domingo, 29 de julio de 2012

"PARAR LA OLLA" / PASAR HAMBRE EN ARGENTINA Informe del Observatorio de la Deuda Social (UCA)


" Al menos dos millones de personas pasan hambre en Argentina"



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http://rescatando-mi-cultura-guaran.blogspot.com.ar/2010/04/un-poco-de-historia.html


"PARAR LA OLLA" 

(pop.) Trabajar para ganar el sustento diario mantener una familia.


Ahora vas con los otarios a pasarla de bacana
a un lujoso reservado del Petit o del Julien,
y tu vieja, ¡pobre vieja! lava toda la semana
pa' poder parar la olla, con pobreza franciscana,
en el triste conventillo alumbrado a kerosén.


"Margot", tango(1921), Celedonio Flores.



"...la mayor dificultad a la hora de combatir la pobreza estructural reside en que “no se logra ir más allá de ciclos económicos que, en su etapa expansiva, derraman una mayor capacidad de consumo”, sin llegarse a atacar de forma integral el problema."



Esta nota pertenece a una anterior que llamé "Informe de la situación: Pobreza en Argentina" con un estudio del Observatorio de la deuda social Argentina completo sobre este tema. Hoy reproduzco y difundo otro que no hace más que reflejar una perversa extensión del anterior. La realidad según se entiende "no solo hay que analizarla e interpretarla, hay que transformarla". Esta consigna vital para todo proyecto serio, demanda tiempo, recursos y especialmente sinceramiento. Si seguimos enfrascados en una hipótesis de trabajo en base a datos que son una mentira, si sabemos que es así y no lo reconocemos porque no nos conviene políticamente, nunca vamos a resolver el problema. Si la estrategia es eludir la crisis, la inflación, la economía, la pobreza, el hambre; esta podrá ser útil para lograr un engaño que se prolongue por un tiempo, pero a la vez, ese artilugio de la mediocridad, lo único que hace es dilatar la agonía en cuestión y entonces, la maniobra por más avezada que pueda parecernos, se nos vuelve en contra. 
"La única verdad es la realidad", no la podemos esconder, no la podemos "mandar a un rincón" porque se "porte mal" con nuestros deseos, ella nos condiciona a nosotros y nosotros también a ella. De la manera en que la queramos condicionar será una u otra esa verdad a la que alude la cita mencionada. Lo que sí sabemos, es que mientras demos vueltas a la noria, montados en el caballo de la ficción, la inflación va a seguir siendo verdugo de  esos al menos dos millones de personas, que ya no pueden, ni saben cómo hacer para "parar la olla", lo que significa que cualquier proyecto a corto o mediano plazo, deberá dar preeminencia a la generación de fuentes de trabajo con derechos, materia indispensable en la agenda de una auténtica  política de Estado.

Raúl Olivares.-
Todos los derechos reservados






http://www.revistaelabasto.com.ar/zimmerman81.htm


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INFORME DE LA SITUACIÓN: POBREZA EN ARGENTINA Observatorio de la Deuda Social Argentina U.C.A



"Comprobamos que los hechos unifican y las abstracciones dividen y que por sobre la carnadura de los acontecimientos, las divergencias del nivel ideológico pierden importancia ante la demanda de las soluciones."
Arturo Jauretche


La condición de la pobreza en nuestro país no es una cuestión de números ni de estadísticas proclives a uno u otro sector, es la realidad de millones de personas que padecen hambre, están en riesgo de padecerlo, están en condición de pobreza estructural o en situación de emergencia y precariedad temporal. Pero en todos los casos se trata de personas, de gente que vive con lo que puede, como puede y que sufre la inhumana crisis del sistema y su modelo. Indudablemente si tenemos que analizar los paradigmas sociales de las décadas pasadas, hemos progresado en comparación con el terrible contexto socioeconómico y laboral de los años 2000 y subsiguientes, en donde los parámetros de indigencia y laborales espantaban. Se produjo un avance muy importante en la disminución de esas cifras y se notó en la esfera de la bonanza que atravesamos, especialmente desde el 2004 en adelante. Mucho se hizo en niveles que repercutieron sensiblemente en la gran mayoría de nuestro pueblo. No es poco haber sacado a tantísima gente de la indigencia o la pobreza crónica y ofrecer un mercado de trabajo con derechos que les permitió incluirlos nuevamente en la sociedad. Hay que reconocerlo y lo hacen, creo que en general, la gran mayoría de los observadores y analistas serios del país en este sentido. Sin embargo, las cosas no solo no han avanzado en este orden desde 2007 en adelante, sino que muy por el contrario se pueden evidenciar francos, retrocesos en casi todos los índices reales de la trama social. Y esto,  también es justo reconocerlo, asumirlo y atacarlo con resoluciones sustentables que sean capaces de revertir y convertir la complejidad de la emergencia en politicas gubernamentales que prioricen a los más pobres y marginados con inclusión social auténtica y sostenible.
La enorme crisis internacional que el capitalismo ha generado a través de sus bancos y financieras en el mundo, especialmente en la denominada zona euro, trae sus consecuencias y ya se reflejan en nuestra economía. Iba a pasar, el tema no era ese en sí, sino haber previsto hasta donde se pudiera, en una economía capitalista globalizada, que esos daños colaterales directos, impactaran con el menor daño posible en la dependiente economía nacional, que funciona de modo interconectado con el gran mercado global y que como parte de él, no puede escapar a sus designios, porque precisamente se haya intrínsecamente vinculada al mismo, especialmente  cuando se trata de relaciones que afectan a la banca, las finanzas internacionales, la especulación financiera y las mega-corporaciones. Y más aún, de modo esencial cuando los Estados les son funcionales y acuerdan con ellas una misma política económica que se aplica generando legislación, protección jurídica y ejecución política adecuada para sus intereses. 
Todo este desgraciado fenómeno lo vemos diariamente en aquellas naciones centrales de Europa, erigidas ayer, como vigorosas potencias que orgullosas ostentaban sus progresos en estándares de vida envidiables, hoy se caen como castillos de naipes frente a la burbuja sistémica que les generaron sus propias bancas con la activa complicidad de los Estados nacionales, que les impusieron un modelo neoliberal usurario  y rapaz sin retorno y que actualmente se regenera para salvarse asimismo, destruyendo todo lo que tiene a su alrededor, llevándose puesto un siglo de conquistas obreras y sindicales con millones de desocupados y una deuda social que no tiene fin. 
Actualmente, nuestro país debería realizar el pago de la deuda a los llamados fondos buitres, al Club de París y a otros organismos de este tipo, la del Club de París, no más,  está demandando aproximadamente unos 10.000. millones de dólares. La deuda se sigue pagando, lo dicen los diarios, lo establece el Boletin Oficial. "La presidenta Cristina Fernández cancelará la totalidad de los compromisos de 2012 con el FMI y otros organismos internacionales con reservas de libre disponibilidad del Banco Central, informó hoy el Boletín Oficial." "Dispónese la cancelación de la totalidad de los servicios de deuda con organismos financieros internacionales correspondientes al presente ejercicio fiscal con reservas de libre disponibilidad (...) por hasta la suma de USD 2.179 millones", indicó la publicación oficial." "Fernández usa reservas del Banco Central desde 2010 para cancelar vencimientos, recurso avalado por ley del Congreso, en el marco de una política de refinanciación y arreglo de los efectos del 'default' por casi 100.000 millones de dólares declarado en 2001 en medio de la peor crisis histórica". ¿Cómo entonces se puede decir que no vamos a sufrir los coletazos de aquel crac internacional, si ese dinero en definitiva, nos obligan a pagarlo y va a financiar el enorme hoyo del festín de los banqueros capitalistas y traficantes del imperio? Todo es conexo al capitalismo global en esta etapa, todo. No es una novedad ni mucho menos que tal como se presentaba "el globo" iba a reventar, lo que si se pudo hacer es reforzar la malla de contención para ese gran impacto con políticas estatales serias, resguardando los estratos con mayor vulnerabilidad: los más pobres. Esa debería haber sido la prioridad de las políticas de Estado. 
Inmersos en este mundo real y concreto que nos toca vivir, con un tildado proyecto nacional y popular que parece esfumarse ante los profundos problemas que surgen, que sufrimos y que el gobierno enceguecido, o si se quiere, apareciendo como enceguecido, no quiere ver; así caímos en una meseta estanco que urge levantar, porque ya incluso, esa meseta, se vuelve pantanosa. El gran enemigo que todos tenemos, que soportamos y resistimos, hoy por hoy tiene un temible nombre con pasado reciente: inflación. Más allá de los debates que se puedan dar explicándola, lo que necesita la gente es que se la ataque eficazmente para que sus ingresos no se desvanezcan cada vez que se quiera comprar, adquirir o consumir algo. Aquella citada frase de Clinton: "es la economía estúpido" contra Bush padre en las elecciones de 1992, para destacar qué es lo esencial de lo que no lo es, se le podría agregar el giro: "es la inflación..." Ciertamente de lo que sí debe ocuparse el gobierno como una cuestión de Estado, es ésta, la inflación. No tiene otra salida más que la verdad, enfrentarla con energía e inteligentemente o seguir haciendo lo que metódicamente, hasta ahora ha hecho, ocultarla, negarla, ergo, profundizarla, agravándola seriamente, cada vez más.

La estadística del Observatorio Social de la UCA, reconocida por su seriedad y rigor científico, entre otras Instituciones de este tipo hablan a las clara de la delicada coyuntura en la que estamos.


Raul Olivares.-
Todos los derechos reservados.-


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julio 29, 2012 |

En el marco del Bicentenario, la Iglesia propuso al Gobierno dirigir esfuerzos para acabar definitivamente con la pobreza o, al menos, llevarla al mínimo. El plazo para cumplir con el objetivo era de seis años, entre 2010 y 2016.
Sin embargo, de acuerdo con el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), el organismo que monitorea la consecución del plan, la meta no se está alcanzando con facilidad.
Según publica el diario Clarín hoy, el último informe del organismo indica que hay un21,9% de personas en situación de pobreza y 5,4% indigentes. Las cifras cuadruplican las del Indec.
Además, señala que en 560 mil hogares de la Argentina, alrededor de 2 millones de personas, se pasa hambre con frecuencia.
Las familias pobres son aquellas cuyo ingreso es inferior a $2.225. Los ingresos de una familia indigente no superan los $1.085.
Los responsables del relevamiento indican que esta situación se agravó en los últimos meses debido a la desaceleración económica y la persistencia de altos índices de inflación.
Agustín Salvia, director del observatorio, sostiene que la pobreza estructural, es decir, aquella que incluye a quienes no tienen posibilidades de ingresar en el sistema, está más arraigada que en la década del 90.
Al analizar las cifras del trabajo, Salvia destaca que los índices muestran una mejoría, especialmente en 2010 y 2011, que está vinculada con “mejoras en los ingresos y a un mayor consumo, lo que no está mal. Pero fue sobre todo a través de la Asignación Universal por Hijo y el aumento del trabajo precario, sin que ello implique un cambio cualitativo de las condiciones materiales y sociales de vida“.
El director del observatorio apunta que la mayor dificultad a la hora de combatir la pobreza estructural reside en que “no se logra ir más allá de ciclos económicos que, en su etapa expansiva, derraman una mayor capacidad de consumo”, sin llegarse a atacar de forma integral el problema.
La situación se agrava en el contexto actual, en que “la capacidad de consumo es afectada por la inflación, que erosiona los planes sociales”.
Salvia añade que los cambios profundos, aquellos que logren superar la pobreza estructural, no vendrán por “la decisión de un gobernante de aumentar la asistencia social”. Por el contrario, sostiene, se alcanzarán a gracias a “políticas integrales y articuladas en materia de educación, vivienda, salud, desarrollo urbano…”.
Según Salvia, los programas integrales para mejorar el estado de la pobreza y la indigencia toman entre cinco y 20 años. Así, “es posible, entonces, que en 20 años se derrote la pobreza; en 10, que no haya indigentes y en cinco, que no haya hambre”.
Para comenzar, señala, es necesario que el Gobierno reconozca la realidad y no que calcule el índice de pobreza sobre la base de “una canasta con precios que no existen y que llevan a concluir que la indigencia está por desaparecer”.

Fuente:
"Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina" (UCA)


Enlaces:
http://www.enlaceglobal.com/
http://riojavirtual.com.ar/noticias/locales/al_menos_dos_millones_de_personas_pasan_hambre_en_la_argentinahttp://www.infobae.com/notas/661689-Unas-dos-millones-de-personas-pasan-hambre-en-Argentina-sehttp://www.diariosanrafael.com.ar/85622

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