!!

La empresa del éxodo del pueblo jujeño es una epopeya única, ejemplar. Levantar todo y llevarlo consigo, manteniendo la unidad y organizando las futuras victorias, eso es estrategia General!! Me sigo inútilmente cuestionando por qué no vuelven hombres de su estirpe, de esa que se enjuga entre el honor, la humildad y el patriotismo. Persisto en mi cuestionamiento: Es que hay un tiempo de revolución y hay otro de contrarrevolución? Es que hay años de lucha y compromiso y años de desidia y abatimiento? General, yo creo que su mayor contribución a esta Causa fue su Dignidad. Sin ella es muy difícil que alguien se atreva contra la historia. Porque en definitiva, Ud. hizo eso, ir contra ella, arriesgarse contra ella, como pocos lo hicieron Ud. arremetió los poderes de entonces, no solo los realistas, sino también los nuestros, los internos, y lejos de subordinarse a aquello en lo que no creía, por el contrario, con firmeza se le opuso en la práctica. Ud, actuó hegemónicamente con todo un pueblo detrás, defendiendo sus intereses a todo o nada y más allá de los honores militares o incluso de  la propia vida. Sé que  eso le importaba muy poco o nada y allí está la esencia del problema que abordamos en este presente. Vivir un modelo de patriotismo haciéndolo carne en sí mismo con todo lo ello implica, no lo hace cualquiera. Cómo creen sino que todo un pueblo se levante en rebelión y cargue con el calvario de llevar a cuestas todo lo que esa sociedad construyó y se podía transportar?  Como creen que se ejecutó tan minuciosamente esta colosal hazaña? Un bando militar puede generar el pavor a la desobediencia, pero lo que no puede hacer es que se cumpla popularmente, con convicción y templanza. Y para eso ese pueblo debe tener fe, sí fe en sí mismo y fe en el hombre que lo conduce. Nada hubiese sido posible en un contexto tan dramático, con los ejércitos enemigos soplándoles la nuca. Es necesaria una unidad y un carácter propio de las grandes resistencias para hacer realidad un éxodo completo y absoluto como el de que hablamos. Todo recurso disponible, todo instrumento valioso, todo objeto, desde alimentos, ropas, enseres, mobiliario, pertenecías, herramientas, todo los bienes materiales que se puedan llevar o bien su destrucción si no es factible. Jujuy aquel 23 de agosto se volvió un silencioso peregrinaje de fe y osadíaTierra arrasada General es lo que hizo falta para la libertad, tierra arrasada y claro, un Sueño, un extraordinario Sueño de Patria que se hizo con sacrificios heroicos como el de  los jujeños y el suyo. 



Después de haber dado cumplimento al  bando, el ejercito patriota inicia su retirada ese 23 de agosto de 1812 cuando caía la tarde, arreó el ganado e iluminó la noche del altiplano que se acercaba con las fogatas de las cosechas que no se podían llevar: ni las migas al enemigo...

El último en abandonar la ciudad, después de haber constatado el efectivo cumplimiento de su orden, en un escenario fantasmal, yermo, devastado, no fue otro que Ud. General, hecho que también lo dice todo... 

Hoy a 200 años me atrevo audazmente a escribirle estas lineas en la esperanza que por algún embrujo del destino, el devenir o el misterio de lo sagrado, llegue a aquel Manuel Belgrano que habita silencioso y en simiente, en cada uno de nosotros; los que intentando ser protagonistasandamos de éxodo también, hacia un hombre como Ud. General; si aquella, su semilla prende...



Raul Olivares.-
Todos los derechos reservados.-


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El éxodo jujeño


El 23 de agosto de 1812 el ejército patriota a las órdenes del general Manuel Belgrano comienza el heroico éxodo del pueblo jujeño en dirección a Tucumán. Ante la inminencia del avance de un poderoso ejército español desde el norte al mando de Pío Tristán, el 29 de julio de 1812, Belgrano emite un bando disponiendo la retirada general. La orden de Belgrano era contundente. Había que dejarles a los godos la tierra arrasada: ni casas, ni alimentos, ni animales de transporte, ni objetos de hierro, ni efectos mercantiles. Para recordar este heroico episodio transcribimos a continuación el bando de Belgrano y unos fragmentos del libro Jujuy. Apuntes de su historia civil.

Los días fastos en que el pueblo conmemoraba los sucesos nacionales habían ya sido cambiados. (…) En vez del natalicio de los reyes, comenzaba a marcarse en el calendario popular la festividad nacional del 25 de mayo, día de libertad y de esperanzas. Jujuy debía celebrarlo con pompa y solemnizarlo con una ceremonia memorable, que cumplió con entusiasmo sin igual en los períodos de sus glorias y sus trabajos. El 25 de Mayo era ocasión de reanimar con formalidades tocantes el espíritu que había comenzado a levantarse con la marcha del ejército sobre los territorios antes abandonados. El sentimiento patriótico de Belgrano tuvo fecundidad en la invención de una ritualidad patriótica para herir el corazón de los pueblos y retemplarlos en la fatiga, sublimándolos para el sacrificio en el ardor de las más rudas batallas.
Aquel día (25 de mayo de 1812) el ejército apareció de pie, en formación, cuando el horizonte, tiñéndose del albor esparcido por los rayos del sol naciente, parece abrirse como inmensa cortina, para que desperado el orbe eleve sus cánticos: en aquel momento resonó en la plaza municipal de Jujuy un himno enfático al Dios de la Libertad de América. Lo entonaba aquel pueblo cuyas masas alternaban con las compañías en organizaciones del ejército de Belgrano, y de cuya fraternización en el culto patriótico de aquel día, debía nacer la común resolución de mantener el juramento de ser libres. (…)
Aquel pueblo, que así se estremecía de júbilo, que por la multitud agrupada dejaba escapar las aclamaciones generales, y que por sus autoridades y Cabildo transmitía al jefe su incontrastable resolución de arrostrar el conjunto de los sacrificios que la causa imponía, aquel pueblo llenaba las cuadras designadas a sus bisoños soldados ciudadanos, con que se organizaba el Regimiento Nº 6, y cuya bandera, bendecida el 25, fue también mandada ocultar por el Gobierno. Belgrano la guardó con cariño para legarla al pueblo de Jujuy el día en que fuese coronada por los laureles de la victoria.
Cochabamba caía, cuando en Jujuy se enarbolaba y bendecía la bandera argentina, y se rehacía un tanto aquel ejército, aumentado por el número 6 de jujeños.
Manifiesto era que el itinerario de Goyeneche sería el día después de su triunfo sobre el pueblo de Cochabamba, el que lo condujese hasta los fogones del campamento de Belgrano, o a los tesoros abandonados de las provincias del valle argentino. Terminaba julio, y las avanzadas enemigas eran seriamente reforzadas. A los patriotas les vinieron también algunos fusiles, con los que prepararon a hacer algo, siguiendo a su jefe, que prefirió una retirada, como lo ordenaba el gobierno, y el abandono al enemigo de las poblaciones y ciudades de Jujuy y Salta. Pero no fue tan solo una retirada militar; ordenó un abandono del país a todos sus habitantes; un levantamiento de todo objeto de recursos, o su destrucción, si no era fácil su transporte.
El bando con que precedió su marcha retrógrada fue terrífico e hizo estremecer de ansiedad y amargura a la sociedad de Jujuy. Lo insertamos íntegro por su originalidad, y efectos que produjo.

Bando de Belgrano

“Don Manuel Belgrano, general en jefe…  Pueblos de la Provincia: Desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, en que se halla interesado el Excelentísimo Gobierno de las Provincias Unidas de la República del Río de la Plata, os he hablado con verdad. Siguiendo con ella os manifiesto que las armas de Abascal al mando de Goyeneche se acercan a Suipacha; y lo peor es que son llamados por los desnaturalizados que viven entre vosotros y que no pierden arbitrios para que nuestros sagrados derechos de libertad, propiedad y seguridad sean ultrajados y volváis a la esclavitud.
”Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reunirnos al Ejército de mi mando, si como aseguráis queréis ser libres, trayéndonos las armas de chispa, blanca y municiones que tengáis o podáis adquirir, y dando parte a la Justicia de los que las tuvieron y permanecieren indiferentes a vista del riesgo que os amenaza de perder no sólo vuestros derechos, sino las propiedades que tenéis.

”Hacendados: apresuraos a sacar vuestro ganado vacuno, caballares, mulares y lanares que haya en vuestras estancias, y al mismo tiempo vuestros charquis hacia el Tucumán, sin darme lugar a que tome providencias que os sean dolorosas, declarandóos además si no lo hicieseis traidores a la patria.

”Labradores: asegurad vuestras cosechas extrayéndolas para dicho punto, en la inteligencia de que no haciéndolo incurriréis en igual desgracia que aquellos.

”Comerciantes: no perdáis un momento en enfardelar vuestros efectos y remitirlos, e igualmente cuantos hubiere en vuestro poder de ajena pertenencia, pues no ejecutándolo sufriréis las penas que aquellos, y además serán quemados los efectos que se hallaren, sean en poder de quien fuere, y a quien pertenezcan.

”Entended todos que al que se encontrare fuera de las guardias avanzadas del ejército en todos los puntos en que las hay, o que intente pasar sin mi pasaporte será pasado por las armas inmediatamente, sin forma alguna de proceso. Que igual pena sufrirá aquel que por sus conversaciones o por hechos atentase contra la causa sagrada de la Patria, sea de la clase, estado o condición que fuese. Que los que inspirasen desaliento estén revestidos del carácter que estuviesen serán igualmente pasados por las armas con sólo lo deposición de dos testigos.
”Que serán tenidos por traidores a la patria todos los que a mi primera orden no estuvieran prontos a marchar y no lo efectúen con la mayor escrupulosidad, sean de la clase y condición que fuesen.

”No espero que haya uno solo que me dé lugar para poner en ejecución las referidas penas, pues los verdaderos hijos de la patria me prometo que se empeñarán en ayudarme, como amantes de tan digna madre, y los desnaturalizados obedecerán ciegamente y ocultarán sus inicuas intensiones. Más, si así no fuese, sabed que se acabaron las consideraciones de cualquier especie que sean, y que nada será bastante para que deje de cumplir cuanto dejo dispuesto.


”Cuartel general de Jujuy 29 de julio de 1812”.-

Manuel Belgrano.-


Apenas se lee sereno aquella orden tremenda lanzada contra todo habitante, que sin distinción alguna, debía obedecerla o perecer. El terror del bando hizo su efecto, y como el general se prometía; no encontró resistencias para ser cumplido. (…)
El patriotismo y decisión hizo llevaderas las penurias de la emigración próxima; y “hasta las mujeres se ocupaban de construir cartuchos y animar a los hombres”, como dice también el historiador Mitre.
No se emprendió la marcha sino cuando se había preparado todo y el enemigo se encontraba próximo, adelantando sus partidas sobre las últimas guardias de las fuerzas que habían estado en Humahuaca. Estas sin perder formación, sufrieron la picada que las orgullosas partidas realistas les hacían y atravesaron por las inmediaciones de la ciudad sin que ni se les permitiese a los oficiales detenerse con cualquier objeto un solo momento en las casas de la población. El grueso de la columna había marchado el 23 y la vanguardia, convertida en retaguardia, pasaba en la tarde de ese día. Belgrano fue el último que abandonó la ciudad en la noche, incorporándose a las fuerzas antes del día siguiente. El enemigo se posesionó de aquella solitaria ciudad en medio de su total abandono. Estaba desierta y desmantelada, y espantado del aspecto tristísimo de aquellos hogares desamparados y de aquellas calles mudas y tristes, después de la agradable animación de otros tiempos, escribía el jefe Tristán a Goyeneche: “Belgrano es imperdonable por el bando del 29 de julio”. Cuando pasó sus ojos sobre aquel ultimátum le calificó de “bando impío”.

Fuente: Carrillo, Joaquín, Jujuy. Apuntes de su historia civil, Universidad de Jujuy, Jujuy, 1989, pág. 142-149.



Fotografia: Exodo Jujeño recreación, Tilcara, Provincia de Jujuy, Quebrada de Humahuaca, Argentina, América del Sur. © Javier Etcheverry Fotografía | CONTACTO | © Derechos de autor 2005-2012. Todos los Derechos Reservados.

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