viernes, 7 de octubre de 2016

EL LEGADO DEL CHE Y LA VIGENCIA DE SU PROYECTO POLÍTICO





A 49 años de su caída en combate

El legado del Che y la vigencia de su proyecto político

Este 8 de octubre se cumple el 49 aniversario de la caída en combate de Ernesto “Che” Guevara a manos del Ejército Boliviano y la CIA. Su muerte, lejos de significar el final de su legado, lo multiplicó, siendo recuperado por los oprimidos y oprimidas de todo el mundo, y sobre todo por las organizaciones políticas que han sabido dar la disputa más profunda por derribar al capitalismo en nuestro continente.



La figura del Che ocupa un lugar central a la hora de pensar la tradición revolucionaria latinoamericana. En él se condensan, en buena parte, los aportes hechos por los revolucionarios y revolucionarias de Nuestramérica, quienes fueron construyendo un ideario emancipatorio anclado en las realidades sociales del continente. José Martí, Julio Antonio Mella o José Carlos Mariátegui son algunas de las voces que se pueden oír tras los escritos y discursos del Che. Pero es justamente haber logrado una síntesis de esos aportes, expresada en una praxis revolucionaria consecuente, lo que hace de él la máxima referencia del marxismo latinoamericano. Su enorme labor práctica (lejos de las infundadas acusaciones de "espontaneísmo", "pragmatismo" y otras chicanas) fue producto de una profunda reflexión teórica crítica, reflejada en sus estudios sobre la transición socialista, economía y planificación, filosofía, etc., los que constituyen un importante aporte a la teoría revolucionaria .El Che logró llevar a fondo, en un procesos político concreto, todo el ideario antiimperialista que desde comienzos del siglo XX era parte del sentir de las grandes masas populares de nuestro continente. Supo constituirse así en el principal enemigo del imperialismo yanqui, pateando el tablero de su estrategia regional ni más ni menos que en "su patio trasero".

La emergencia del guevarismo como corriente política en un contexto signado por la guerra fría implicó un "cambio de aire" para los revolucionarios del mundo. Sus planteos anti dogmáticos entraban en directa contradicción con el estatalismo y el reformismo que postulaba la URSS y a los que hacía seguidismo acrítico la mayor parte de los PCs del mundo.

Su participación protagónica en la Revolución Cubana, su aporte en la dirección de ese proceso y las discusiones planteadas dentro del mismo gobierno revolucionario en torno a la orientación económica, la relación con la URSS y la necesidad de una práctica internacionalista consecuente dan cuenta de una estrategia de poder integral. A estos aspectos debe agregarse la total independencia de clase en sus planteos. Guevara había comprendido muy tempranamente los límites del nacionalismo burgués, y por eso bajo ningún punto de vista, su estrategia puede ser asociada con estos. La síntesis de su planteo es claramente expresado en el Mensaje a la Tricontinental cuando afirma: "Revolución Socialista o Caricatura de Revolución".

Al mismo tiempo, la concepción política del Che supo recuperar y poner en primer plano la necesidad de generar nuevos valores para una nueva sociedad. En momentos donde la humanidad acababa de sufrir la más grande masacre de la historia, Guevara ponía en primer plano los estímulos morales, la necesidad de superar los valores del capitalismo, la implacable urgencia de construir desde lo cotidiano un "hombre y una mujer nueva".

Por último, pero no por esto menos importante, el Che puso sobre la mesa la necesidad de la violencia revolucionaria, sobre la base de un profundo trabajo político en el seno de las capas laboriosas del pueblo. A contramano del reformismo imperante en nuestro continente, entendió que cambiar de raíz esta sociedad no era posible de manera pacífica, porque está fundada y se sostiene sobre relaciones de violencia de una clase sobre otra.


Recuperar su legado, construir unidad.

Tras su muerte, fueron muchas las organizaciones que recuperaron su legado. A nuestro entender las experiencias del PRT en Argentina y del MIR en Chile son las que mejor sintetizan su estrategia de poder. Entre otras razones, se destaca en ambos casos haber logrado articular una importante inserción en el movimiento obrero y popular con una consecuente disputa por el poder. Ambas experiencias, en un marco general de movilización social, fueron el blanco predilecto de las dictaduras genocidas de la mano del Plan Cóndor. La caída de estas y otras organizaciones, la masacre de los mejores cuadros revolucionarios que parió nuestra clase, constituyen una derrota de alcance histórico para el proyecto político emancipatorio de los/as trabajadores/as. Debemos aún profundizar nuestro balance de la experiencia más alta de la lucha de clases de nuestro país para extraer enseñanzas, pero es claro que a diferencia del posibilismo que domina en la actualidad, los compañeros y compañeras de esa generación, al igual que el Che, supieron que es la esencia del capitalismo y del imperialismo lo que hay que atacar.

Desde entonces, nuestra tradición política no ha logrado poner de pie un proyecto que logre salir de pequeños grupos sin mayor incidencia. Sin duda, uno de los motivos de esto es histórico: fue la corriente más golpeada por el genocidio de la última dictadura. Pero es necesario también señalar las limitaciones propias, que son también las del conjunto de la izquierda: la automarginación, los errores en las caracterizaciones de etapa, las lógicas sectarias, sólo por nombrar algunas, de las cuales, claro está, no podemos pensar que nuestras organizaciones son ajenas.

En gran medida, la actual etapa política hace necesaria la construcción de mayor unidad. El avance de la derecha en todo nuestro continente es realmente preocupante y sólo podremos oponer resistencia si avanzamos en instancias y experiencias de coordinación continental y, fundamentalmente, si crecemos en nuestras construcciones políticas Por eso mismo, sin ánimos de autoproclamación, pero conscientes de la responsabilidad que se nos impone, pensamos que venimos dando pasos importantes en ese camino. El proceso de discusión que venimos encarando entre Izquierda Revolucionaria y OP Hombre Nuevo, basado en el respeto mutuo y en la construcción de acuerdos políticos, busca ser un pequeño aporte para salir de esta fragmentación en la que como corriente política nos encontramos. Sabemos que los desafíos por delante son muchos, pero estamos convencidos de poder abordarlos, sin prisa pero sin pausa. Al mismo tiempo sabemos que con esto no alcanza y que hay muchos compañeros y compañeras de esta misma tradición (y de otras) con las que tenemos que seguir encontrándonos, discutiendo y construyendo en las bases, en el plano de lo social, pero también y sobre todo, en la búsqueda de articular una propuesta política de masas que sea capaz de dar un disputa real por cambiar de raíz esta sociedad.



http://izquierda-revolucionaria.org/







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