martes, 15 de abril de 2014

LA "SINTONÍA FINA" DEL MODELO SOJERO Por Jorge Rulli - Maximiliano Mendoza


transgenico

Recursos Estratégicos 

La “sintonía fina” del modelo sojero

En el contexto de fuertes oscilaciones en los mercados globales de granos transgénicos, a lo largo del 2012 la Argentina tomó una serie de determinaciones en materia de Agronegocios cuyas implicancias consideramos alarmantes. La consolidación de un modelo de desarrollo extractivo, agro-minero-exportador, productor de materias primas destinadas a satisfacer la demanda de esos mercados, sería el propósito fundamental de todos los planes estratégicos diseñados por el Estado Nacional.


Por Jorge Rulli - Maximiliano Mendoza



Basta consignar algunos de los objetivos principales del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal 2010-2020: incrementar la superficie sembrada con granos en un 27%; es decir, aumentar la superficie actual de 33 millones de hectáreas a 42 millones; elevar la producción de soja GM en un 20%, ampliando la superfi cie actual de casi 20 millones de hectáreas a más de 22 ó 23 millones; y expandir la producción de maíz GM en un 56%, de modo que la superficie actual de 3,7 millones de hectáreas pase a 5,7 millones.(1) Como dato adicional, es importante destacar que el Plan Estratégico Agroalimentario se sustenta ideológicamente en los Objetivos del Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, cuyos mayores promotores a nivel global son el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio.(2)
“Los responsables supranacionales del diseño macroeconómico del menemismo, parecen seguir presentes”
El dato es relevante en términos del análisis del discurso, puesto que la dirigencia oficialista de nuestro país se caracteriza por el uso de una retórica nacional-popular, enérgicamente antineoliberal, crítica del llamado “Consenso de Washington”, condenatoria de las ideologías del libre mercado y de la dependencia respecto de los organismos multilaterales de crédito. No obstante esos discursos, los responsables supranacionales del diseño macroeconómico de los aciagos años del menemismo, parecen seguir presentes en las decisiones estratégicas de la alianza actual entre el Estado Nacional, las corporaciones transnacionales y la nueva oligarquía local. La discusión en torno a estas cuestiones fundamentales están ausentes del debate político-mediático. Pareciera que la realpolitik y el marketing político han impuesto estilos de confrontación en los que no prevalecen las formas – poco importa si se emplean retóricas de izquierda o de derecha- excepto en aquellos casos en los que la polarización se presta al uso pragmático de los grupos de poder. Los principales partidos políticos y los grandes medios de comunicación de la Argentina, parten del pacto tácito de no discutir el modelo de desarrollo en vigencia, especialmente en lo que concierne al modelo sojero. Sencillamente porque casi todos están de acuerdo con él. Sin embargo, se han producido diversos acontecimientos en materia de agronegocios, cuya importancia para el modelo de desarrollo impulsado por el Estado Nacional y las corporaciones son decisivos para los años venideros; y seguramente configurarán nuevos y extraordinarios escenarios de luchas y resistencias sociales.
Bioceres: Grobocopatel y la ciencia empresarial como política de Estado
En febrero de 2012, durante una videoconferencia organizada en la Casa Rosada en simultáneo con Tecnópolis, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciaba junto al actual ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, el descubrimiento de un gen cuya implementación permitiría incrementar la producción de soja, maíz y trigo en contextos de sequía. El anuncio fue realizado junto a las autoridades de la empresa Bioceres S.A. y la Dra. Raquel Lía Chan, directora del proyecto nacido a la luz de un convenio público-privado firmado en 2004 entre dicha empresa, el CONICET y la Universidad Nacional del Litoral. Bioceres es una empresa cuyos accionistas son a su vez destacados miembros de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa- AAPRESID. Su director titular es nada menos que el llamado “Rey de la Soja”, Gustavo Grobocopatel.(3) Durante dicho encuentro, Cristina Kirchner consideró que “si se adapta esta tecnología en todo el mundo, con tan solo los cultivos de soja se obtendrían unos 2500 millones de dólares en concepto de regalías por campaña (…) se trata de uno de los descubrimientos más importantes en términos de mejorar la calidad de las semillas, la producción y lo que va a significar en materia de regalías para el Conicet, para la Universidad del Litoral, para la empresa asociada;
además del crecimiento en la producción agrícola del país”.(4)
“La introducción de estas nuevas tecnologías apunta a extender el cultivo de soja GM hacia áreas de estrés hídrico”
Por su parte, el ministro Lino Barañao expresaba que “este caso permite demostrar que hemos instalado en la Argentina algo que es la norma de los países desarrollados: se invierte en investigación, se protege adecuadamente
la propiedad intelectual y luego se comercializa a través de canales adecuados para que ese rédito se efectivice. También me parece importante destacar que la seguridad alimentaria, es decir, la seguridad de provisión de alimentos, es tal vez el mayor desafío que tendrá la humanidad en las próximas décadas”.(5) Con un financiamiento de casi cuatro millones de dólares aprobado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica en 2008, dicho proyecto “logró el aislamiento y la caracterización de un gen de girasol -el ya patentado gen HAHB 4- cuya función estaba relacionada con la respuesta natural de la planta a condiciones de estrés abiótico, tales como sequía y salinidad. Según concluyeron, el incremento de la productividad de esta nueva tecnología oscilará entre el 10% y el 100% dependiendo del tipo de cultivo, la calidad del mismo y el lugar donde se produzca, así como también de los factores climáticos”.
Todo parece indicar que, además de permitir sortear eventualidades climáticas, el objetivo último de la introducción de estas nuevas tecnologías apunta a extender el cultivo de soja GM hacia áreas de estrés hídrico como la región cuyana, lugar donde hoy sus poblaciones ya padecen el terrible flagelo de la megaminería. Cabe destacar que la patente de dicho descubrimiento es de propiedad conjunta del Estado Nacional, a través de la titularidad del CONICET y la  Universidad Nacional del Litoral. Sin embargo -y en absoluta consonancia con la antigua tradición liberal Estado bobo/corporaciones prebendarias- se otorgó a la empresa Bioceres S.A. su licencia para uso y explotación durante veinte años. Con este fin, Bioceres S.A. anunció el nacimiento de Verdeca, una joint-venture conformada junto a la empresa estadounidense Arcadia Biosciences, para el desarrollo y la comercialización internacional de eventos transgénicos orientados a la obtención de semillas GM. En su página web ya pueden apreciarse los anuncios de su nueva soja resistente a la sequía, con un lanzamiento estimado entre los años 2015 y 2017.(6) En teoría, las empresas participantes del acuerdo invertirán durante los próximos cuatro años 20.000.000 de dólares para el desarrollo de la tecnología y su introducción en nuestro país y en los mercados globales.
“Lo fundamental radica en el negocio de las corporaciones transnacionales de la agro-biotecnología”
Monsanto, el Consejo de las Américas y el poder global
El 14 de junio del 2012, pocas horas después de su aclamada intervención por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas ante el Comité de Descolonización de la ONU, Cristina Fernández de Kirchner participó de una reunión en el Consejo de las Américas junto a diversos representantes de las corporaciones transnacionales más poderosas del mundo.(7) Entre ellos, por supuesto, se encontraban directivos de Monsanto Co. Durante el encuentro, la presidenta anunció algunas de las medidas que favorecen a su filial en Argentina y hoy mantienen en estado de alerta a muchos movimientos sociales de todo el país: la inversión de casi 2000 millones de pesos para la construcción de dos “centros de investigación y desarrollo” en la localidad Islas Malvinas de Córdoba y en Tucumán; el lanzamiento comercial de la nueva soja “Intacta RR2 Pro”, que agrega mayor resistencia al glifosato y repelencia a lepidóteros; la aplicación de nuevas tecnologías aplicadas al maíz transgénico para incrementar su productividad; el futuro “respeto por las patentes” sobre las modificaciones genéticas de Monsanto, que posiblemente se traduzca en un nuevo esquema legal sobre las semillas con el fin de asegurar su tributación por parte de los productores; la importancia de las inversiones de dicha empresa en el marco de los objetivos del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal 2010-2020; y
la posibilidad de extender la frontera agropecuaria hacia la Patagonia.(8)
Tampoco la Presidente ahorró elogios para el trabajo del Ministerio de Ciencia y Tecnología con sus casi 900 científicos repatriados y repitió una vez más la cantinela favorita de las corporaciones globales de la agroindustria: “la producción de alimentos con métodos tradicionales es insuficiente para alimentar a la humanidad, por lo que se hace fundamental la intervención de la ciencia y la tecnología”. En suma, la primer mandataria considera que lo fundamental radica en el negocio de las corporaciones transnacionales de la agro-biotecnología, en aras de consolidar el dominio global de la especulación alimentaria. Un aspecto clave de esta reunión fue que estuvo organizada por una amiga íntima de Cristina Kirchner: Susan Segal, CEO del Consejo de las Américas, territorio del magnate del petróleo y las finanzas David Rockefeller -accionista de Monsanto junto a George Soros y Bill Gates, entre otros- y del tristemente célebre John Negroponte, ese oscuro diplomático que en su momento fuera un aliado fundamental del genocida Henry Kissinger para la ejecución de la Operación Cóndor en América Latina.(9) Susan Segal también es consultora de JP Morgan Partners y fue directora de América Latina para Chase Capital Partners. Pero los lazos con el poder económico de la Argentina se estrechan: según consta en su currículum (10), durante los años 2004 y 2006 fue Directora Titular y Miembro del Comité de Auditoría de Cresud, empresa del imperio de Eduardo Elsztain.
Este empresario “amigo” con llegada directa a los centros del poder financiero global, es dueño de numerosos shoppings, edificios, y hoteles en la Ciudad de Buenos Aires y en gran parte del país. Controla el Banco Hipotecario desde
los años ’90, es propietario de Irsa -la mayor corporación inmobiliaria local- y de Cresud, corporación del rubro agroindustrial mediante la cual controla casi un millón de hectáreas en Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia, destinadas principalmente a la producción de transgénicos. Además de ser uno de las personas más influyentes de la Casa Rosada, Elsztain es también un selecto miembro del Comité Asesor Internacional de la Presidencia del Consejo de las Américas, espacio que comparte junto a otros empresarios de la Argentina: su ex socio Marcelo Mindlin-Pampa Energía, Edenor y Transener; Alejandro Bulgheroni- Bridas; Woods Staton-Arcos Dorados y operador de Mc Donald’s para
América Latina; Amalita Amoedo, nieta y heredera de la fallecida Amalia Lacroze de Fortabat. Conforme a estos datos, resulta comprensible que el ex presidente Néstor Kirchner registrara una asistencia casi perfecta a la sede del Council of Americas, en cada viaje realizado a Nueva York.
Cabe destacar que al día siguiente de esa reunión en el Council of Americas, en Paraguay tuvo lugar un hecho que desataría un vendaval político: la masacre de Curuguaty (11) en la cual fallecieron 11 campesinos y 6 policías. Como se conoció después, este hecho fue aprovechado por la oposición del por entonces debilitado presidente Fernando Lugo, que no trepidaría en iniciarle un juicio político para destituirlo; algo que lograron transcurridos pocos días. Detrás de la trama conspirativa estuvo nada más y nada menos que Monsanto, que junto a los sectores del poder local más reaccionario -como la Unión de Gremios de Producción y el Grupo Zucolillo, socios locales de Cargill y dueños del diario ABC- iniciaron una intensa campaña de lobby a favor de los transgénicos, tras verse impedidos por los organismos sanitarios del Estado para imponer nuevas semillas de algodón genéticamente modificado. Lamentablemente, ni siquiera este golpe mediático-institucional logró hacer mella en la sensibilidad política de Cristina Kirchner, quien a su regreso de Nueva York se solidarizó con Fernando Lugo, y junto a sus pares de la UNASUR repudió el “golpe de Estado” en el Paraguay, luego de haber estado reunida con la corporación transnacional que lo propiciara. Sin dudas, estas nuevas tecnologías de “segunda generación” anunciadas por la presidente y por Monsanto a mediados de 2012, suponen la apertura de una nueva fase del agronegocio en la Argentina.
“Ciento cuarenta y siete corporaciones transnacionales dominan el 40% de la economía global”
Algunas fuentes señalan que dichos anuncios fueron producto de una larga serie de negociaciones entre el gobierno argentino y esa corporación; operaciones en las que el lobby empresarial se expresó a través de la Embajada de los Estados
Unidos e inclusive mediante la intervención de altos miembros del gabinete  del presidente Barack Obama.(12) Tramas insoslayables del poder mundial en el sector financiero-extractivo: el fondo de inversión BlackRock. En los últimos tiempos se ha puesto en circulación el estudio de la Universidad de Zurich, “The Network of Global Corporate Control” publicado en el 2011, que brinda datos reveladores acerca de los modos de expansión económica: de sus registros se desprende que 147 corporaciones transnacionales dominan el 40% de la economía global. Estas compañías no se encuentran entre sí como producto de una simple y casual yuxtaposición conformada por los actores más poderosos del capitalismo global, sino que conforman una élite de poder en la cual confluyen los intereses de los grandes grupos financieros y de las corporaciones del sector primarioextractivo. Un caso que evidencia las lógicas de estas operaciones y sirve como ejemplo modélico, es el de BlackRock Inc. -la corporación más grande de gestión de capitales a nivel mundial- estrechamente vinculada con el Grupo Rockefeller.(13)
Según consta en el estudio de esa universidad: “BlackRock cuenta con más de 10.000 empleados y sucursales de inversión en 27 países. Su clientela básica incluye corporaciones privadas y públicas, uniones, sistemas de jubilación de la industria, gobiernos, compañías de seguros, fondos mutuos de terceros, fundaciones financieras, organizaciones de caridad, compañías, instituciones oficiales, fondos soberanos de capital, bancos, financistas profesionales e individualidades de todo el mundo”.
“Las ramificaciones del capital de BlackRock se encuentran profundamente relacionadas con el sector extractivo”
Actualmente, este fondo de inversión posee una cartera de 3 billones de dólares y mantiene importantes participaciones accionarias en las siguientes firmas: 2.5% en Barclay’s, PNC Financial Services y Chevron; 2.7% en el Grupo Goldman Sachs; 2.5% en Exxon Mobil; 2.4% en Bank of America; 3% en Banco Santander; 3% en Telefónica; 2.4% en Monsanto Company; 2.2% en Microsoft Corp.; 4.7% en Barrick Gold; 3.1% en AngloGold Ashanti; 7% en Goldcorp; 5% en UPM-Botnia; 5.9% en British Petroleum; entre otras.(14) Es relevante observar que las ramificaciones del capital de BlackRock se encuentran profundamente relacionadas con el sector extractivo y -en el caso de la Argentina- su presencia es
visibilizada en los agronegocios, los hidrocarburos y la megaminería. En este contexto, donde las negociaciones  del gobierno argentino en el ámbito del Consejo de las Américas deben leerse según las coordenadas de la globalización, se produce un escenario de híper-conexión de una economía global concentrada en manos de una clase corporativa transnacional.
Recuperando la perspectiva inicial, encontramos que las excepcionales ramificaciones del capital hacen de todas las “políticas de desarrollo económico” aplicadas por el progresismo oficial, una transacción directa o indirecta cuyos beneficiarios son las élites del capitalismo global. En la misma dirección, tanto en los recientes acuerdos entre el gobierno argentino y Monsanto para el lanzamiento de sus paquetes GM de segunda generación, como en lo relacionado con Barrick Gold y sus yacimientos -Veladero y Pascua- Lama- sumado a la presencia de Chevron y el entendimiento con la pseudo-nacionalizada YPF para la explotación conjunta de hidrocarburos no convencionales mediante fractura hidráulica, las evidencias dan cuenta de la impronta de BlackRock y otros fondos de inversión o “hedgefunds” vinculados con el Grupo Rockefeller.
Si se profundiza en esta línea -conforme a los registros de participación accionaria- el largo brazo de BlackRock se extiende hacia algunas de las explotaciones mineras e hidrocarburíferas, en las cuales y a primera vista pareciera que no existen indicios que remitan a Rockefeller. Tal es el ejemplo de Minera Bajo La Alumbrera, gerenciada por Xstrata, que detenta el 50% del capital accionario. A su vez, Xstrata es controlada por el banco inglés Barclays PLC, donde BlackRock
participa con el 19,9% del capital.
Cabe agregar que en la actualidad, la exploración ilegal de hidrocarburos que se está llevando adelante en la plataforma de las Islas Malvinas -cuyas reservas se estiman en 60 mil millones de barriles de petróleo- y se ejecuta bajo intereses del imperio británico a través de las empresas Desire, Petroleum, Rock Hopper Exploration Falkland Oil & Gas y Borders & Southern Petroleum también llevan el sello de BlackRock. Estos vínculos quedan expuestos en el análisis relacional,
mediante Barclays PLC, HSBC, Lloyds Bank y Credit Suisse. Se revela así que BlackRock -la corporación de gestión de activos más grande del mundo- está presente en la explotación del petróleo de las profundidades del mar que rodea las Islas Malvinas. Es importante remarcar que Barclays fue el banco seleccionado y contratado por el gobierno argentino para realizar el canje de deuda en los años 2005 y 2010. En la misma línea, se observa que la Ley 26.659/2010 que fuera sancionada por unanimidad en el parlamento argentino y prohíbe el envío de las remesas del capital a las casas matrices de las empresas transnacionales que tengan relación directa o indirecta con la explotación de hidrocarburos
en las Islas Malvinas, continúa sin ser reglamentada por el Ejecutivo Nacional, a dos años de su sanción.
“El tutelaje estatal del excedente es fundamental para comprender el fetiche del crecimiento, compartido por el neoliberalismo y el progresismo”
A modo de conclusión El brutal proceso de sojización inaugurado en la Argentina a mediados de la década del ’90, evidencia una de las continuidades más palmarias de los llamados modelos de desarrollo: tanto el neoliberalismo como el actual neodesarrollismo de base extractiva, comparten los mismos presupuestos en términos de acumulación del capital, basada en el despojo de los bienes comunes.
Estas intersecciones políticas demuestran que, visto desde la lógica de la modernidad, no necesariamente existe un antagonismo irreconciliable entre neoliberalismo y progresismo. Desde la aprobación ejecutada por el menemismo en 1996 de la soja RR (Round Up Ready) de Monsanto, hasta la aprobación de la soja “Intacta RR2 Pro” ejecutada por el kirchnerismo, transcurrieron casi dieciséis años en los que la superficie sembrada con soja resistente a los herbicidas creció prácticamente en un 5000%, pasando de 370 mil hectáreas en 1996 a los 20 millones de hectáreas en la actualidad, equivalente a casi dos tercios de la superfi cie cultivada total de la
Argentina. A esto debe agregarse el colosal abuso de la tecnología química: durante el 2012 se utilizaron más de 300 millones de litros de agrotóxicos.
El tutelaje estatal del excedente es fundamental para comprender el fetiche del crecimiento, compartido por el neoliberalismo y el progresismo: el uso de la agro-biotecnología se justifica por la constante búsqueda del incremento de la productividad, puesto que a una mayor producción le sigue una mayor recaudación.
Así, las previsiones económicas indican que en la temporada 2012/13 se logrará obtener una cosecha de soja GM que oscilará entre los 55 y 60 millones de toneladas. De esa manera, el Estado Nacional obtendría una recaudación de 12 mil millones de dólares en concepto de retenciones, casi el 10% de la recaudación total.
La Argentina, largamente gobernada por una dirigencia que mixtura progresismo setentista y neoliberalismo reciclado, consolida de esta forma su estatus de Republiqueta Sojera, metáfora que alude a una de las facetas más perversas del modelo extractivo y neocolonial en vigencia: la agricultura biotecnológica, productora de granos transgénicos y de agro combustibles para los mercados globales, hegemonizada por el capital concentrado transnacional y sus socios locales, aliados a los fanáticos, tanto públicos como privados, de la ciencia y de la tecnología.
“La fe ciega en el progreso y el desarrollo material infinitos, nos impide pensar la posibilidad de mundos-otros e indefectiblemente nos conduce a un suicidio colectivo”
Una agricultura desnaturalizada y deshumanizada; una agricultura sin agricultores, profundamente violenta con el suelo y con los ecosistemas; una agricultura que considera meros insumos a las semillas y a la biodiversidad. Los terribles impactos de las fumigaciones, el desmonte, las enfermedades, la falta de alimentos sanos, las inundaciones y sequías, la pérdida de los suelos y sus riquezas, el desplazamiento de las poblaciones y su consiguiente hacinamiento en las periferias urbanas asistencializadas, no forman parte de las preocupaciones gubernamentalesson justificadas por “razones de Estado” y configuran la contracara del jactancioso “modelo de crecimiento económico con inclusión social” machacado por el poder comunicacional del kirchnerismo.
Los procesos político-económicos que se profundizan en torno al modelo de los agronegocios, sumado a la creciente subordinación de las políticas de Estado hacia los objetivos económicos de las corporaciones transnacionales y las necesidades de los mercados globalesse distancian e manera abrupta de las retóricas picas que, ilegítimamente, pretenden activar el imaginario social de la tradición acional y popular. Una mirada congruente con las complejidades propias de la historia reciente de la Argentina, observaría con facilidad la tensión existente entre la base materialy el universo simbólico-ideológico del actual proceso político; tensión que, sin dudas, el progresismo oficial ha sabido capitalizar en términos proselitistas: apropiarse de retóricas que apelan a la memoria de las resistencias de nuestros pueblos para resignificarlas y reconvertirlas en herramientas de dominación simbólica al servicio del capitalismo global.
La resignación y la capitulación de ciertos sectores progresistas y/o de izquierdas -intelectuales, funcionarios, sindicalistas- cuando no el posibilismo y la creencia en la gradualidad, dieron lugar a una legitimación del actual proceso de recolonización, cuya contribución al confuso maremágnum conceptual de nuestra época resulta crucial. Es por ello que en ciertos “relatos” progresistas y hasta de izquierdas, se encuentran disparatadas interpretaciones históricas en procura de justificar nuestro triste rol neocolonialde apéndice agro-minero-exportador impuesto por la globalización.
Es preciso salir de la encerrona racional, urbana e industrial periférica que nos propone la globalización. Necesitamos desactivar a sus porta voces liberales y progresistas: la fe ciega en el progreso y el desarrollo material infinitos, nos impide pensar la posibilidad de mundos-otros e indefectiblemente nos conduce a un suicidio colectivo. Debemos recrear un pensamiento nuevo ligado con las sabidurías ancestrales, orientado hacia nuevos horizontes decoloniales, ecológicos y libertarios. Un pensamiento que nos permita cuestionar de manera radical las lógicas de la modernidad, convencidos de que el cuestionamiento de sus presupuestos es el mejor modo de aportar a las luchas contra el capitalismo y el colonialismo.
Luchamos por retomar el derrotero americano del arraigo y recuperar la dimensión sagrada del territorio, el alimento y la vida en comunidad. En suma, asumir el destino cósmico que nos une a la Madre Tierra. Como señalara Rodolfo Kusch: “Se trata de descubrir un nuevo horizonte humano, menos colonial, más auténtico y más americano. ¿Para qué? Pues para que desde aquí recién pensemos la necesidad o falta de necesidad de las revoluciones, o quizás un mundo auténtico donde una revolución podría ser inútil por estar ya todos nosotros desde siempre en ella, pero en toda su profundidad, con toda nuestra plenitud americana”.(15)

Notas
1.- Datos extraídos del documento “Argentina Líder Agroalimentario. Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal 2010-2020”, disponible en la web oficial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
2.- Un abordaje crítico de los “Objetivos del Milenio” (ODM) con el que coincidimos es el que expresó Eric Toussaint durante su ponencia del 20/09/2010 ante las Naciones Unidas:http://cadtm.org/Ponencia-de-Eric-Toussaint-ante
3.- Página oficial del Ministerio
de Ciencia y Tecnología.
- Página oficial de Bioceres S.A.
4.-Página 12, sección “Economía”, edición del 29/02/2012.
5.- El documento oficial se encuentra en la web de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
6.- Los próximos lanzamientos comerciales de esta joint-venture pueden verse en http://www.verdeca.com/technologies
7.- Una parte de la prensa oficial del Ministerio de Industria señala que en dicha reunión participaron representantes de: “The AES Corporation, Bank of America, Merrill Lynch, Barrick Gold Corporation, Bridas, Brightstar, CA Technologies, Cargill, Chevron, Citi, Conoco Philips, Corporación América, Credit  Suisse, Directv, Dow Chemical, Eton Park, Exxon Mobil y Fintech. También hubo representantes de Ford, Fox, GE Latin America, General Motors, HSBC, IBM,Integra Investment, Intel, J.P.Morgan, JBS Friboi, Johnson & Johnson, Kroll, LAIG, Lazard Asset Management, Mattos Filho, Microsoft, Monsanto y NEC. Completan la nómina de participantes NYSE Euronext, Pfizer, Pluspetrol, Procter & Gamble, Riverwood Capital y Wal-Mart”. La información oficial se encuentra disponible en la página web del Ministerio de Industria.
8.- El documento oficial de la resolución oficial por la que se otorga licencia comercial a la nueva soja de Monsanto, está disponible en la página oficial del Ministerio de Agricultura.
9.-En relación a los vínculos existentes entre el poder económico de David Rockefeller y el gobierno argentino, el periodista y ex diputado nacional Miguel Bonasso ha publicado recientemente un artículo denominado “El discreto encanto de Rockefeller”, en donde se devela la rama de negocios detrás de la “nacionalización”de YPF, en el blogspot de Miguel Bonasso.
10.- Su perfil laboral se encuentra disponible en http://investing.businessweek.com
11.- Un informe detallado sobre la masacre de Curuguaty fue elaborado por Javiera Rulli y Reto Sonderegger (GRR): http://www.pararelmundo.com/noticias/ semana-tragica-paraguay/
12.- O’Donnell, Santiago (2011). “Argenleaks: Los cables de Wikileaks sobre la Argentina, de la A a la Z”. Ed. Sudamericana, Buenos Aires, Argentina.
13.-Stefania Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston (2011) “The Network of Global Corporate Control”. Public Library of Science, 26/10/2011
14.- Ibídem.
15.- Kusch, Rodolfo (1975) “La negación en el pensamiento popular”. Ed. Cimarrón, Buenos Aires, Argentina.
*Jorge Rulli. Referente histórico de la Resistencia Peronista. Co-fundador del Grupo de Reflexión Rural.
* Maximiliano Mendoza. Integrante del Grupo de Reflexión Rural.



http://www.causasur.com.ar/la-sintonia-fina-del-modelo-sojero/

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