viernes, 4 de septiembre de 2015

AYLAN





Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se muestra a un ángel que parece a punto de alejarse de algo que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las alas extendidas; así es como uno se imagina al Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina y la arroja a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado, pero desde el Paraíso sopla un huracán que se enreda en sus alas, y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras los escombros se elevan ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso.



Walter Benjamin (1892–1940), TESIS IX8




Aylan fue hasta ayer un niño. Un hermoso niño de un lugar del mundo. Un niño entre millones de niños de un lugar del mundo que se desangra. Aylan, ahora es un niño que murió escapando del horror como miles de niños que huyen con sus familias de la muerte planificada. No es una emergencia natural, no es un estado de conmoción general espontáneo, no... Aylan, como los miles de niños que no llegan, son las espantosas víctimas de las guerras creadas sistemáticamente para dominar y destruir pueblos enteros, es decir, para generar un genocidio continuo. Aylan, es desgraciadamente, la imagen de una catástrofe proyectada y ejecutada por las grandes potencias mundiales, para esas estrategias que son inherentes al imperialismo y sin las cuales no podría hacer del planeta un megamercado de ganancias, con la madre de todos los negocios de esa perversa matriz que sustenta: la propia guerra. 

Qué le vamos a pedir a ellos!! Si son ellos quienes han producido este cataclismo y ahora simulan sorprenderse... Aylan, fue un niño que esperaba ser recibido por una humanidad abierta a sus imperiosas necesidades... Aylan, no aguardaba más que llegar a otro mundo donde, al menos, pudiese jugar en paz con sus hermanos y amigos. 

Ahora, muchos se debaten si la foto si, o la foto no...(cinismo tétrico). Muchos desde su comodidad, desde su fría invisibilidad, ahora están conmovidos, mirando la realidad tan temida... Pero Aylan, ya no está entre nosotros...


Hay un Ángel, el Ángelus Novus de Paul Klee-que según la teoría de Walter Benjamin-mira aterrorizado el pasado; quisiera él impedir las ruinas incesantes, que en un solo bloque hegemónico se presentan históricamente de lo que está por venir: el futuro; pero las fuerzas de un huracán implacable, se lo niegan... 

...Que Benjamin se haya equivocado en su concepción pesimista del demiurgo angelizado, que su lógica, siempre genial, no sea ésta, que sus magníficas teorías, sean solo una concepción contra-cultural que nos muevan a ser otros... Porque el Angelus Novus, realmente, el Angelus Novus, se estremece impotente ante el advenimiento de lo que ve. 

Ese Ángel, ayer, volvió a temblar con Aylan...


aportes en la crisis.-
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es.wikipedia.org/wiki/Angelus_Novus


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