lunes, 26 de junio de 2017

MAXI Y DARIO: EL ENCUENTRO MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA VOLVIÓ A DENUNCIAR A LOS CULPABLES









AVELLANEDA



Maxi y Darío: el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia volvió a denunciar a los culpables



Decenas de organizaciones volvieron a denunciar a Duhalde, Aníbal Fernández y el resto de los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda ocurrida hace hoy quince años.









Foto Romina Vermelha - Enfoque Rojo




A quince años, seguimos reclamando justicia. Con las banderas de Darío y Maxi, contra el ajuste y la política represiva del gobierno de Macri y los gobernadores. Quince años de impunidad: el Estado es responsable. Juicio y castigo a los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda: Eduardo Duhalde, Aníbal Fernández, Felipe Solá, Juan José Álvarez, Alfredo Atanasoff, Luis Genoud, Jorge Watzkin, Oscar Rodríguez. ¡Darío y Maxi viven en la lucha del pueblo!”. Así arranca el documento elaborado por decenas de organizaciones de derechos humanos, políticas, gremiales y culturales nucleadas en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.



El texto completo, leído en el acto realizado en el Puente Pueyrredón durante la tarde de este lunes, se reproduce a continuación.

Hoy, a quince años de los asesinatos de Darío Santillán y Maxi Kosteki, el 26 de junio de 2002, volvemos a este puente emblemático a reclamar justicia por los compañeros caídos y a denunciar las políticas de hambre y represión de Macri y los gobernadores.

Hace quince años el gobierno de Duhalde, con apoyo de los grupos económicos que descargaron sobre el pueblo la crisis capitalista de 2001, arremetió contra las organizaciones populares que salíamos a la calle por pan y trabajo. Quería disciplinar al pueblo trabajador para cerrar la poderosa rebelión popular abierta el 19 y 20 de diciembre de 2001.

La Masacre de Avellaneda que ordenó Duhalde y toda la cúpula política se ejecutó con un operativo conjunto de la Federal, la Bonaerense, la Gendarmería, la Prefectura y los servicios de Inteligencia. Además de las vidas de Darío y Maxi, hubo más de cuarenta compañeros y compañeras heridos con balas de plomo y cientos de detenidos en comisarías, locales y casas aledañas, muchos de ellos golpeados y torturados.

Los grandes medios difundieron la versión de un supuesto enfrentamiento entre piqueteros, pero la movilización popular y el coraje de muchos trabajadores y trabajadoras de prensa desbarataron el relato oficial.

Al otro día, miles ganamos las calles para exigir juicio y castigo a los responsables, derrotando la salida represiva de Duhalde y sus aspiraciones presidenciales. Por eso las vidas de Darío y Maxi trascendieron, sus ejemplos se multiplicaron y hoy seguimos reivindicando su lucha.

Por sus asesinatos hemos logrado las condenas ejemplares del comisario Alfredo Fanchiotti y del cabo Alejandro Acosta, pero los responsables políticos aún siguen impunes. Desde la masacre, doce de los quince años transcurrieron bajo gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, que llegaron al poder de la mano de Duhalde y ampararon a muchos de sus funcionarios, como Aníbal Fernández, Carlos Soria y Juan José Álvarez, entre otros.

A quince años, los que decidieron atacar al movimiento piquetero y habilitar a las fuerzas represivas para matar a manifestantes desarmados siguen libres e impunes. La causa que debía investigar las responsabilidades políticas sigue cajoneada desde hace años en el juzgado de Ariel Lijo. Muchas medidas de prueba que presentamos (como cruces de llamadas entre los involucrados y el detalle de la cadena de mandos de la represión) fueron ignoradas.

Aunque logramos que se desarchivara y se llamara a declarar a funcionarios del municipio de Avellaneda, que por años guardaron silencio, ya pasaron cuatro fiscales y a pesar de todos los indicios aportados por familiares y compañeros de Darío y Maxi, el proceso judicial no avanza.

Contra todas las maniobras del poder político y judicial, seguimos movilizados para lograr el castigo que se merecen: Duhalde, principal responsable de la represión; Aníbal Fernández, exsecretario general de Presidencia; Álvarez, exsecretario de Seguridad de la Nación; Atanasof, exjefe de gabinete; Solá, exgobernador bonaerense; Vanossi, exministro nacional de Justicia, y Genoud, ministro de Seguridad bonaerense y hoy miembro de la Corte provincial.

Ellos siguen en los partidos que se turnan en el poder y algunos son candidatos en las elecciones, ¡pero son nuestros candidatos para pudrirse en la cárcel!

Hoy volvemos a este Puente también para decirle a este gobierno de ricos que somos millones los que seguimos defendiendo nuestros derechos.

Porque igual que en el 2002, este gobierno intenta cooptar a movimientos sociales para sacarlos de las calles a cambio de migajas que nunca llegan y terminan por dividir la resistencia.

Porque en un año y medio de gobierno de Macri hay un millón y medio de nuevos pobres.

Porque en este país uno de cada dos niños y niñas es pobre o indigente.

Porque los tarifazos, los despidos, la precarización laboral y la inflación carcomen los ingresos de las familias populares.

Porque así como ayer quiso recortar los ingresos de los jubilados, ahora lo intentó con las pensiones de los discapacitados.

Y si Macri se anima a esta ofensiva es porque en el Congreso, donde está en minoría, le votan sus leyes el PJ, el Frente para la Victoria y Massa-Stolbizer.

Desde que asumió, Macri pretende imponer el olvido y la reconciliación con los genocidas. Pero debe retroceder ante un pueblo que sigue reivindicando a los queridos 30 mil. Así lo reafirmaron las masivas marchas del 24 de Marzo y contra el 2x1 de la Corte. Y así también vamos a derrotar el nuevo intento de impunidad a genocidas en La Plata. ¡Para los genocidas, la cárcel ya!

La política discriminatoria contra los hermanos migrantes y la represión contra los pueblos originarios son otra cara de esa misma política reaccionaria.

Hoy reivindicamos también al movimiento de mujeres, que el 8 de Marzo realizó el primer paro mundial. Miles de mujeres nos organizamos, luchamos por una vida digna y volvimos a exigir #NiUnaMenos, porque el Estado es responsable por la violencia machista que sufrimos en las casas y los barrios.

Exigimos respuesta para frenar los femicidios. 
Exigimos derecho al aborto libre, seguro y gratuito.

Exigimos la aparición con vida de Nadia y de todas las mujeres secuestradas por las redes de trata.

Así como antes logramos la libertad de Belén, hace poco logramos la libertad de Higui. Y seguimos exigiendo al Estado políticas públicas para garantizar la igualdad de las mujeres y justicia por todas las víctimas de violencia de género.

Desde este Puente Pueyrredón, escenario de una parte de nuestra historia, reivindicamos la lucha de Darío y Maxi como expresión de la juventud que se organiza y pelea, en los lugares de trabajo, en los colegios y facultades, en los barrios y zonas rurales; la que enfrenta a la burocracia sindical y la precarización laboral, la que pelea por una sociedad de iguales.

Desde aquí saludamos a todas las luchas que enfrentan el ajuste a lo largo y ancho del país, como la lucha docente por salarios, pese a la represión de Macri y los gobernadores; o como hoy la de Pepsico contra los despidos.

Rechazamos la intervención estatal en el sindicato azucarero del Ingenio Ledesma en Jujuy y la ley aprobada en Córdoba, que declara al transporte como “servicio esencial” para atacar el derecho constitucional de huelga.

En las figuras de Darío y Maxi, también reivindicamos a todos los mártires de las luchas obreras y populares:

Exigimos verdad y justicia por el asesinato de Elsa Sosa de Fagetti, testigo y querellante en la causa contra los genocidas en Mendoza y el esclarecimiento del asesinato de Silvia Suppo en Sta. Fe.

Reivindicamos a Aníbal Verón, Teresa Rodríguez, Víctor Choque y los muertos en Corrientes. A los caídos por la represión del 19 y 20. A Javier Barrionuevo y Carlos Fuentealba. Rosemary Churapuña, Emilio Canaviri y Bernardo Salgueiro, en el Indoamericano. A los qom Roberto López, Sixto Gómez y Mario López, en Formosa. A Florentín Díaz, en Chaco. A Cristian Ferreyra y Miguel Galván, en Santiago del Estero. A Mono, Jere, Patón y César Oviedo, en Rosario. A Mariano Ferreyra.

Exigimos justicia por Julio López, y por Luciano Arruga y todos los jóvenes víctimas de la Bonaerense y demás policías del país.

Nos solidarizamos con las luchas de nuestros hermanos de América Latina: Libertad a las presas y presos políticos peruanos. Justicia por Berta Cáceres, asesinada en Honduras y por las 56 niñas incineradas en Guatemala.

Denunciamos la política genocida del régimen paraguayo. Libertad para Alcides Oviedo, Carmen Villalba y demás presos políticos paraguayos. Todos ellos, todas ellas, están representadas también en el nombre de la estación “Darío Santillán y Maximiliano Kosteki”, que hemos convertido en una muestra permanente de arte popular y de lucha. Ellos eran parte de una generación de luchadores y son también, espejo de la actual: la que enfrentó al menemismo y la Alianza, la del 19 y 20, la que combate el hambre, la miseria, la explotación y la opresión de todos los gobiernos de turno.

Libertad a Agustín Santillán, dirigente wichí preso en Formosa por alzar la voz contra los sojeros y el gobernador Insfrán

Libertad a Milagro Sala y los 15 compañeros de la Tupac Amaru presos en Mendoza.

Anulación de las causas a los más de cuatro mil luchadores procesados.

Fuera el imperialismo de América Latina. En este Puente, una vez más, hoy nos comprometemos a seguir presentes en todas y cada una de las luchas hasta lograr que sus sueños se hagan realidad, en una Argentina sin opresión y explotación.

¡Darío Santillán y Maximiliano Kosteki presentes!

Por los 30 mil compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos, ¡Presente!

Por todos y todas, los compañeros y compañeras que cayeron en la lucha, ¡Presente! ¡Ahora y siempre!”








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