Casa Mariani-Teruggi
El hecho de la Calle 30
La ciudad de La Plata fue una de las más golpeadas por la última dictadura cívico-militar. Miles de jóvenes fueron perseguidos, torturados, asesinados y desaparecidos; con el objeto de diezmar sus pensamientos e ideologías, destruyendo así su sueño de construir una Latinoamérica mejor, y una patria grande, libre, justa y soberana.
La injerencia política, social y cultural que ellos poseían tanto en el ámbito universitario como en el laboral, y su compromiso con la conquista de derechos para la sociedad, fueron el punto de partida de mayor relevancia que provocó la reacción de sectores económicos, eclesiásticos y militares, que resolvieron disciplinar a la sociedad a través de la toma del poder político en manos de una dictadura militar.
La ciudad de La Plata fue una de las más golpeadas por la última dictadura cívico-militar. Miles de jóvenes fueron perseguidos, torturados, asesinados y desaparecidos; con el objeto de diezmar sus pensamientos e ideologías, destruyendo así su sueño de construir una Latinoamérica mejor, y una patria grande, libre, justa y soberana.
Entre los acontecimientos más importantes se encuentra el hecho ocurrido en la calle 30 N° 1134, entre 55 y 56, una de las tres casas operativas de la organización Montoneros en La Plata, donde funcionaba una imprenta clandestina de la revista “Evita Montonera”. La tirada fue publicada clandestinamente entre 1975 y 1979. En ella se difundían directivas de la conducción, formación de cuadros y propaganda como medio alternativo de difusión que contrarrestara la censura. En la casa donde funcionaba la imprenta vivían Diana Teruggi, Daniel Mariani y su hija de 3 meses Clara Anahí.
El 24 de noviembre de 1976 la casa fue atacada por más de cien efectivos del Ejército y la Policía Bonaerense. En este operativo estuvieron presentes importantes personalidades de la represión estatal: Carlos Guillermo Suárez Mason, jefe del Primer Cuerpo del Ejército; Adolfo Sigwald, jefe de la 10° Brigada de Infantería; Ramón Juan Alberto Camps, jefe de la Policía dela Provincia de Buenos Aires; Miguel Osvaldo Etchecolatz, jefe de la Dirección de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires; Roque Carlos Alberto Presti, jefe del Regimiento N°7, área operacional 113; José Clemente Forastiero, jefe del Cuerpo de Infantería Motorizada; Oscar Ioppolo, jefe de la Unidad Regional 4ta de La Plata y Osvaldo Sertorio, jefe de la Comisaría 5ta de La Plata.
El ataque a la casa de 30 duró más de tres horas, todas las personas adultas que estaban allí ese día fueron asesinadas: Diana Teruggi, Roberto Porfidio, Daniel Mendiburu Eliçabe, Juan Carlos Peiris y Alberto Bossio. Clara Anahí Mariani, hija de Diana Teruggi y Daniel Mariani, fue secuestrada y apropiada por alguien próximo a los represores, del mismo modo que más de quinientos hijos e hijas de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar.
El asalto se inició entre las 12:30 y las 13:00 del mediodía, los compañeros se preparaban para almorzar mientras la cuadra era cortada y algunos militares se posicionaban en los techos de las viviendas vecinas. Fue entonces cuando dieron la voz de alto, pero seguido ese acto comenzaron a disparar. La embestida fue tal que el lugar quedó semi-destruido, el frente muestra aún hoy una cantidad impresionante de impactos de bala y un enorme boquete provocado por un proyectil de tanqueta, que atravesó también una pared interior. Finalmente utilizando un helicóptero se arrojó a la casa una bomba de fósforo que incendió los cuerpos, ya asesinados, de quienes se hallaban allí.
Daniel Mariani se encontraba en Buenos Aires trabajando en el momento del ataque, fue asesinado en el mes de agosto de 1977 en las calles 132 y 35, cuando estaba terminando de colaborar en la mudanza de Laura Carlotto (una de las hijas de la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto).
La madre de Daniel, “Chicha” Mariani, comenzó una incesante lucha por la justicia luego de los acontecimientos que la llevará a fundar Abuelas y ser su primera presidenta. Y en su camino descubre que su nieta Clara Anahí podría haber salido con vida. Diferentes personas le cuentan que la habían visto salir de la casa en brazos de un hombre, y otras le aseguran que se encontraba con personas de mucho poder. Pero solo se conoció ante la ley, que Clara Anahí aun vivía gracias a la declaración que realizó un ex conscripto, Juan Carlos Scelso, en el juicio oral por el Circuito Camps en La Plata: “volteé mi cara y veo a una persona de civil con el FAL colgado en el hombro, campera de jean, pantalón jean, pelo relativamente largo, barba de un par de semanas, con un pequeño bulto por así decirlo en los brazos. Me di cuenta de que era un bebé por la forma que lo tenía tomado, por cómo lo trasladaba y porque alcanzó a cubrirlo con una especie de cortina o de manta de color fucsia con motivos verdes. Pasó por mi lado con el supuesto bebé, porque hasta ese momento yo no sabía de qué se trataba, y lo llevaron hasta una camioneta que no estaba identificada con los distintivos del Ejército”.
Hoy la casa de la calle 30, luego de haber funcionado durante algunos años como “Casa de la resistencia Diana Teruggi” , es un sitio de memoria que el 19 de marzo de 2011 fue inaugurado como Museo “Mariani-Teruggi”. El mismo conserva casi la misma apariencia desde el día del ataque. Recorrerlo en la actualidad de la mano de Chicha, en el marco del los procesos judiciales que castigan a los responsables de esta masacre, simboliza que el odio puede ser derrotado con el amor. El amor de una abuela a su nieta, el amor a la verdad, el amor de un militante a una causa.
Publicado por Mariani Teruggi en 17:39
http://casa-mariani-teruggi.blogspot.com.ar/
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