Un desalojo brutal, violento, inhumano de más de 700 familias pobres.-
- “El desalojo se dio en un marco de total irregularidad. El plazo de la medida ya había vencido y se pasó por encima de las autoridades y los acuerdos. Además, el predio fue desalojado con balas de goma y una violencia extrema”, contó a Página/12 el juez Arias.
- "El martes pasado, Arias había dictado una medida precautelar para evitar el desalojo y solicitar diversas actuaciones de organismos provinciales y municipales para poder dar cuenta del estado dominial y judicial de las tierras. “A la policía ya no le importa nada, nos pasaron por encima a todos los que veníamos interviniendo en el caso. No es la primera vez que hacen algo de esta naturaleza en conjunto con la Justicia Penal”, explicó a este diario. “Nos sorprendió un desalojo sin una nueva orden cuando todo iba encaminado a resolverse de forma pacífica. Estas familias, que lo único que piden es estar en una casa, bajo techo y en condiciones mínimas que toda persona se merece, van a dormir afuera con frío y en pésima situación”, resaltó Arias y agregó que “son familias pacíficas, laburantes de las quintas de la zona con sus hijos chicos”.
- "La orden de desalojo había sido dictada por el Juzgado de Garantías Nº 3, a cargo de Pablo Raele, a pedido del martillero Alberto Mattioli, ex dueño de la inmobiliaria Mattioli. “Es una inmobiliaria que no es dueña sino que quiere apropiarse de la tierra. Las hectáreas pertenecen a una empresa textil quebrada. Esos son los intereses que está defendiendo la Justicia Penal”, sentenció el magistrado".
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