Pobres, presos e inocentes
"La Justicia nos arrebató del mundo en el que vivíamos"
Hace diez días, Diego Romero obtuvo el arresto domiciliario, luego de estar un año preso en un penal. Tanto él como su pareja (Luz Gómez) continúan detenidos a pesar de que una prueba clave da cuenta de su inocencia.
Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO: ¿Tu primera sensación después de obtener el arresto domiciliario, luego de estar un año preso?
DR: Se me hace verdaderamente complicado entender a la Justicia argentina. Éste beneficio se pudo conseguir gracias al trabajo de mucha gente. El trabajo del abogado (Eduardo Suárez) fue excelente, nuestras familias nunca bajaron los brazos, y también recibimos el apoyo de muchas organizaciones. Gracias a ellos pude tener este beneficio. Soy un humilde trabajador, no tengo plata, no tenemos nada con mi novia. Uno se pone a pensar estando en la cárcel que hay mucha gente que está ahí adentro que está pasando por la misma situación. Te cuento el ejemplo de un hombre de más de 70 años que está ahí adentro y que debería tener arrestro domiciliario.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo sigue la causa?
DR: Esto tiene que ver con lo que te decía de la Justicia. Hay una prueba científica, que cotejó muestras de ADN, que debería signficar que nos den la libertad absoluta, porque está claro que nosotros no estuvimos en la escena del crimen. Pero la Justicia se maneja de esa manera. Ahora sigue el proceso judicial, eso lo maneja el abogado. Todo depende del fiscal, si lo quiero mandar a juicio o no. Le dije al fiscal en su momento, que no se la agarre con nosotros, que busque la verdad.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Esa es la sensación que tienen, que son rehénes del poder judicial?
DR: Desde que empezó esta pesadilla, uno tiene la sensación de que le pudo pasar a cualquiera, que cualquier ciudadano puede caer en mano de esta Justicia. Ellos se creen dueños de la verdad, si hubieran investigado, si nos hubieran escuchado, no hubiéramos pasado por esta pesadilla. Además, caímos en manos de abogados capitalistas que sólo quisieron sacarnos plata a nosotros. Nunca hicieron nada, solamente dejaron que el tiempo pasara. Si no era por el empuje del nuevo abogado, por nuestras familias, a mi no hubieran extraído las muestras de sangre. Siempre digo que la Justicia es como un niño al que hay que llevar de la mano para que camine. Es una vergüenza eso.
AGENCIA PACO URONDO: Lo charlábamos con tu pareja, Luz, hace un tiempo. ¿El abogado defensor nunca les creyó?
DR: Ellos tienen esa postura. Parece que eso les enseña cuando estudian. No te escuchan. Muchas veces se opuso a que nosotros nos explayáramos en nuestra declaración. Que el Estado te de un abogado así es preferible que no te de nada.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo se llama el abogado?
DR: Eduardo Peche.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo es la realidad en la cárcel, hay otras personas en tu misma situación?
DR: Desde que estuve en la cárcel nunca le vi la cara al fiscal o al juez. Gracias a Dios nunca me pasó nada malo. Ellos no tienen ni idea lo que pasa en una cárcel, la vida de uno no vale nada ahí adentro. Hay gente a la que le armaron causa que no corren con la misma situación que uno. Ellos te arman causa, arruinan familias sin importarles nada. En una cárcel hay que vivir y sobrevivir. Vos adentro escuchás cada cosa y no entendés cómo puede pasar eso. Hay una Justicia que no se conoce, de la que no se habla, que se conoce ahí adentro. Hay mucha gente inocente, no toda, que no tiene nada que ver. Otra cosa que quiero recalcar es que la cárcel está llena de pobres, la cárcel es para los pobres, está superpoblada. En un pabellón para 40 llegamos a vivir 80 personas. Un preso me decía: "Diego, la cárcel no se hizo para vos, se hizo para gente que se portó mal". Pero la cárcel es tan infrahumana que no es tampoco para esas personas. Hay mucha gente que cayó injustamente, como Alejandro Bordón. Son víctimas de este poder judicial que se cree dueño de la verdad.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Durante la causa no viste nunca a la jueza?
DR: Nunca la vi. Mientras estuve en la cárcel nunca hablé con el fiscal. Ellos no tienen idea delas consecuencias de sus decisiones
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo se las arreglan ahora, estando presos hace tanto tiempo?
DR: Eso es lo más duro de todo. Estamos dependiendo de nuestras familias, que dejaron todo por nosotros. Con lo poco que tienen nos ayudan. Seguimos rehenes de la Justicia, porque la pesadilla no terminó. Nosotros no podemos salir con nuestra nena para ir a una plaza porque esto no termina. La Justicia nos arrebató del mundo en el que vivíamos. No se encargan de buscar la verdad.
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