INUNDACIONES
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Zona de desastre
El clima sigue sin dar tregua, y la promesa de una sudestada con ráfagas de viento de 70 km. por hora y de continuidad de las precipitaciones pinta un panorama sombrío para las zonas de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe donde alrededor de 20.000 personas se ven afectadas por las inundaciones.
Verónica Zaldívar
El clima sigue sin dar tregua, y la promesa de una sudestada con ráfagas de viento de 70 km. por hora y de continuidad de las precipitaciones pinta un panorama sombrío para las zonas de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe donde alrededor de 20.000 personas se ven afectadas por las inundaciones. Familias enteras viviendo en carpas sobre los techos, en el trailer de un camión o hasta en un cementerio son algunas de las postales de la desesperación de quienes están perdiendo todo lo que lograron recuperar luego de la anterior inundación.
“Miles de evacuados y autoevaluados han dejado abarrotadas las escuelas, los hogares de tránsito, las iglesias y otros centros de asistencia. No saben qué quedará de sus viviendas cuando vuelvan, ni mucho menos saben cuándo podrán hacerlo” relata nuestro corresponsal en la zona de Salto y Arrecifes. “En Salto el agua superó los 9 metros sobre el nivel normal del río dejando completamente bajo ella barrios enteros y bienes materiales difíciles de recuperar. (…) En Arrecifes la situación no es muy diferente: barrios y asentamientos de personas humildes se vieron arrasados por las corrientes inclementes de un río que suele ser uno de los pocos lugares de esparcimiento durante los veranos y que hoy les juega una mala pasada llevándose consigo casi todo lo que tienen”, continúa.
Mientras 40 municipios bonaerenses sufren inundaciones de distinto grado de gravedad, el candidato a presidente por el Frente para la Victoria y gobernador de la provincia de Buenos Aires Daniel Scioli no tuvo mejor idea que viajar a Europa. Ante el empeoramiento de la crisis desatada esbozó un intento de excusa en supuestos motivos políticos y hasta de salud. Aunque fuera cierto que iba a realizar un ajuste de su prótesis, deja en evidencia de manera muy brutal el contraste entre su forma de vida y la de millones de bonaerenses que, de tener un problema de salud, solo pueden recurrir a los escasos y mal equipados hospitales públicos y las Unidades de Pronta Atención (UPA), debiendo esperar meses por un turno. Hoy miles de habitantes de la provincia viven momentos dramáticos, y ante la lluvia de críticas (las otras no las sufrió) Scioli debió emprender el viaje de regreso.
Muchas de esas críticas provienen de sectores que hacen gala de la más completa hipocresía. Se destaca el macrismo, cuyos máximos referentes salieron a hablar por los medios de la “falta de contención y abandono” del pueblo bonaerense. Mauricio Macri ofreció sus equipos de emergencia a los intendentes de las localidades más urgidas, mientras María Eugenia Vidal, la candidata a gobernadora, destacó que "esto, como mostramos en la Ciudad de Buenos Aires, se resuelve con las obras. Lo que se hizo en la cuenca del Río Luján es limpieza, pero no alcanza. Esas obras las tiene que hacer el gobierno de la provincia, no las puede hacer un intendente”. Pero quienes hoy se rasgan las vestiduras fueron responsables del desastre que todavía está muy presente en la memoria colectiva, cuando se produjeron las inundaciones de 2013 que afectaron enormemente la ciudad. Entonces varios de los dirigentes del PRO se encontraban de vacaciones en el exterior, al igual que Scioli ahora. Ni en la provincia de Buenos Aires, ni en Santa Fe ni en la Ciudad de Buenos Aires las de 2013 fueron las últimas inundaciones, aunque sí de semejante magnitud. Hay que recordar que la cantidad de muertos solo en La Plata se contó por decenas ese año, y nunca se conoció la cifra exacta por el ocultamiento del gobierno de Bruera, quien protagonizó un papelón fingiendo estar ayudando a vecinos mientras estaba de vacaciones en Brasil.
Los voceros del gobierno nacional y provincial intentaron capear la tormenta haciendo algunos anuncios, como créditos blandos del Banco Provincia; es decir, endeudarse más para tratar de mitigar el daño sufrido, misma política que tuvieron en 2013. La exención del impuesto inmobiliario en las zonas afectadas se sumaría a ciertas medidas anunciadas por Nación, como el pago de dos haberes mínimos extra a los jubilados y aumentos circunstanciales a beneficiarios de los planes AUH, Progresar y para embarazadas. Más allá de que tanto el gobierno nacional como el provincial tienen la obligación de asistir a los damnificados, el problema de fondo no se resuelve con estos paliativos, sino con la realización de obras de infraestructura y la creación de un Sistema de Alerta Temprana (SAT), no realizados a pesar de las múltiples advertencias de especialistas en ingeniería hidráulica como el ingeniero Pablo Romanazzi. Éste relató a este diario que con una inversión de alrededor de $3 millones se hubiera podido establecer un sistema de alerta que comprenda todas las cuencas que se ven afectadas en este momento. Que no se haya realizado resulta francamente escandaloso, si se compara esta cifra con los millones de pesos invertidos en la campaña publicitaria por cualquiera de los candidatos de los partidos tradicionales en estas elecciones, empezando por los tres mosqueteros del ajuste Scioli, Macri y Massa. El candidato a presidente por el Frente de Izquierda Nicolás Del Caño se refirió a Scioli argumentando que “aunque ahora diga que suspendió su agenda y va a regresar, es una nueva muestra del desprecio de esta casta política por los padecimientos que vive el pueblo trabajador. Macri y Massa son parte de esta misma casta al servicio de los grandes empresarios, responsables de las consecuencias de las inundaciones en la Ciudad de Buenos Aires y Tigre".
La falta de obras es una parte importante del problema, pero la otra es la construcción indiscriminada de barrios cerrados en zonas ribereñas impidiendo el desagote del agua y la existencia de canales clandestinos que realizan los terratenientes en sus campos, como denunció el diputado provincial (MC) Christian Castillo. Justamente es Sergio Massa quien encabeza la lista de quienes promovieron la construcción de barrios de lujo en la zona de Tigre, una de las más afectadas durante los últimos años ante cada fenómeno climático. Ya hubo sobradas muestras de cómo afectó esto a esa zona, especialmente a los habitantes de los barrios humildes aledaños a los countries. Tanto Christian Castillo como Del Caño y la candidata a vicepresidenta del Frente de Izquierda Myriam Bregman exigieron “en primer lugar que el Estado ponga todos los recursos necesarios para ayudar en forma inmediata a los inundados, no la miseria que anunció hoy el ministro de Economía, Axel Kicillof. También exigimos que se pongan en marcha en forma urgente las obras que reclaman hace años los propios afectados, que son quienes verdaderamente saben qué obras son las necesarias. Por último, reclamamos el resarcimiento económico por todas las pérdidas que han sufrido todos los vecinos afectados". Los referentes de ese espacio político anunciaron donaciones de sus dietas para los damnificados y llamaron a todos los que colaboraron con su campaña electoral a impulsar en sus lugares de estudio y trabajo y en cada barrio una enorme campaña de solidaridad con los afectados, tomando el ejemplo de los docentes de La Matanza.
Al cierre de esta edición se espera otra dura noche de vientos fuertes y tormentas, con anuncios de mejora del clima recién para la tarde. Como ya saben quienes sufren esto de forma recurrente, como los vecinos de Luján, eso no significa que las aguas bajen rápidamente, y hay que extremar las medidas sanitarias ante la proliferación de alimañas y la posibilidad de contraer enfermedades. La solidaridad ya está en marcha en muchos lugares del país, intentando paliar parte de las secuelas de la desidia gubernamental y un “boom imobiliario” que trae consecuencias cada vez peores, ante fenómenos climáticos cuya potencia se ve incrementada año a año.
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