Tierra sobre los pobres
Para que pobres e indigentes hayan echado sus raíces dentro de la estructura social de Argentina ha sido necesario que otros, los menos, pongan sobre ellas la tierra de sus ganancias.
Esta semana el Indec dio a conocer los datos de pobreza actualizados al segundo semestre de 2016: 12,7 millones de personas, el 30,3% de la población es pobre. Dentro de ellos hay dos millones y medio de indigentes (6,1%). Estas cifras promedian peores situaciones en diversas provincias.
Es el caso de Santiago del Estero donde la pobreza alcanza el 44%, seguido por Concordia (Entre Ríos) con un 43,6; Gran San Juan 43,5; Córdoba 40,5; Corrientes 39,5, mientras que en el Gran Buenos Aires el índice alcanzó al 34,6%. La indigencia golpeó más a Córdoba con el 10,8%, Santiago del Estero con el 8,8, y el Gran Buenos Aires con el 7,5%.
Las ciudades de Buenos Aires (9,5%), Ushuaia (9,7%) y Río Gallegos (13,4%) fueron las que registraron los menores índices de pobreza. Las ciudades con menos personas en situación de indigencia fueron Ushuaia (2,1%), Comodoro Rivadavia y Ciudad de Buenos Aires (2,3%) y la capital entrerriana Paraná (2,4%).
“Tres de cada diez personas son pobres y dos de cada diez pobres son indigentes. En un año la pobreza se incrementó en medio millón de personas y la indigencia en 388.000. Comparando esto con la evolución poblacional, es como si cinco de cada seis nacidos vivos hubiesen ido a parar a la indigencia”, dice un informe de publicado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP).
La permanencia desde hace varios años de estos índices de pobreza e indigencia, lo mismo que sucede con el trabajo informal, refuerzan la afirmación de que son problemas estructurales.
Y en esa estructura, la contracara de la pobreza es la riqueza. Mientras se deterioran las condiciones de vida de gran parte del pueblo, hay otros, los menos, para los cuales los beneficios siguen creciendo. Para ser más precisos, nunca han dejado de beneficiarse porque ningún gobierno ha tomado la decisión política de avanzar sobre sus intereses económicos.
Dimos cuenta de esto en varias notas de Red Eco. En una de ellas, Argentina: empresas para la “reindustrialización” (setiembre 2015), detallábamos los datos de la última Encuesta Nacional de Grandes Empresas (ENGE) que releva a las 500 más grandes de Argentina: 315 eran de capital extranjero (6 de cada 10) y concentraban el 77% de lo producido por todas ellas. Mientras que las utilidades de 421 se habían incrementado en el trienio 2011-2013 a razón de 62 millones de pesos por día; por cada millón diario ganado incorporaron tan solo a un trabajador. Las extranjeras ganaban entonces 8 de cada 10 pesos de las utilidades que generaron las 500.
Este proceso ha ido empeorando desde que asumió la gestión Cambiemos por la brutal transferencia regresiva de ingresos que puso en marcha.
Un informe realizado por el IPyPP en febrero de este año da cuenta de que en los primeros nueve meses de la gestión Cambiemos (enero-setiembre 2016), 54 empresas (de las 200 más importantes) que conforman la Cúpula Económica de las que cotizan en la Bolsa, incrementaron su facturación por encima de lo que creció el Producto Bruto Interno (53,4 % versus 34,8%).
Dentro de este universo, solo 10 empresas, consideradas como la cúpula “estable” de las que cotizan en la Bolsa, concentran el 20% del total de facturación de las 200 y más del 30% de lo que facturan las primeras 50 firmas de la cúpula.
Analizando el listado de las 54 empresas, según el volumen de facturación acumulado durante el primer trimestre de 2016, vemos que 12 de ellas son bancos, 6 son de la industria de hidrocarburos, luego hay empresas alimenticias y de servicios. Las que están a la cabeza del ranking son: YPF, Tenaris, Banco Santander Río, Esso, Banco Galicia, Pan American Energy, Banco Macro, Banco Francés, Molinos Río de La Plata, Ternium, Imp.y Exp.Patagonia, Petrobras y el HSBC.
Mas allá de la facturación es importante ver cuánto fue la ganancia neta en el periodo, cifra a la que se llega luego de detraer del resultado operativo (ganancia bruta o excedente económico) todos los gastos administrativos, comerciales, financieros y el impuesto a las ganancias. Si bien esta utilidad cayó en el conjunto un 14,5 % –comparando el 1er trimestre 2016 con igual período de 2015– hubo empresas que ganaron. Otra vez en el ranking las que están a la cabeza de haber obtenido utilidades son entidades bancarias, empresas de hidrocarburos, en este orden: Banco Macro, Banco Francés, Banco Galicia, YPF, Petroras, Banco Santander Rio, Banco Patagonia, HSBC, Banco ICBC, Pampa Energía, Ternium, Aluar y Panamerican Energy. Telecom Argentina es la única de servicios que aparece con ganancias netas.
Lo que creció en forma exponencial fueron las Diferencias de Cambio. Este ítem muestra en los balances el resultado por el cambio en la cotización de las divisas extranjeras, con preeminencia del dólar. De esta manera puede verse cómo la devaluación impacta en los balances empresarios. El impacto es mayor en la medida en que más activos financieros dolarizados presenten las firmas. Este rubro tuvo un crecimiento de 954,9% anual en estas 54 empresas. Mientras que las ganancias netas fueron de 12.579 millones de pesos, las diferencias de cambio les permitieron acumular 15.310 millones de pesos. Así, significaron para las empresas financieras un incremento del 374% y para las productivas 1226%. Dentro de estas últimas, el sector del Petróleo y Derivados fue el que concentró más del 90% de la acumulación positiva de las diferencias de cambio.
Algunas conclusiones
Un puñado de bancos privados que representa el 22% de las firmas analizadas, concentra el 26,5% del volumen de facturación pero explica el 61,3% del total de la ganancia neta del conjunto de las 54 empresas.Mientras que las empresas productivas expandieron su facturación un 32%, las financieras lo hicieron un 46%, mostrando el claro sesgo pro especulativo de la economía, que no es nuevo. Solo basta recordar que durante el kirchnerismo uno de los sectores que más beneficios obtuvo fue justamente el de la actividad financiera.
Si bien en el primer trimestre de 2016 las ganancias netas del conjunto de las firmas cayeron un 14,5%, si se desglosa este dato entre ambos sectores, las firmas productivas perdieron un 46% mientras que las financieras ganaron un 36%.
“A pesar del proceso de transferencia regresiva del ingreso llevado a cabo por diversas vías con el objetivo de promover la inversión productiva (devaluación, quita de retenciones, tarifazo, etcétera), muy por el contrario éstas facilitaron la acumulación de capital en nichos financieros”, indicó Ana Rameri, que junto a Pablo Tiscornia y Tomas Raffo integra el equipo de trabajo que realizó el informe “La cúpula económica luego del primer año de Macri”.
Cúpula empresaria argentina
YPF, Tenaris, Banco Santander Río, Esso, Banco Galicia, Pan American Energy, Banco Macro, Banco Francés, Molinos Río de la Plata,Ternium, Importadora y Exportadora Patagonia, Petrobras, Pampa Energía, Banco ICBC, Banco Patagonia, Telecom Argentina, Arcor,Mastellone Hermanos, Edenor, Banco Suppervielle, Edesur, Aluar, Banco Hipotecario, New San, Tarjeta Naranja, Clisa, Aeropuertos Argentina, Banco Itaú Argentina, Carsa, Alto Paraná, Ledesma, Transporte Gas del Sur, Quickfood, Banco Comafi, Petroquímica Comodoro Rivadavia, Holcim, Central Puerto, Solvay Indupa, Los Grobo Agropecuaria, Celulosa, Grupo Clarín, Endesa Costanera, Autopistas del Sol, Benito Roggio e Hijos, MetroGas, Mirgor, Caputo, Cresud, Camuzzi Gas Pampeana, Pescarmona, Petrolera del Cono Sur, Agrometal e Irsa.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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