La candidata de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, debió esperar hasta cerca de las 4 para anunciar su triunfo.
Tras un escrutinio amañado, la ex presidenta se adjudicó en la madrugada el triunfo en la competencia a senador en la Provincia
Buenos Aires terminó sumergida en el bochorno
Por Fernando Cibeira
Cambiemos había festejado el triunfo en varias provincias, incluyendo Buenos Aires, horas antes. Pero la carga de los municipios peronistas daba vuelta el resultado. Algo parecido sucedía en Santa Fe.
En un dramático y penoso recuento voto a voto, parecido a una definición por penales, Cristina Kirchner apuntaba a imponerse por décimas en la decisiva elección PASO a senador en la provincia de Buenos Aires contra el candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich, desatando una euforia de madrugada en el búnker de Unidad Ciudadana en Arsenal de Sarandí. “Nunca pensé que iba a tener que pedir perdón por este bochorno que hemos vivido aquí en nuestro país”, sostuvo la ex presidenta pasadas las 3.40, cuando estaba a una centésima de Bullrich y el recuento se paralizaba, como venía sucediendo en las últimas horas sin que ninguna voz saliera a dar una explicación oficial. La ex presidenta aseguró que había ganado la elección. “Pero no ganó Unidad Ciudadana sino estos hombres y mujeres que nos están acompañando”, dijo, para pasar a anunciar a las personas que la acompañaban sobre el escenario, las protagonistas de las historias de afectados por las políticas del macrismo que fue y será el eje de su campaña para las elecciones generales de octubre.
“De cada tres ciudadanos, dos le dijeron no al ajuste. El ajuste que quieren disfrazar con la palabra cambio. Vamos a pedirle al gobierno que escuche, que cambio el rumbo económico”, adelantó Cristina Kirchner en Sarandí. “Podrá no aparecer en la tapa de los diarios. Pero la realidad, cuando es tan grave y tan lacerante, siempre aflora. El Gobierno debe escuchar esa voz”, añadió la ex presidenta. Reclamó que se deje de destruir trabajo. También pidió por los medicamentos y las tarifas.
El desigual recuento de votos había motivado, unas cuantas horas antes, el festejo del macrismo en Costa Salguero con el habitual cóctel de discursos ensayados y globos de colores. Para entonces en la Provincia llevaban seis puntos que parecían indescontables, y también celebraban el triunfo en varias distritos donde son oposición como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, San Luis, Neuquén, La Pampa y Santa Cruz. Avanzada la madrugada, lo de Santa Fe también quedaba en veremos. “El cambio está más vivo que nunca”, celebró Macri sobre el escenario.
El Presidente enhebró su habitual conjunto de eslogans y frases zen que conforman su discurso proselitista. Volvió a mostrar su pesar por algunas medidas que tuvo que tomar en los 19 meses que lleva de gestión. “Creanmé que siempre pensé en ustedes”, aseguró. Pero insistió en aquello que “lo que vale no se hace de un día para el otro”. Definió la jornada de ayer como “un día lindo en la historia de nuestro país”.
En las primarias de ayer se resolvieron los candidatos que competirán el 22 de octubre para elegir 127 diputados y 24 senadores, la mitad de una cámara y el tercio de la otra. Pese a la publicidad en contra de las PASO que partió desde la propia cúpula del oficialismo, la participación nacional se acercó al 74 por ciento, similar a los niveles históricos. En la provincia de Buenos Aires, donde la competencia acaparó la atención de todo el país, la participación ascendió al 77 por ciento.
Buenos Aires
El grueso de los votos cristinistas se amontonaron cuando comenzaron a cargarse los municipios del segundo y tercer cordón. “¿Piensan que de este manera van a ver a la Argentina como un país seguro? Es un inmenso papelón internacional”, sostuvo Cristina Kirchner cerca de las 4 de la madrugada sobre la inexplicable carga y recuento de votos, en el que se dejaron para el cierre los lugares que suelen aportar el grueso de los votos peronistas.
Unidad Ciudadana se impuso por 20 puntos o más en La Matanza, José C.Paz, Merlo y Florencio Varela y por 10 o más en Almirante Brown, Lomas de Zamora, Berazategui, Ezeiza y Esteban Echeverría. Los intendentes, alineados con el kirchnerismo, garantizaron
Cambiemos volvió a mostrar la fortaleza de su voto en el interior bonaerense y en las tres grandes ciudades –La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca– donde edificó Vidal su triunfo dos años atrás. Erróneamente, algunas encuestas habían asegurado que la elección en esos distritos sería pareja, o incluso favorable a CFK. En Mar del Plata, donde la gestión del macrista Carlos Arroyo es criticada incluso por el propio oficialismo, Cambiemos ganaba por más de 15 puntos. “Estamos para no resignarnos nunca más”, celebró la gobernadora Vidal, figura estelar en Costa Salguero cuando ganaban por varios puntos.
Sergio Massa, con la alianza 1País que armó junto a Margarita Stolbizer, quedó en un lejano tercer puesto con poco más del 15 por ciento. Pese a la regular cosecha, menor a la de sus últimos elecciones, Massa hizo una particular lectura del comicio. Dijo que la mayoría de los bonaerenses votó contra el macrismo pero que también se habían opuesto contra el pasado y la corrupción, en referencia al kirchnerismo. En definitiva, él –que apenas se impuso por 800 votos en su feudo de Tigre– parecería ser uno de los ganadores.
Bastante más escasa resultaba la cosecha de Cumplir, del ex ministro Florencio Randazzo, con el 5,5 por ciento. Autopostulado como la opción para renovar al peronismo, la candidatura de Randazzo nunca tomó vuelo pero, ya lo mostrarán los estudios, puede haberle quitado a Cristina Kirchner los votos que necesitaba para un triunfo claro.
La quinta y última fuerza que conseguía superar el piso de los votos era el FIT con el 3,6 por ciento
Santa Fe
En Santa Fe se replicaba el escándalo de Buenos Aires con final todavía abierto. Cambiemos se había adjudicado el triunfo con el candidato Albord Cantard pero la diferencia con el Frente Justicialista era muy pequeña y el recuento muy desparejo. En la madrugada, Cantard sacaba el 28 por ciento separado por menos de un punto del kirchnerista Agustín Rossi, quien a su vez superaba con claridad en la primaria del FJ a la ex jueza Alejandra Rodenas. Cuando Rossi achicaba diferencias, el recuento se paralizó, en especial Rosario donde ganaba el Frente Justicialista pero apenas se había escrutado el 41 por ciento. En el entorno de Rossi se mostraban convencidos de conseguir el triunfo cuando se terminara de contabilizar el total de la mayor ciudad provincial. Lejos de la pelea, el oficialista Frente Cívico encabezado por el socialismo obtenía en la provincia el 13,2 por ciento.
Ciudad
Cuna del macrismo, la ciudad de Buenos Aires es un bastión inexpugnable del PRO. Con una candidata alto perfil como Elisa Carrió, “Vamos Juntos” –el nombre que tomó aquí Cambiemos debido a la separación del radicalismo oficial– arañó el 50 por ciento, apenas un punto menos de que obtuvo Macri en las presidenciales de 2015. “La República se ha reafirmado a lo largo y a lo ancho de la Nación”, apuntó Lilita desde Costa Salguero. Dado lo holgado del triunfo pudo salir a celebrar junto al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta apenas se cargó el primer dato oficial, a las 21.10. Vestida con un vestido de estampado llamativo, Carrió se distinguía en el escenario de la habitual sobriedad de tonalidades azules del macrismo. Aseguró que los candidatos que la acompañaban habrían un gran papel si resultaban electos en octubre. “Saben leer y saben escribir”, consideró, en un tono casi discriminatorio.
Unidad Porteña cumplió con el objetivo de quedarse con el segundo lugar con el 20,7 por ciento. Por otro lado, Daniel Filmus se impuso con comodidad en la primaria de la agrupación y las listas que encabezaban Guillermo Moreno –Honestidad y Coraje– e Itai Hagman –Ahora Buenos Aires– no reunían los votos para alcanzar el piso necesario para intercalar sus candidatos. “Hemos sido como la primera fuerza de la oposición. La ciudadanía nos ha dado la responsabilidad de parra estas políticas de ajuste”, consideró Filmus.
El ex embajador Martín Lousteau, candidato a diputado de Evolución, no pudo repetir la performance de cuando se postuló a jefe de gobierno y quedaba en un lejano tercer lugar con el 13 por ciento. Peor le fue al candidato de Sergio Massa, el economista Matías Tombolini, que con el 3,9 por ciento quedó a muy pocos votos del Frente de Izquierda, con el 3,7 por ciento. También lograba superar el piso que lo habilita a competir en octubre la fuerza de Luis Zamora, Autodeterminación y Libertad.
En cambio, quedaron afuera Convocatoria por Buenos Aires –en la que iban como candidatos Claudio Lozano, Héctor Polino y Rafael Klejzer– e Izquierda al Frente –Alejandro Bodart–, entre otras agrupaciones.
Córdoba
Córdoba se convirtió en un pilar para el macrismo desde que aportó los votos decisivos para ganar el ballottage en 2015. “Son los primeros impulsores del cambio”, los recordó Macri anoche en su discurso. El triunfo del ex árbitro y candidato a diputado macrista Héctor Baldassi fue más amplio de lo que se preveía con el 44,6 por ciento superando con holgura a la lista radical que se le opuso en la primaria. El delasotismo gobernante quedó en un lejano segundo puesto con el 28,3 por ciento, pese a que Juan Schiaretti jugó a su vicegobernador Martín Llaryora como candidato. El kichnerista Frente Córdoba Ciudadana, con el sindicalista Pablo Carro, obtenía un aceptable 10 por ciento. Si repite en octubre resultaría electo diputado.
Los unos y los otros
Cambiemos ratificó el favoritismo en los distritos que gobierna como Mendoza, Corrientes y Jujuy. Además, obtenía algunas resonantes victorias en lugares en los que es oposición. En San Luis, el ex gobernador Claudio Poggi terminaba con más de tres décadas de hegemonía de los Rodríguez Saá y se imponía por casi 20 puntos con el 57,5 por ciento contra el 38,3 por ciento de Adolfo Rodríguez Saá. En Entre Ríos, el macrismo superaba al justicialismo moderado que conduce el gobernador Gustavo Bordet por cinco puntos, 47 a 42 por ciento. En Santa Cruz, cuna del kirchnerismo, Cambiemos ganaba con la candidatura del empresario radical Eduardo Costa obtenía el 46,3 por ciento contra el 28,5 por ciento del Frente para la Victoria. Un resultado inesperado se daba en La Pampa, donde se suponía que el gobernador justicialista Carlos Verna no tendría problemas en conseguir un nuevo triunfo y perdía por más de 11 puntos contra el Frente Cambiemos.
Lo mismo en Neuquén donde el macrismo resquebrajó la supremacía del Movimiento Popular Neuquino aunque en un escenario de votos muy repartido entre cuatro fuerzas.
Con los dedos en ve
Dos ex aliados del kirchnerismo –que hoy hacen su propio juego en el Congreso– revalidaban sus títulos en sus distritos. El matrimonio Zamora conseguía en Santiago del Estero un abrumador 65 por ciento, con más de 50 puntos de diferencia con Cambiemos. En Misiones, Maurice Closs ganaba con el 41 por ciento frente al 28,5 por ciento que obtenía el presidente del PRO, Humberto Schiavoni.
Entre los peronistas triunfadores se contaban ayer los chaqueños Domingo Peppo y Jorge Capitanich que, luego de un recuento ajustado que lo mostró abajo durante buena parte, finalmente celebraron la victoria del Frente Chaco Merece Más con el 43,6 por ciento contra el 37,2 por ciento de Cambiemos. En Catamarca, el Frente Justicialista ganaba por más del 10 por ciento. En Formosa, el inoxidable Gildo Insfrán confirmaba el dominio en su provincia con una victoria por casi 20 puntos. Lo mismo sucedía con el gobernador Sergio Uñac en San Juan y Juan Manzur en Tucumán.
En La Rioja, el Frente Justicialista Riojano que llevó al ex presidente Carlos Menem como candidato a senador –cuya postulación debe ser resuelta por la justicia– se impuso con el 44,6 por ciento contra el 36,1 por ciento de Cambiemos que proponía al ex ministro de Defensa, el radical Julio Martínez.
En Salta, había seis listas de diputados del Frente Unidad y Renovación que armó el gobernador Juan Manuel Urtubey que reunieron un total del 37 por ciento contra el 25 por ciento de Cambiemos. En tercer lugar, con el 17,2 por ciento– quedaron las agrupaciones kirchneristas reunidas en el Frente Ciudadano que no aceptaron sumarse al armado de Urtubey, el peronista más cercano al macrismo.
También hubo lugar para un par de sorpresas. Emilia Soria, hija del fallecido ex gobernador Carlos Soria, encabezó un amplio triunfo del Frente para la Victoria en Río Negro contra Cambiemos y la fuerza del gobernador Alberto Weretilneck, que quedó tercero. En la vecina Chubut, el Frente para la Victoria también se impuso a la agrupación Chubut para Todos del gobernador Mario Das Neves y a Cambiemos.
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