En Colalao, zona de Riarte, Departamento Trancas en la provincia del Tucumán en su límite con la provincia de Salta, el 4 de julio pasado fueron desalojados los miembros de una comunidad, ese fue el comienzo...
"Detrás del desalojo y las detenciones están el modelo sojero y los terratenientes. La justicia y el poder político en Tucumán vuelven a actuar en conjunto y con llamativa celeridad resuelven causas y detenciones en una clara criminalización de la protesta", sostuvo Ovejero.
Los comuneros de la comunidad Indio Colalao de Base Riarte supieron en las primeras horas de la tarde del jueves que la policía ingresaría a la comunidad por la provincia de Salta con 25 órdenes de detenciones.
El Comunicado de Prensa difundido por la comunidad ese día sostiene:
La Comunidad Indio Colalao hace un llamado a toda la sociedad, asambleas y organizaciones sociales que han venido siguiendo paso a paso el allanamiento del 26 de junio del 2012, el desalojo del 4 de julio del 2012 y alertan ante la orden de detención para 25 comuneros y María Lilia Delgado (cacique) programada con fecha 27 de julio del 2012.
Responsabilizamos a la Décima Fiscalía en lo Penal a cargo del fiscal Guillermo Herrera y la Tercera a cargo del fiscal Pizza y al gobierno provincial ante cualquier agresión que puedan sufrir las hermanas y los hermanos de esta comunidad.
La vocera del cacique Cynthia Ovejero
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Maloca del araucano malocan: Invasión en tierras de indios con pillaje y exterminio. Estas eran autorizadas por los tenientes de gobernadores quienes nombraban un caudillo responsable de organizar la partida de soldados que saldría a "pacificar" los indios. Consistía en atacar a los pobladores naturales, castigar a los indios que andaban "inquietos y no querían, ni habían acudido a dar servidumbre, y los que hayan hecho delitos, crímenes desaforados contra de los servicios de Su Majestad". Estos caudillos tenían autorización para "castigar sin precisar papel ni tinta conforme a la usanza de guerra". Las condenas podían ser "la muerte natural o la amputación de los miembros, pies, mano, nariz y ejecutar su sentencia verbalmente de manera que a ellos sea castigo y a otros ejemplo".
Los españoles ingresaban a los poblados indios destruyendo sus casas y sementeras o sembradíos, apoderándose de lo que encontraban y "cazando" a los indios que huían a los montes y cerros, tomando mujeres y niños a los que llamaban "piezas". Luego los distribuían entre los "señores" españoles como animales.-
"La Rioja Indígena", Víctor Hugo Robledo.-
La gran Nación Diaguita, fue sin dudas la Cultura más desarrollada en todo sentido, que encontraron los españoles cuando la llamada Conquista se expandió en esos aciagos años, en nuestro N.O.A (Noroeste Argentino), allá por el 1536 con Diego de Almagro. Luego vendría la invasión, la explotación brutal, el genocidio de los pueblos indígenas.
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| Los comuneros diaguitas de Base de Riarte (Trancas) sostuvieron que son víctimas por parte de la Policía del lugar de sucesivos intentos violentos de desalojo. Intereses privados sobre una extensión de 19.000 hectáreas. Medidas coercitivas sin respuesta oficial. |
La historia de despojos y abusos, de sometimiento y aniquilación se extiende en el tiempo como una gigantesca mancha de sangre en todo el mapa, no el mapa convencional, sino el mapa genético aborigen. Ese signo oprobioso, se fundamenta en la lógica de los invasores, en el derecho que "les asiste" por su condición de poder para imponer por la fuerza su sistema de explotación en donde este lo requiera. Pareciera que los siglos de colonialismo, de vasallaje, de servidumbre, siguieran intactos en estos días en donde asistimos indignados a la usurpación lisa y llana de las tierras de la Comunidad Indio Colalao, en Tucumán, Argentina.
Como si se tratase de animales se los persigue y se los acedia, impidiéndoles vivir en sus propio suelo. A semejanza de los ghettos característicos de África, de EEUU, de La Europa totalitaria estalinista, nazi o los coetáneos, los de los inmigrantes de nuestros tiempos, los de Latinoamérica, los de África, los de Asia o los pertenecientes a cualquier otra crítica zona del planeta que padece la segregación y exclusión; tal cuál esa patética estrategia de las políticas selectivas, racistas, de la humillación y el escarnio, ancladas en las distintas estructuras dominantes de gobiernos y sociedades, con el fin de socavar la identidad, la dignidad colectiva; del mismo modo, en ese mismo contexto metodológico de limpieza étnica, se procede con nuestros hermanos Diaguitas del presente, también en nuestro país.
Más "actualizada" y "modernizada" la maloca, la caza, la invasión en tierras de indios, se realiza a través del Estado contemporaneo, sus gobiernos provinciales y sus feudos. La superestructura adaptada a las necesidades de los intereses señoriales de siempre, hoy impera bajo formas espurias de gobiernos corruptos que hacen de la impunidad un bastión exclusivo de sus negociados, concretamente el del modelo sojero de matriz contaminante y expansiva. Las minorías originarias no cuentan, no sirven, pero sí tienen lo que tanto necesitan los encumbrados nuevos conquistadores: la tierra como propiedad y todos sus recursos. De aquí que los Diego de Almagro, los Diego de Rojas, los Juan Ramírez de Velazco, y otros tantos de la misma estirpe y calaña; otrora "hidalgos fundadores" de ciudades castellanas sobre los huesos indios, reencarnen hoy en estos caporales-terratenientes del sempiterno pillaje planificado desde el Estado, en un etnocidio que intenta eliminar el alma y abatir las voluntades más ancestrales. Su "superioridad" parte de la misma nefasta y pétrea concepción hitleriana que basada en esos prejuicios conceptuales, provocara aquel genocidio que ahora llamamos Holocausto. En nuestro territorio, en Base Riarte y en cada Colectivo Originario, amenazado y atacado; lo que está en el fondo de todo, esencialmente, no es más que otro virulento engendro similar, que bajo otros "criterios" neo-coloniales, en plena era de la globalización, supura "razones y consignas", basadas en la justificación para la explotación y el exterminio. La maloca entonces, no se ha ido...
Raúl Olivares.-
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