Luz Gomez y Diego Romero con su hija |
¿Qué faceta humana nos destruye?
El conformismo, la aceptación de la realidad como un destino y no como un desafío que nos invita al cambio, a resistir, a rebelarnos, a imaginar en lugar de vivir el futuro como una penitencia inevitable.
Eduardo Galeano, Entrevista:
"El flanco más débil o, mejor, ausente son medidas referidas al acceso a los tribunales de los ciudadanos de a pie. Los pleitos contra el Estado tienen gran importancia política, pero el gran escenario de la Justicia son los juicios de ciudadanos comunes. Un consenso bastante extendido muestra que los juicios son disfuncionales y caros. Que los trámites escritos y largueros priman sobre la oralidad, que debería ser la regla. Que faltan tribunales de cercanías para asuntos de baja monta. Que hay abusos de prisión preventiva (66 por ciento de los presos en la provincia de Buenos Aires son procesados sin condena). Que el juicio por jurados (sin ser una solución mágica) sería una forma genuina de acceso de los ciudadanos al Poder Judicial, empoderados como protagonistas. Que, hoy y aquí, hay demasiados juzgados vacantes u ocupados por jueces subrogantes, lo que ralenta al paroxismo los trámites. El Ejecutivo, que está en mora con los nombramientos, es principal responsable de la falencia."
Mario Wainfeld, nota de Pagina 12 , "Una reforma en proceso".-
"No hay duda de que detrás de todas las manifestaciones de este tribunal, se halla una gran organización que se sirve no sólo de vigilantes sobornables, inspectores y jueces necios y, evidentemente, muy modestos, sino, además, de altos magistrados con el inevitable séquito de ujieres, amanuenses, gendarmes y quizá hasta verdugos; no me arrendra pronunciar esta última palabra. ¿Y cuál es el sentido de toda esta tremenda organización? Consiste en arrestar a personas inocentes para incoar contra ellas un procedimiento tan falaz como el mío. ¿Cómo evitar que los funcionarios, dadas las circunstancias caigan en la más abyecta corrupción? Ni el magistrado más encumbrado podrá acabar con ella. Por esto, los vigilantes tratan de robar las ropas de los detenidos; por esto, inspectores violan las viviendas; por esto, los inocentes, en lugar de ser interrogados son degradados ante toda una asamblea. Los vigilantes me hablaron de depósitos donde se entregan las pertenencias de los detenidos. Quisiera yo ver esos depósitos donde se pudre lo que el arrestado ha obtenido con su trabajo, si es que no es robado por los landronzuelos de la administración"
El proceso de Franz Kafka.-
A ellos, a Luz y Diego, por Justicia y su inmediata libertad.-
Ni en la mas avezada imaginación, puede aparecer la macabra pesadilla de un drama tan cierto, como el que viven diariamente más del 90% de los casos de excluidos y pobres, que se encuentran en algunos de los penales del país. Como si una maquinaria kafkiana los empujara con denuedo al profundo infierno de la exclusión final, donde no solo se los deja sin justicia, sino que sirven como instrumento para fabricar culpables, ese porcentaje ultrajante de personas y familias, quedan definitivamente crucificados "entre dos ladrones", arruinados de por vida por la misma aplanadora que cuando no los mata de hambre, los mata de mil formas distintas, que solo la barbarie prevé en sus selectivas prácticas de dominación, las mismas de un sistema cada vez más elitista, cada vez más inhumano...
No son sino los miles de detenidos sin sentencia o sin debido proceso-que alterando todo tipo de pruebas- con metodologías típicas de estructuras totalmente corrompidas, en la mayor parte de los casos imputándoles una culpabilidad exigida por ese mismo modelo, rebasan las cárceles, victimas inocentes de la total impunidad que rige un modelo de justicia tan desmesurado como caótico, tan hipertrofiado como inútil, pero al mismo tiempo, pareciera también, tan confuso como siniestro, tan delictivo como lucrativo para muchos...
De tal manera, con la saña sobre el dolor de los imputados, carentes de toda defensa digna, se ha ido construyendo, este grotesco laberinto sin salida, a fuerza de una exclusión omnímoda, que licua toda esperanza, en un Dantesco circulo sincrónico que se expande a fuerza de poder y arbitrariedad. Aquellos que nombramos con datos estadísticos, por dar una referencia acabada del colapso jurídico vigente, son los sinnombre del atraso contemporáneo, del subdesarrollo capitalista, de la marginación despiadada, que ya subsiste entre nosotros. Instalada como en pasadas épocas, allá en la antigüedad, en el imperio, en el medio evo, hoy también ha vuelto, transfigurada de modernismo, y ya es parte del lastimoso"paisaje" de lo real, en cada desolado pasillo tribunalicio, en cada hacinada comisaria y en cada juzgado tortuoso de atormentados reos, sin más esperanzas que las de sus parientes y amigos, sobrevivientes a prueba de toda requisa... Aquí, en las cansinas recamaras de los sombrios tribunales, la historia "se repite como tragedia y farsa a la vez", para contradecir la celebre frase del pensador(por lo menos una vez), haciendo merito, a la no menos conocida y tradicional "originalidad" tan propia de estas latitudes...
Expulsión, segregación y finalmente, como lo marca "el destino"-ese popular eufemismo del poder-la anulación sistematizada del indigente, del pobre, del hombre común... Ejecución humillante de los derechos humanos primerísimos, planificada, lentamente naturalizada, mimetizada entre dientes, en tanto que rumiada como visceral; donde los más pobres y olvidados son nada. Si su existencia tuviese algún registro para este mundo, solo será en la medida en que estos "miserables", no molesten ni resistan la otra existencia, la de los ricos y poderosos señores, de la cual el derecho burgués sigue siendo su máxima expresión. Tal cual, este dramático presente de leyes funcionales, pseudos procesos y normas obsoletas, que han sabido encaminar, en la practica, a la libertad, las garantías y los derechos, a un temible darwinismo social, donde como en aquel gran film, "Todos estamos en libertad condicional" y cuyos efectos, ya se anticipan, tan asoladores como inconstitucionales. Un "orden" legal establecido, que ya no es capaz de ver al ciudadano, muchísimo menos, al hombre, ni a la persona, sino y solo sino, al prontuario o el expediente que lo reemplaza como tal... Porque lo que ve como justicia(nada "ciega"), es solo la carga procesal que le han adjudicado y tirado encima, a "ese", que está ahora "en autos", y que para ella-funcionario-burocrata mediante-representa únicamente, un guarismo más en los cientos de miles de oficios procesales, en la descomunal cadena de sumarios en agónica espera de sentencia, si la hay...
Al enterarme de la causa de Luz Gomez y Diego Romero, no pude dejar de pensar en la apoteosis de la impunidad, pero de ninguna manera como final de este perverso proceso, sino todo lo contrario, en pleno desarrollo, embebida de sus crímenes más aberrantes, creciendo exponencialmente, fagocitando hombres y mujeres, en un delirio de abusos, atropellos y vejaciones cotidianas... Pensé en ellos dos y su pequeña hija, en mis hijos, en todos nosotros... Sentí que alguien, o mejor dicho muchos, nos convocaban con aquella realidad, sentí los gritos del silencio, aquel paradójico lenguaje de las masas cuando no les queda nada más que eso, precisamente, gritar en silencio, para que su tremenda voz se oiga, se escuche... Aunque, "a simple vista", solo clame en sus rostros surcados por la aflicción, aunque, no parezcan manifestarse de otro modo, los gritos del silencio, son esas expresiones populares, que suelen ser apenas perceptibles al principio, luego, con el demoledor e insoportable peso de un tiempo, convertido más en tortuoso que cronológico, fermentadas, en el dolor y la iniquidad, algún día, y a pesar de los poderosos, se hacen un solo grito por justicia.
Por ese día...
No son sino los miles de detenidos sin sentencia o sin debido proceso-que alterando todo tipo de pruebas- con metodologías típicas de estructuras totalmente corrompidas, en la mayor parte de los casos imputándoles una culpabilidad exigida por ese mismo modelo, rebasan las cárceles, victimas inocentes de la total impunidad que rige un modelo de justicia tan desmesurado como caótico, tan hipertrofiado como inútil, pero al mismo tiempo, pareciera también, tan confuso como siniestro, tan delictivo como lucrativo para muchos...
De tal manera, con la saña sobre el dolor de los imputados, carentes de toda defensa digna, se ha ido construyendo, este grotesco laberinto sin salida, a fuerza de una exclusión omnímoda, que licua toda esperanza, en un Dantesco circulo sincrónico que se expande a fuerza de poder y arbitrariedad. Aquellos que nombramos con datos estadísticos, por dar una referencia acabada del colapso jurídico vigente, son los sinnombre del atraso contemporáneo, del subdesarrollo capitalista, de la marginación despiadada, que ya subsiste entre nosotros. Instalada como en pasadas épocas, allá en la antigüedad, en el imperio, en el medio evo, hoy también ha vuelto, transfigurada de modernismo, y ya es parte del lastimoso"paisaje" de lo real, en cada desolado pasillo tribunalicio, en cada hacinada comisaria y en cada juzgado tortuoso de atormentados reos, sin más esperanzas que las de sus parientes y amigos, sobrevivientes a prueba de toda requisa... Aquí, en las cansinas recamaras de los sombrios tribunales, la historia "se repite como tragedia y farsa a la vez", para contradecir la celebre frase del pensador(por lo menos una vez), haciendo merito, a la no menos conocida y tradicional "originalidad" tan propia de estas latitudes...
Expulsión, segregación y finalmente, como lo marca "el destino"-ese popular eufemismo del poder-la anulación sistematizada del indigente, del pobre, del hombre común... Ejecución humillante de los derechos humanos primerísimos, planificada, lentamente naturalizada, mimetizada entre dientes, en tanto que rumiada como visceral; donde los más pobres y olvidados son nada. Si su existencia tuviese algún registro para este mundo, solo será en la medida en que estos "miserables", no molesten ni resistan la otra existencia, la de los ricos y poderosos señores, de la cual el derecho burgués sigue siendo su máxima expresión. Tal cual, este dramático presente de leyes funcionales, pseudos procesos y normas obsoletas, que han sabido encaminar, en la practica, a la libertad, las garantías y los derechos, a un temible darwinismo social, donde como en aquel gran film, "Todos estamos en libertad condicional" y cuyos efectos, ya se anticipan, tan asoladores como inconstitucionales. Un "orden" legal establecido, que ya no es capaz de ver al ciudadano, muchísimo menos, al hombre, ni a la persona, sino y solo sino, al prontuario o el expediente que lo reemplaza como tal... Porque lo que ve como justicia(nada "ciega"), es solo la carga procesal que le han adjudicado y tirado encima, a "ese", que está ahora "en autos", y que para ella-funcionario-burocrata mediante-representa únicamente, un guarismo más en los cientos de miles de oficios procesales, en la descomunal cadena de sumarios en agónica espera de sentencia, si la hay...
Al enterarme de la causa de Luz Gomez y Diego Romero, no pude dejar de pensar en la apoteosis de la impunidad, pero de ninguna manera como final de este perverso proceso, sino todo lo contrario, en pleno desarrollo, embebida de sus crímenes más aberrantes, creciendo exponencialmente, fagocitando hombres y mujeres, en un delirio de abusos, atropellos y vejaciones cotidianas... Pensé en ellos dos y su pequeña hija, en mis hijos, en todos nosotros... Sentí que alguien, o mejor dicho muchos, nos convocaban con aquella realidad, sentí los gritos del silencio, aquel paradójico lenguaje de las masas cuando no les queda nada más que eso, precisamente, gritar en silencio, para que su tremenda voz se oiga, se escuche... Aunque, "a simple vista", solo clame en sus rostros surcados por la aflicción, aunque, no parezcan manifestarse de otro modo, los gritos del silencio, son esas expresiones populares, que suelen ser apenas perceptibles al principio, luego, con el demoledor e insoportable peso de un tiempo, convertido más en tortuoso que cronológico, fermentadas, en el dolor y la iniquidad, algún día, y a pesar de los poderosos, se hacen un solo grito por justicia.
Por ese día...
Raul Olivares.-
Todos los derechos reservados.-
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