QUIERO TENER MEMORIA DE ESTE CRIMEN / A 36 años del hundimiento del ARA Gral. Belgrano

A bordo del buque iban 1.093 marinos, 323 de ellos perdieron la vida, 274 de ellos murieron en la explosión, otros 23 lo hicieron antes de poder ser rescatados, otros 27 desaparecieron en el océano. 770 fueron rescatados con vida.

Un 2 de mayo de 1982, la guerra de Malvinas nos sorprendió con la dolorosa noticia del hundimiento del crucero Gral. Belgrano. Lo que más me conmovió, lo que no tenía explicación de ninguna índole, fue escuchar que con el enorme buque se hundían 323 hombres. Me quedé atónito, pensé en la muerte, sentí su muerte como mía, fui consciente de lo que aquel hundimiento significaba para las familias de los soldados y conscriptos en aquella guerra incalificable. Incluso en casa, solo y perplejo, sumido en la congoja, con la memoria de la vida de aquellos soldados tan jóvenes, tan injustamente asesinados, lloré como un niño, recuerdo perfectamente que aquella tarde lloré... 

Muchos años después, ya en tiempos de democracia, una noche, fui a ver una película que me habían mencionado como muy buena. Se trataba de "La deuda interna", de ese gran realizador Daniel Pereyra, y con una actuación poco frecuente en el cine nacional de todos sus actores. Juan José Camero, quien protagonizara aquel entrañable y original elenco, es un maestro rural que llega hasta un pueblito de Jujuy, Chorcan, allí debe reconstruir todo; la escuela, la vida, la enseñanza, y en ese camino arduo y esperanzador, conoce a uno de los chicos con quien establece una relación maestro-alumno muy especial, fraternal, en un sentido pleno de aprendizaje entre ambos.

Todo el film es un testimonio desgarrador sobre nuestra tremendas carencias, sobre la gran deuda interna que fatalmente conduce a la tragedia del Gral. Belgrano, sumando a la exclusión social de generaciones, la ignominiosa sentencia final de un crimen de lesa humanidad. Aquella noche volví sobre mi pasado y supe que la vida fue tremendamente más cruel para muchos de mis hermanos que lo que aquella tarde de 1982 sentí. La deuda interna la tenemos con todos ellos, porque un sistema injusto que hunde a sus hijos en la pobreza, el analfabetismo y el olvido, de igual modo crea las condiciones concretas (bélicamente hablando), para hundirlos en el Atlántico, aún sabiendo que quien dispara es otro. Porque al fin de cuentas, para esos muchachos, sus únicos enemigos, no solo fueron los ingleses...

“No tengo dudas: hundir al Belgrano fue absolutamente correcto, por una cuestión de supervivencia en el caso que ese buque atacara nuestros portaaviones, y porque demostraba la intención de los argentinos”, dijo ayer el ex Tim McClement, vicealmirante del submarino que lo hundió. “Ellos (los chilenos) interceptaron las instrucciones de los comandantes argentinos... Nosotros estuvimos discutiendo qué haríamos si lo encontrábamos (al Belgrano) porque sabíamos que el Belgrano estaba por hundir un portaaviones. El hecho de que fuera en un sentido o en otro era porque estaba haciendo maniobras para evitar un torpedo”. De acuerdo a Parkinson los servicios de Augusto Pinochet colaboraron con los de “Lady Thatcher” con las escuchas que les hicieron al capitán del buque, Héctor Bonzo, mientras recibía órdenes de la Junta.(Nota del diario cuya fuente cito).

http://www.diasdehistoria.com.ar/content/revelan-que-pinochet-

Así de claro y básico, en el lenguaje militarista del imperio y de los que tienen necesidad de justificar sus crímenes, se nos envía este mensaje esclarecedor de aquella decisión clave para la guerra, de quienes la tomaron y de quienes fueron sus cómplices.

Fuera de la zona de exclusión, más allá de toda duda, a las 16.01 hs. del 2 de mayo, los dos torpedos de los tres que fueran disparados por el submarino nuclear inglés Conqueror, impactaron de lleno en nuestro Gral. Belgrano, uno en la proa y otro prácticamente en el medio del mismo. Llevaba 1093 tripulantes, los torpedos británicos con la eficaz e inestimable colaboración de la inteligencia de EEUU y la de la de los servicios de la dictadura genocida de Pinochet, hicieron que de esos hombres, 323 no pudieran volver jamás. Ametrallados, aún rendidos, en sus balsas por el enemigo...

Quiero tener memoria de este crimen, no lo quiero dejar pasar, no puedo dejarlo pasar... 

Me veo con mis años frente a ellos, todos unidos mirándome, y yo, no puedo levantar mis ojos hacia ellos. Es ese dolor que sangra, sé que lo es, es deuda, mi deuda interna y personal con estos verdaderos héroes nuestros. Y aunque también sé, que estoy luchando contra molinos de viento, aunque sé, que aquellos molinos son poderosos y gigantes, en mi locura, como utópicamente aquel "caballero de la triste figura", creo, creo que algún día, en mi corazón, los voy a poder mirar nuevamente, sin sentir esta vergüenza, este pasivo de derecho y equidad, que no cesa de arrinconarme entre las cuerdas del pasado y del presente...

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NB: El 2 de mayo de 2012, a las 19:30 hs., escuché decir a la Presidenta de la Nación, en un acto en memoria de los 323 héroes muertos, que se iniciarán los estudios y gestiones pertinentes para declarar al hundimiento del ARA Gral. Belgrano, ante los Organismos Internacionales, Naciones Unidas, como Crimen de Guerra.